Con motivo del 20 aniversario de Corresponsables, entrevistamos a Dulcinea Mejilde Vidal, Directora de Desarrollo Sostenible y Diversidad e Inclusión de Agbar, una de las voces más comprometidas y transformadoras en el ámbito de la sostenibilidad y la responsabilidad social en España. Dulcinea destaca que “la sostenibilidad es un concepto mucho más amplio y multifacético” y que “la RSE ha evolucionado hasta convertirse en un pilar estratégico esencial” para las empresas. Desde 2016, ha impulsado en Agbar proyectos pioneros que integran economía circular, biodiversidad, inclusión y autosuficiencia energética, demostrando que “la innovación es clave para afrontar los retos ambientales y sociales”.
Para Dulcinea, la sostenibilidad no es una moda pasajera, sino “una extensión natural de la misión empresarial”, basada en valores como la equidad, la igualdad de oportunidades y la integración. Resalta que “la colaboración entre diferentes actores es imprescindible para generar un impacto positivo sostenible” y que “la transparencia, ética y responsabilidad son demandas crecientes de la sociedad”.
Su relación con Corresponsables comenzó en 2014 y reconoce que esta plataforma ha sido “un referente significativo” en su trayectoria, conectándola con profesionales y espacios de diálogo esenciales para el avance de la sostenibilidad en el tejido empresarial español. En este aniversario, Corresponsables reafirma su papel como altavoz y catalizador de las mejores prácticas en responsabilidad social, consolidándose como un actor clave para impulsar la transformación hacia un futuro más justo y resiliente, tal como refleja el compromiso y la visión de líderes como Dulcinea Mejilde Vidal.
Dulcinea, ¿de qué manera y en qué momento comenzaste a interesarte e implicarte en el campo de la Responsabilidad Social y la Sostenibilidad?
Mi trayectoria proviene del ámbito operacional y, considerando que la actividad principal de la empresa está vinculada a la gestión del agua, siempre había tenido la convicción de que mi labor aportaba a la sostenibilidad, aunque entendida únicamente desde una perspectiva ambiental.
Fue en el año 2015 cuando tuve la oportunidad de profundizar en la naturaleza integral y holística de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) y la sostenibilidad, lo que abrió un abanico mucho más amplio de posibilidades: el diálogo con grupos de interés, la conservación de la biodiversidad, la acción social… Todos estos aspectos, sin duda, han sido decisivos para mi desarrollo profesional y personal.
«La sostenibilidad es un concepto mucho más amplio y multifacético»
Este descubrimiento no solo amplió mi visión, sino que también me permitió comprender que la sostenibilidad es un concepto mucho más amplio y multifacético, que va más allá del cuidado ambiental para abarcar aspectos sociales, económicos y éticos. Esta comprensión integral ha enriquecido profundamente mi forma de abordar mi trabajo y mi compromiso con el entorno y la sociedad.
¿Cómo describirías la evolución de la RSE desde sus inicios hasta la actualidad?
La RSE ha sufrido una transformación profunda y trascendental. En sus etapas iniciales, se reducía a acciones puntuales, simbólicas y de carácter voluntario. Sin embargo, con el paso del tiempo, ha ido evolucionando hasta posicionarse como un pilar estratégico esencial para las organizaciones. Hoy en día, ninguna empresa que aspire a conservar su relevancia y sostenibilidad a largo plazo puede permitirse ignorar este compromiso. La sostenibilidad se ha convertido en una necesidad ineludible, especialmente en un contexto en el que la sociedad demanda mayor transparencia, ética y responsabilidad en las prácticas empresariales.
«La RSE ha evolucionado hasta convertirse en un pilar estratégico esencial»
Este cambio, lejos de ser repentino, ha sido el fruto de un proceso prolongado y complejo de adaptación y evolución por parte de las empresas. Asimismo, el desarrollo de un marco regulatorio sólido y exigente promete impulsar aún más esta evolución, consolidando la RSE como un componente imprescindible para la gestión corporativa en el futuro cercano.
¿En qué momento entraste en contacto con Corresponsables y tienes algún recuerdo o anécdota especial vinculada a esta relación a lo largo de los años?
Conocí a Corresponsables en 2014. Por aquel entonces no pertenecía al área de Responsabilidad Social Empresarial, pero me invitaron a participar en una mesa redonda sobre temas ambientales. Fue una de mis primeras experiencias hablando en público y dirigiéndome a un público externo sobre estos asuntos, por lo que guardo ese recuerdo con mucho cariño.
«Corresponsables ha sido un referente significativo en mi trayectoria»
Esta experiencia no solo supuso un reto personal sino que también impulsó mi desarrollo profesional, permitiéndome compartir conocimientos y conectar con otros profesionales comprometidos con la sostenibilidad. Desde entonces, Corresponsables ha sido un referente significativo en mi trayectoria.
¿Cuáles han sido los cambios más significativos que has observado en la Responsabilidad Social Empresarial y la Sostenibilidad desde tus inicios?
En términos generales, la Responsabilidad Social Empresarial ha dejado de ser considerada como un aspecto adicional o «extra» para consolidarse como una parte imprescindible en la gestión de las empresas. La percepción social también ha cambiado profundamente y hoy en día la ciudadanía demanda con mayor intensidad que las compañías actúen con compromiso real y responsabilidad en materia de sostenibilidad.
«La colaboración entre diferentes actores es imprescindible para generar un impacto positivo sostenible»
Este cambio refleja una mayor conciencia colectiva y un compromiso más profundo por parte de los consumidores y la sociedad en general, quienes exigen transparencia, ética y un impacto positivo tangible en el entorno social y ambiental.
Desde tu perspectiva, Dulcinea, ¿cuáles han sido los momentos clave que han marcado la evolución de la Responsabilidad Social y la Sostenibilidad en estas últimas dos décadas, y qué factores han impulsado tales transformaciones?
En estas dos décadas, uno de los hitos más importantes ha sido el auge de los informes de sostenibilidad, cuando las empresas comenzaron a comunicar abierta y sistemáticamente sus acciones y compromisos en este ámbito. Otro punto fundamental fue la adopción de la Agenda 2030 por parte de la ONU y la firma del Acuerdo de París, eventos que marcaron un antes y un después en la manera de enfocar la sostenibilidad empresarial a nivel global.
«La dimensión ambiental se ha convertido en un ámbito central en la gestión corporativa»
A esto se suman las nuevas realidades, como la necesidad imperiosa de una economía circular, la creciente relevancia de las finanzas sostenibles y la presión regulatoria que actualmente enfrentan las organizaciones. Estos avances han sido impulsados por factores como la creciente conciencia y exigencia de los clientes y consumidores, que hoy están más informados y comprometidos que nunca. Además, las nuevas tecnologías y las redes sociales juegan un papel crucial al evidenciar las acciones empresariales en tiempo real, generando una presión inmediata y constante.
Otro motor fundamental son las nuevas generaciones, que reclaman cambios profundos para preservar su futuro, y por último, las crisis económicas y sanitarias que han provocado un vuelco en las conciencias y acelerado la reflexión sobre la importancia de la sostenibilidad y la responsabilidad social.
«Las nuevas generaciones reclaman cambios profundos para preservar su futuro»
¿Qué enseñanzas fundamentales has extraído a lo largo de tu trayectoria profesional en el ámbito de la Responsabilidad Social Empresarial?
Una de las lecciones más valiosas que he aprendido es la importancia de establecer alianzas estratégicas para alcanzar objetivos transversales que aporten beneficios tanto a la propia empresa como al ecosistema empresarial en general.
«La presión regulatoria impulsa una evolución necesaria en las empresas»
La colaboración entre diferentes actores resulta imprescindible para generar un impacto positivo sostenible y duradero, ya que los retos que enfrentamos en materia de responsabilidad social y sostenibilidad son complejos y requieren de esfuerzos conjuntos y coordinados para ser abordados eficazmente.
¿Podrías compartir alguna experiencia o anécdota que refleje el espíritu y los desafíos característicos de los primeros tiempos de la RSE?
La inclusión de la dimensión ambiental en la agenda de la Responsabilidad Social Empresarial representó un cambio sustancial en un período relativamente breve, acompañado de transformaciones significativas en términos de competencias y responsabilidades.
La relevancia que esta temática ha ido adquiriendo en los comités de dirección y consejos de administración de las empresas evidencia la evolución y consolidación de la RSE como un ámbito central en la gestión corporativa. Esta transición no estuvo exenta de desafíos, pero también supuso una oportunidad para redefinir prioridades y alinear la estrategia empresarial con los nuevos imperativos ambientales.
¿Quiénes han sido los pioneros en la materia de RSE y sostenibilidad?
Entre los referentes que me vienen a la mente destaca Paul Hawken, autor y empresario reconocido por su papel pionero en la integración de la sostenibilidad en el mundo de los negocios. Asimismo, las Naciones Unidas han jugado un papel fundamental, especialmente a través de iniciativas como el Pacto Mundial y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que han marcado un rumbo claro para las empresas a nivel global. También me vienen a la mente compañías como Patagonia, que no solo lideran en prácticas sostenibles, sino que también destacan por su activismo ambiental y compromiso social, sirviendo de inspiración para muchos dentro y fuera del sector empresarial.
¿Podrías mencionar algún caso de éxito emblemático en el campo de la RSE que consideres ejemplar?
Un ejemplo destacado es la implementación de proyectos enfocados en la biodiversidad y la adaptación al cambio climático, que reflejan un compromiso concreto y medible con el medio ambiente. Además, la incorporación de acciones sociales desarrolladas en colaboración con entidades del tercer sector ha sido fundamental para generar un impacto social positivo.
«La transparencia, ética y responsabilidad son demandas crecientes de la sociedad»
También cabe destacar el trabajo en diversidad e inclusión, así como en el bienestar de las personas dentro de la plantilla, aspectos que fortalecen la cultura organizacional y promueven un entorno laboral saludable. Finalmente, la extensión de la responsabilidad a toda la cadena de valor constituye un paso decisivo para garantizar que el compromiso con la sostenibilidad alcance todas las áreas de actuación de la empresa.
¿Cómo visualizas el futuro de la Responsabilidad Social y la Sostenibilidad? ¿Qué retos y oportunidades anticipas para las próximas dos décadas?
Estamos en un escenario en el que la sostenibilidad ha dejado de ser una práctica deseable para convertirse en un imperativo empresarial ineludible. Este cambio de paradigma presenta, sin duda, numerosos desafíos, entre los que destaca la implementación efectiva de nuevas regulaciones, como las normativas de reporte de sostenibilidad, que exigirán mayor transparencia y rigor a las empresas.
«La sostenibilidad ha dejado de ser una práctica deseable para convertirse en un imperativo empresarial»
Sin embargo, estas dificultades vienen acompañadas de una multitud de oportunidades para aquellos que se atrevan a liderar la transformación hacia un modelo de negocio más responsable y sostenible. En este contexto, las compañías que integren la sostenibilidad en el núcleo de su estrategia podrán no solo sobrevivir, sino prosperar en un mundo que demanda cada vez más compromiso ambiental y social.
¿Qué rol deberían desempeñar las nuevas generaciones en la continuidad y evolución de este legado?
Las nuevas generaciones tienen el papel fundamental de ser protagonistas en la construcción de un futuro más sostenible, elevando el legado actual a niveles superiores de impacto y compromiso. Ya están impulsando cambios significativos, exigiendo prácticas más responsables y conscientes. Su familiaridad con las tecnologías emergentes les permitirá desarrollar soluciones innovadoras para los problemas ambientales y sociales que enfrentamos.
Además, su enfoque hacia un consumo responsable, un liderazgo ético, un activismo comprometido y una cultura de emprendimiento social son elementos clave que contribuirán a transformar el camino trazado en una auténtica autopista hacia la sostenibilidad.
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