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Con más de dos décadas dedicadas a tender puentes entre la ética y la gestión empresarial, Pedro Francés Gómez, catedrático de ética y filosofía política en la Universidad de Granada, ha sido uno de los referentes académicos en el desarrollo de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) en España.
Como director de la Escuela de Doctorado de Humanidades, Ciencias Sociales y Jurídicas y miembro de la Comisión de Ética de su universidad, ha impulsado iniciativas que van desde sistemas de gestión ética hasta propuestas globales para afrontar los grandes retos de nuestro tiempo, como el cambio climático y la integración social.
“Las grandes transformaciones que necesitamos requieren un compromiso global más profundo”, afirma. En esta entrevista, repasa los hitos de su trayectoria, analiza la evolución de la RSE y lanza un mensaje claro: “Las empresas tienen el poder de generar cambios sociales significativos”.
También destaca el papel que ha jugado esta cabecera en el impulso de la responsabilidad social en nuestro país: “Corresponsables ha sido una publicación esencial, no solo por divulgar buenas prácticas, sino por inspirar a las empresas a dar pasos concretos”.
Pedro, ¿cómo descubrió su interés por la Responsabilidad Social Empresarial y por qué decidió involucrarse?
Mi interés por la RSE comenzó durante mis estudios en ética y filosofía política contemporánea para mi tesis doctoral. En ese contexto, me encontré con los trabajos de David P. Gauthier, cuya teoría neo-contractualista sobre la ética de la cooperación y el análisis económico de la conducta me motivó a explorar la ética empresarial. Fue entonces cuando solicitamos un proyecto financiado por la Fundación Caja Madrid con la supervisión de Josep M. Lozano, lo cual marcó el inicio de mi enfoque en la ética aplicada al ámbito empresarial.
«Lo que me motivó a involucrarme en la RSE fue la posibilidad de transformar los principios éticos en sistemas de gestión prácticos y auditable»
En ese momento, en torno a 1999-2000, asistí a una charla de un representante de Forética, lo que me hizo darme cuenta de que la RSE no solo podía ser teórica, sino que debía convertirse en una gestión práctica y auditable. A partir de ahí, comencé a involucrarme más activamente en este campo, que entonces era todavía incipiente.
¿Cómo era el panorama de la RSE en sus primeros años y cómo lo ve hoy?
Cuando empecé en la RSE, el panorama era muy diferente al actual. En España, la evolución estuvo muy marcada por las políticas de la Unión Europea y los incentivos nacionales. Para muchas empresas, la RSE representaba un cambio cultural profundo, ya que sus directivos ni siquiera imaginaban este concepto solo unos años antes. Sin embargo, en los últimos años, la RSE ha evolucionado significativamente. Hoy en día, los directivos de las empresas ya están acostumbrados a los términos como RSE, ESG, y gestión de stakeholders. Ya no es visto como un cambio radical, sino como una parte integral de la estrategia empresarial, aunque aún queda mucho por hacer.
«En los primeros años, la RSE representaba para muchas empresas un cambio cultural radical, algo que los directivos no habrían imaginado solo unos años antes»
En sus primeros proyectos, ¿cuáles fueron los mayores desafíos que enfrentó?
Uno de los mayores obstáculos fue la desconfianza generalizada hacia la RSE. Muchos pensaban que se trataba de una cuestión de imagen o simplemente de gestión de riesgos. Además, los sindicatos no estaban tan involucrados al principio, lo que dificultaba que las empresas asumieran voluntariamente políticas beneficiosas para los trabajadores. A pesar de estos retos, se empezaron a hacer pequeños avances, y algunos de los proyectos iniciales que trabajamos, como el SGE-21, tuvieron un impacto significativo en la integración de la RSE en las empresas, lo que nos dio mucha confianza para seguir adelante.
«Los obstáculos más frecuentes siguen siendo la desconfianza y la tendencia a ver la RSE solo como una herramienta de gestión de imagen y reputación»
¿Cuál ha sido el proyecto más significativo de RSE con el que ha trabajado y qué impacto cree que ha tenido?
Uno de los proyectos más significativos en los que trabajé fue el sistema SGE-21, que presentamos junto a Germán Granda en una conferencia de EBEN en Konstanz, Alemania. Aunque el sistema estaba aún en sus primeras fases, tuvo una gran acogida. Los participantes se interesaron por nuestra propuesta de integrar la ética como un sistema de gestión empresarial, y el trabajo fue publicado en una obra colectiva. Este proyecto, a pesar de su simplicidad inicial, fue fundamental para dar visibilidad a la importancia de incorporar la ética como un sistema auditado y medible en las organizaciones.
«El sistema SGE-21 fue nuestra primera gran apuesta para demostrar que la ética empresarial puede integrarse como un sistema de gestión eficaz y medible»
¿Cómo ve el papel de Corresponsables en la RSE durante estos años?
Corresponsables ha sido una publicación esencial en la divulgación de la RSE en España. Mi primer contacto con Marcos fue en los inicios, cuando la revista era muy pequeña y él la gestionaba prácticamente solo. A pesar de los modestos comienzos, era evidente que Corresponsables tenía un enfoque único: estar en primera línea, divulgando buenas prácticas y promoviendo la importancia de la RSE como una disciplina estratégica.
«Corresponsables ha jugado un papel crucial en la difusión de la RSE, no solo a través de la información, sino también inspirando a las empresas a dar pasos concretos hacia la responsabilidad social»
En la academia solemos ser más críticos, pero Corresponsables ha jugado un papel fundamental en la creación de un foro de comunicación y experiencia compartida, que ha contribuido a transformar la cultura empresarial hacia una más ética y responsable.
A lo largo de su carrera, ¿cuáles han sido las lecciones más importantes que ha aprendido?
Una de las lecciones más importantes que he aprendido es que los cambios son posibles. Las empresas tienen un poder de influencia que puede generar transformaciones sociales reales. Las empresas no son solo actores económicos, sino que tienen un potencial increíble para influir en la mejora de la sociedad. Sin embargo, también he aprendido que para enfrentar los grandes retos sociales como el cambio climático o la inmigración creciente, necesitamos un compromiso global más profundo. Las políticas nacionales y los intereses de algunos actores globales dificultan que se logren cambios verdaderamente transformadores.
«Es fundamental que los sindicatos reconozcan que las empresas pueden adoptar voluntariamente políticas a favor de los trabajadores, más allá de la obligación»
Pedro, ¿cómo ve el futuro de la RSE y la sostenibilidad en los próximos 20 años?
El futuro de la RSE está marcado por grandes retos. Si bien el cambio climático es el desafío más apremiante, también lo son la desigualdad social y la innovación tecnológica. La inteligencia artificial (IA) será una herramienta clave en la creación de modelos más sostenibles, pero el gran reto será asegurar que las políticas nacionales e internacionales puedan alinearse para implementar estrategias globales. Además, el concepto de sostenibilidad no solo debe centrarse en lo ambiental, sino también en lo social y económico, ya que todo está interconectado.
«Si algo me ha enseñado mi carrera es que las grandes transformaciones que necesitamos, como el cambio climático y la integración social, requieren un compromiso global más profundo»
¿Qué impacto ha tenido la sostenibilidad en las estrategias empresariales en los últimos años?
La sostenibilidad se ha convertido en un eje central de la estrategia empresarial moderna. Las empresas ya no pueden permitirse ignorar el impacto social y ambiental de sus operaciones. Hoy en día, las políticas ambientales y de gobernanza son esenciales, pero lo social sigue siendo el área que más necesita estructurarse y ser abordada de manera estratégica. Es fundamental que las empresas no solo se centren en el aspecto ambiental, sino que también integren lo social como parte integral de sus políticas y operaciones.
¿Cómo cree que las nuevas generaciones de profesionales deben prepararse para el futuro de la RSE?
Las nuevas generaciones tienen una gran responsabilidad, pero también una gran oportunidad. Mi consejo es que se preparen desde una perspectiva ética y de impacto real. La RSE no es solo una disciplina que se aprende desde el punto de vista académico, sino que es algo que debe vivirse de manera activa, y eso solo se consigue estando comprometidos con los principios de sostenibilidad, equidad y justicia social. Las nuevas tecnologías, como la IA, también jugarán un papel clave en este proceso, y es crucial que se utilicen para impulsar un futuro más responsable y sostenible.
«La mayor lección es que las empresas tienen el poder de generar cambios sociales significativos»
¿Cuál considera que ha sido su mayor contribución al campo de la RSE?
Me siento muy orgulloso de haber contribuido al desarrollo de la RSE desde sus primeros días en España, especialmente a través de Alter Company y su trabajo pionero en la integración de la RSE con las estrategias empresariales. Sin embargo, mi mayor contribución ha sido crear un marco conceptual que permita a las empresas comprender que la RSE no es solo una obligación, sino una forma de gestionar el negocio de manera inteligente y ética.
¿Cómo le gustaría que se le recordara en el ámbito de la RSE?
Me gustaría que se me recordara como alguien que contribuyó a integrar la RSE en el corazón de las empresas, ayudando a demostrar que es posible hacer negocios de manera ética y responsable. Mi legado, si se quiere llamar así, sería que las futuras generaciones de empresarios y profesionales no vean la RSE como un extra, sino como algo fundamental para su éxito y para el bienestar de la sociedad.
«Mi legado en la RSE será haber sido un puente entre la teoría académica y la práctica empresarial, ayudando a integrar la ética como una parte fundamental de la estrategia empresarial»
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