En las últimas décadas, el mundo rural se ha visto obligado a afrontar un sinfín de complejos desafíos. El reto demográfico no sólo tiene que combatir el despoblamiento; sino también la falta de servicios y oportunidades y la desigualdad social. En este contexto, las cooperativas han adquirido un papel esencial para el desarrollo rural. En muchos casos, son la principal o única empresa de los pueblos y eso las convierte en el motor económico de los mismos. No en vano, las cooperativas agroalimentarias ponen en valor las producciones locales, generan empleo, mejoran la oferta de servicios y, en última instancia, favorecen la fijación de población ayudando a captar y retener talento.
Como toda empresa de Economía Social, las cooperativas ponen en el centro a las personas independientemente de su género, edad, origen, orientación sexual, nivel socioeconómico o capacidades. De este modo, se crean modelos de negocio capaces de propiciar la cohesión social y garantizar el bienestar de todos los grupos de interés. Esto se ve reflejado en los valores cooperativos de igualdad, ayuda mutua y responsabilidad social que aseguran que todas las personas puedan tener voz y sentirse parte activa de la entidad.
La cooperativa ganadera Ntra Sra del Prado (COOPRADO) ha sabido tener siempre presente y poner en valor el carácter social de la entidad. Durante su constitución, hace más de 50 años, sus Estatutos ya incluyeron un Capítulo referido al Fondo de Obras Sociales que, conforme a la normativa de la época, fijaba su destino a actividades de orden moral, cultural o benéfico-sociales. Desde entonces, el deseo de destinar parte de sus beneficios a acciones de carácter social sigue alimentando la actividad diaria de la organización. Muestra de ello es la creación de la Fundación COOPRADO en 2018.
En la actualidad, uno de los principales objetivos de COOPRADO es convertirse en una cooperativa integradora, democrática y comprometida que contribuya a plantear soluciones estratégicas eficaces a los retos que se plantean en el medio rural. Gracias a esta visión estratégica, su labor va mucho más allá de la comercialización de las producciones de sus socios y socias y de la fabricación de pienso para alimentación animal. En los últimos años COOPRADO se ha convertido en un referente regional por su implicación en el desarrollo rural al generar empleo estable y de calidad, favorecer el relevo generacional en el sector primario y promover la puesta en marcha de proyectos comunitarios.
Para afrontar todos estos desafíos, la entidad trabaja de manera incansable para demostrar que un modelo de negocio sostenible debe incluir a todas las personas sin excepciones. La inclusión forma parte indispensable del ADN del cooperativismo y por eso, a lo largo de toda su trayectoria, COOPRADO ha promovido una firme política de inclusión entre sus socios, trabajadores y colaboradores. Un ejemplo de ello es su voluntad de integración de políticas para favorecer la contratación de personas con discapacidad. Así pues, cuando apenas contaba con 40 trabajadores ya tenía a 2 personas con discapacidad en plantilla.
A día de hoy, la cooperativa no ceja en su empeño de fomentar un entorno laboral inclusivo. Por ello, a la gestión de recursos humanos se fue sumando también la accesibilidad en sus centros de trabajo. En 2018 COOPRADO dio un paso más en su convicción convirtiéndose en la primera cooperativa de España en recibir el Sello Bequal sobre inclusión de la discapacidad. Esta distinción no sólo certifica las políticas de inclusión de la entidad; sino que, además, reconoce su compromiso con los valores de la Responsabilidad Social Empresarial y Discapacidad (RSE-D). La categoría Estándar que la cooperativa mantiene en la actualidad demuestra la madurez y la continuidad de su apuesta inclusiva.
A través de su Fundación y de sus políticas inclusivas, COOPRADO ha logrado promover una cultura organizativa basada en la igualdad y la diversidad. Este compromiso no solo responde a un principio ético, sino a una estrategia de desarrollo rural sostenible y equitativo. La obtención y renovación del Sello Bequal, ha sido un punto clave en este proceso. A raíz de su certificación, la cooperativa ha establecido convenios de colaboración con un gran número de asociaciones de personas con discapacidad de la provincia de Cáceres. Con ellas mantiene acuerdos para la realización de talleres y jornadas formativas que contribuyen aún más a la formación e inclusión sociolaboral de sus usuarios.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables – Bequal: Organizaciones socialmente responsables con las personas con discapacidad