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La Sostenibilidad ya no es un valor meramente reputacional; se ha transformado en una verdadera palanca de crecimiento y rentabilidad. Así lo refleja un reciente informe de Grant Thornton, que demuestra que el 90% de las empresas medianas globales planean mantener o incluso incrementar su inversión en iniciativas relacionadas con ESG (medioambientales, sociales y de gobernanza) en los próximos 12 meses. Este dato cobra especial relevancia en un contexto global marcado por retrocesos regulatorios y un entorno político incierto.
El cambio de paradigma: de la obligación a la oportunidad estratégica
En el pasado, las empresas solían adoptar prácticas de Sostenibilidad principalmente como respuesta a regulaciones o presiones externas. Sin embargo, según el informe Escalando la Sostenibilidad: cómo preparan las medianas empresas su crecimiento de cara al futuro, las organizaciones del segmento medio global están cambiando de enfoque. Ahora, muchas empresas no están adoptando las iniciativas ESG solo por obligación, sino porque perciben una oportunidad estratégica para crecer, diferenciarse y fortalecer su competitividad.
En este sentido, el informe de Grant Thornton revela que casi el 90% de las empresas medianas en todo el mundo afirman que mantendrán o aumentarán su inversión en Sostenibilidad durante el próximo año. Este dato contrasta con la idea de que la Sostenibilidad podría ser solo una carga adicional, y demuestra que muchas firmas están reconociendo que adoptar prácticas responsables puede ser rentable y positivo para su posicionamiento en el mercado.
Un modelo estratégico para el futuro
El informe también destaca cómo las medianas empresas están incorporando la Sostenibilidad de manera más profunda en su estrategia corporativa. Según el estudio, las empresas están comprendiendo que la Sostenibilidad no es solo una respuesta a exigencias externas, sino una decisión estratégica que puede agregar valor. «El desafío está en integrar los criterios ESG en la gestión diaria, no como un área aparte, sino como una parte integral del modelo de negocio», explica Alejandro Chiappe, socio líder de Advisory Services de Grant Thornton.
La adopción de prácticas sostenibles también se ve como una manera de generar competitividad. De hecho, los directivos que participaron en el estudio señalaron que los principales impulsores de la Sostenibilidad son la competencia (41,6%) y la reputación de marca (38%). Esto indica que la Sostenibilidad ya no es vista como un gasto, sino como una herramienta para destacarse en un mercado cada vez más exigente y consciente del impacto ambiental y social.
El negocio detrás del impacto: Sostenibilidad como generadora de rentabilidad
El estudio de Grant Thornton revela que más de la mitad de las empresas medianas (54%) considera que las estrategias ESG mejorarán su rentabilidad, y un 51,3% cree que estas estrategias les ayudarán a incrementar sus ingresos. Solo un 2% de las empresas no ve una conexión clara entre la Sostenibilidad y los objetivos comerciales. Esto refuerza la idea de que las prácticas sostenibles no solo benefician al medio ambiente y a la sociedad, sino que también tienen un impacto positivo en la línea de resultados de las empresas.
Además, los directivos que implementan estas prácticas en sus organizaciones están viendo cómo las iniciativas sostenibles se traducen en una ventaja competitiva. Esto es especialmente evidente en sectores como la energía renovable y la digitalización, donde las empresas están invirtiendo en tecnologías que no solo optimizan sus operaciones, sino que también les permiten diferenciarse frente a sus competidores.
El foco de las empresas medianas: energía, digitalización y cadena de valor
El informe también señala los sectores donde las empresas medianas están concentrando sus esfuerzos. La energía renovable es la prioridad principal (43,5%), seguida por nuevas líneas de productos sostenibles, la implementación de tecnologías para la eficiencia operativa, la gestión de residuos, compras responsables y los reportes de Sostenibilidad.
«La transición energética ya no es solo una tendencia, sino un imperativo competitivo. Las empresas que invierten hoy en eficiencia y fuentes renovables estarán mejor preparadas para un entorno futuro más exigente en términos regulatorios y de costos», afirma Chiappe. De esta manera, las empresas están mirando hacia el futuro, y las inversiones en Sostenibilidad se están configurando como una herramienta para garantizar su estabilidad y rentabilidad a largo plazo.
Desafíos en la implementación de sostenibilidad
A pesar de los avances, las medianas empresas todavía enfrentan ciertos obstáculos para implementar estrategias sostenibles. Según el informe, los tres principales desafíos que siguen existiendo son:
- Costos iniciales elevados: Las inversiones necesarias para adoptar tecnologías limpias, realizar auditorías o obtener certificaciones de Sostenibilidad continúan siendo altas para muchas empresas medianas.
- Complejidad técnica: Medir el impacto de las iniciativas sostenibles, seleccionar métricas relevantes e integrar los datos ESG en los reportes financieros son procesos que aún se encuentran en desarrollo en muchas organizaciones.
- Incertidumbre regulatoria: La volatilidad normativa y los retrocesos en algunas jurisdicciones dificultan el compromiso con objetivos sostenibles a mediano y largo plazo.
Sin embargo, a pesar de estos obstáculos, muchas empresas están adoptando un enfoque gradual para superar estas barreras. Comienzan con acciones de bajo costo, como la eficiencia energética o la digitalización interna, y luego avanzan hacia metas más ambiciosas a medida que consolidan su modelo sostenible.
Cómo puede una empresa sumarse a la tendencia global
Para aquellas empresas que aún no han adoptado estrategias de Sostenibilidad, el informe de Grant Thornton ofrece algunos pasos clave:
- Diagnóstico previo: No se trata de replicar modelos externos, sino de identificar las áreas con mayor potencial en el contexto local, como la eficiencia energética, el abastecimiento responsable o la transformación digital.
- Pilotear antes de escalar: Es recomendable lanzar pruebas acotadas, como mediciones de huella de carbono o programas piloto de compras sostenibles, antes de comprometerse a inversiones mayores.
- Vincular la sostenibilidad con un propósito real: Las acciones deben tener un impacto tangible y concreto para clientes, colaboradores y comunidades, no solo limitarse a cumplir con las certificaciones.
- Integrar la sostenibilidad al modelo de negocio: La Sostenibilidad debe dejar de ser vista como una iniciativa separada, para convertirse en una parte integral de la estrategia empresarial.
- Monitoreo y comunicación transparente: Los informes ESG no solo sirven como herramienta de control interno, sino también como medio de confianza para inversores, clientes y gobiernos.
El futuro de la sostenibilidad en el negocio
La Sostenibilidad ya no es un tema adicional para las empresas, sino que se ha convertido en el modelo operativo del futuro. Las organizaciones que comiencen hoy a adoptar prácticas sostenibles estarán mejor preparadas para lo que viene y, al mismo tiempo, contribuirán activamente a la construcción de un futuro más responsable y rentable. Quienes lideren esta transformación no solo estarán mejor posicionados en el mercado, sino que jugarán un papel crucial en la creación de un mundo más sostenible.
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