En ICT Ibérica entendemos que el verdadero progreso no sólo se mide en cifras, sino en el impacto positivo que somos capaces de generar en las personas y en sus entornos. Y en este compromiso, la infancia ocupa un lugar central, porque la educación, desde su origen, representa el desarrollo humano, social y sostenible.
Los valores que defendemos como compañía – igualdad, cuidado, educación y respeto – se reflejan de forma tangible cuando se convierten en oportunidades reales para la infancia, sobre todo para las niñas que viven en entornos donde la pobreza, la desigualdad y la falta de acceso a derechos básicos – como la educación, la vacunación y el agua potable – siguen siendo desafíos urgentes.
Nuestra alianza con UNICEF, iniciada hace más de una década a través de nuestra marca Foxy, representa uno de nuestros compromisos más firmes con la infancia y su desarrollo. Aunque se puso en marcha antes de la proclamación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, hoy está plenamente alineada con tres de ellos: Salud y Bienestar (ODS 3), Educación de Calidad (ODS 4) e Igualdad de Género (ODS 5), ámbitos en los que la empresa puede – y debe – ser un agente transformador.
Así, desde 2013, trabajamos conjuntamente en proyectos humanitarios que combinan educación, salud e igualdad en algunos de los contextos más vulnerables del planeta. Comenzamos con el proyecto “Escuelas en Mali”, que durante seis años contribuyó a mejorar las infraestructuras de agua y saneamiento en 13 escuelas del país africano. Más de 4.400 niños y niñas se beneficiaron de un entorno más seguro, higiénico y propicio para el aprendizaje. No sólo se mejoraron las instalaciones, sino también las prácticas de higiene personal y la asistencia escolar, combatiendo el abandono y el analfabetismo femenino, una de las barreras más persistentes para la igualdad en el África subsahariana.
Posteriormente, a partir de 2019, el compromiso se trasladó a Costa de Marfil con el proyecto “Niñas en la escuela”, cuyo objetivo es garantizar el acceso y la finalización del ciclo básico de escolarización a más de 3.500 niñas, la parte más desfavorecida de la población marfileña. Este proyecto promueve también entornos seguros y libres de discriminación de género, donde las niñas pueden aprender con el material adecuado y los docentes cualificados, pudiendo participar activamente en su comunidad.
Con el inicio de la emergencia sanitaria por COVID-19, Foxy también se unió a UNICEF para apoyar a los profesionales de la salud en los hospitales de toda España, colaborando para suministrarles equipos de protección como mascarillas, guantes y gafas.
Y ahora hemos dado un nuevo paso con el proyecto “WASH”, centrado en proporcionar agua potable, saneamiento e higiene en escuelas de las regiones de Cacheu y Oio, en Guinea-Bissau, una de las zonas con peores indicadores de desarrollo humano del mundo. Allí, muchas niñas siguen teniendo limitada su educación por la falta de servicios básicos como letrinas separadas por sexo, espacios adecuados para la higiene menstrual y que garantizan su seguridad y dignidad. De hecho, la mayoría de las escuelas rurales solo ofrece el ciclo básico y, en un entorno de pobreza extrema, las familias priorizan la educación de los varones. Los niveles de alfabetización secundaria entre las mujeres son dramáticamente bajos.
Cada uno de los proyectos que desarrollamos junto a UNICEF transforma realidades pero también conciencias. Nos invita a asumir que el respeto hacia las personas y su entorno no es sólo ética sino una estrategia de futuro, porque en cada pozo construido, en cada escuela mejorada y en cada niña de Mali, Costa de Marfil o Guinea-Bissau que continúa su educación, todos avanzamos hacia un mundo más justo, igualitario y sostenible. Y es ahí, en esa construcción compartida, donde encontramos el verdadero sentido de nuestro lema: “Construimos nuestra historia con el respeto hacia el mundo que nos rodea.”

