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La Fundación ANAR, de ayuda a niños/as y adolescentes en riesgo, ha presentado este miércoles 21 de mayo su Informe ‘Teléfono/Chat ANAR 116 000 para Casos de Niños/as Desaparecidos/as 2024’, con motivo del próximo día Internacional de Menores de Edad Desaparecidos/as, donde ha expuesto los datos de las peticiones de ayuda recibidas en las Líneas de Ayuda ANAR.
Según datos del Centro Nacional de Desaparecidos (CNDES) del Ministerio del Interior, el 49,4% de las personas que desaparecieron en España, en 2024, eran menores de edad. En 2024, Fundación ANAR ayudó a 1.171 menores de edad desaparecidos/as y sus familias, para lo que fue necesario atender 4.383 peticiones de ayuda, registrándose un incremento del 91,4% en los últimos cinco años.
El Teléfono 116 000 es un número común, armonizado de la Unión Europea, declarado de Interés Social, que ANAR puso en marcha tras serle atribuida su gestión por el Ministerio del Interior, con el que trabaja en estrecha colaboración. Además, coopera en red junto a todos los países de la UE.
La fuga o ideación de fuga, el motivo de desaparición más frecuente
En lo referente a las causas de desaparición de un niño, niña o adolescente en España, la fuga o ideación de fuga es la más frecuente, representando más de la mitad de los casos (57,6%): de ellos, la fuga supone el 92,2% y la ideación de fuga, el 7,8%. El segundo motivo de desaparición más común lo constituyen las expulsiones del hogar (23,7%), seguido del secuestro parental (12,4%), pérdida o accidente (3,8%), secuestro por parte de terceros con fines criminales (1,9%) y migrantes no acompañados/as (0,6%).
Los principales problemas que padecen los niños/as y adolescentes desaparecidos son la tristeza (10,6%), el maltrato psicológico (10,5%), el miedo (10,2%), la conducta suicida (9,9%) y la ansiedad (9,1%). En líneas generales, los problemas de salud mental son más frecuentes (63,3%) que los relacionados con la violencia (22,9%), mientras que otras cuestiones, como los problemas en el colegio, las dificultades de relación y la pobreza infantil, entre otros, suponen el 13,8% restante.
Benjamín Ballesteros, director técnico de Fundación ANAR, ha asegurado: “la desaparición de un/a menor de edad del entorno familiar es una de las experiencias más duras y traumáticas que puede sufrir un ser humano, como consecuencia de ello, el miedo, la ansiedad, tristeza, adicciones o conducta suicida son algunos de los problemas más frecuentes que experimentan las familias tras la desaparición de su hijo/a”.
Violencia de género y adicciones, presentes en el entorno
Respecto a los problemas presentes en el entorno del/la menor de edad previos a su desaparición, destacan la violencia de género (12,2%), adicciones (11,5%), maltrato psicológico (11,4%), maltrato físico (9,5%) y agresividad/ira (9,4%). Desde un punto de vista global, predominan los problemas de salud mental (50%), mientras que los de violencia contra un niño/a adolescente corresponde al 26,6% y otros problemas, como dificultades de relación, problemas jurídicos, pobreza infantil, inmigración, etc., suponen el 23,4%.
En el 81,8% de las consultas recibidas en las Líneas de Ayuda se ha requerido orientación Psicológica, Social y Jurídica, la más compleja que Fundación ANAR ofrece, con un incremento de 7,4 puntos porcentuales respecto al año anterior.
La mayoría de las problemáticas relacionadas con la desaparición se producen desde hace más de un año (67,6%). En cuanto a la urgencia y la gravedad de las situaciones, ambas son muy altas, con un 92,9% y un 94,9% respectivamente.
Para Diana Díaz, directora de las Líneas de Ayuda ANAR, “es crucial la prevención que se puede hacer en muchos casos, antes de que desemboquen en situaciones muy críticas para la familia. Los menores de edad necesitan tener experiencias gratificantes en el seno familiar que les aporten ese sentimiento de pertenencia”. “Todas las familias podemos atravesar momentos críticos, tensiones, etc., pero es importante actuar y ponernos en manos de profesionales que nos ayuden cuando la situación nos desborda”, añade.
Mujer adolescente, el perfil más repetido
Respecto al perfil de los niños, niñas y adolescentes ayudados, más de la mitad de las consultas atendidas hacen referencia a mujeres (59,3%), mientras que las de varones son menores (38,7%). Con respecto a la edad, predominan los/as adolescentes, con un 66,2%, seguidos de los/as preadolescentes, con un 18,6%, y los niños/as, 13,1%. El 36,2% de los niños/as y adolescentes desaparecidos viven en familias monoparentales, mientras que el 24,2% lo hace con ambos progenitores y el 5,1% reside en un centro o institución. Asimismo, el 3,2% de los menores de edad desaparecidos/as tienen alguna discapacidad.
Como consecuencia de las consultas recibidas por desapariciones de niños, niñas y adolescentes, Fundación ANAR llevó a cabo 1.347 derivaciones a recursos de infancia. Además, hubo 259 casos graves que requirieron una intervención inmediata de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad (Guardia Civil, Policía Nacional y Autonómica), los Servicios Sociales y Servicios de Protección a la Infancia y Adolescencia, con quienes la Fundación trabaja en estrecha colaboración.
Sonsoles Bartolomé, directora jurídica de las Líneas de Ayuda ANAR, ha remarcado la importancia del trabajo coordinado con otros organismos: “es fundamental la colaboración con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, para poder reaccionar y ayudar con la celeridad y herramientas necesarias, dada la gravedad y urgencia de la mayoría de casos de niños/as y adolescentes desaparecidos”.
Cooperación transfronteriza
Asimismo, Fundación ANAR forma parte de redes nacionales e internacionales de protección a la infancia, lo que permite una mayor eficacia en los procesos de búsqueda, gracias al intercambio de información y recursos con otras entidades y autoridades. A lo largo del año pasado, intervinimos en 6 situaciones de coordinación internacional que precisaron de cooperación transfronteriza, en las que estaba implicada la desaparición de 7 menores de edad.
Las entidades gestoras del servicio 116 000 en el extranjero que han requerido nuestra actuación han sido ONG Magnolia (Ucrania), IAC (Portugal) y ASTRA (Serbia), mientras que desde España hemos requerido la cooperación internacional en una ocasión por una niña de 5 años, debido a un caso de sustracción parental.
Benjamín Ballesteros ha incidido en que los menores de edad desaparecidos y sus familias padecen una de las peores experiencias que puede pasar un ser humano «y desde la Fundación ANAR queremos ayudarles. Por eso pido a los medios de comunicación que difundan el número 116 000 siempre que se hable de la desaparición de un/a menor de edad, para poder llevar nuestra ayuda profesional a todas las personas que nos puedan necesitar”, ha concluido.
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