No hay duda de que el fútbol es un deporte generador de pasiones y emociones, capaz de congregar a miles de personas en un estadio, o delante de una pantalla, o de alcanzar a millones de fans a través de sus activaciones. Pero el fútbol no es solo un deporte, es una escuela de vida. Desde temprana edad, está comprobado que los niños que participan en actividades futbolísticas no solo desarrollan habilidades físicas, sino que también adquieren conocimientos y pautas de comportamiento que influyen positivamente en su educación y en su desarrollo integral.
El fútbol enseña valores fundamentales como el trabajo en equipo, el respeto, la solidaridad y la responsabilidad. Los niños aprenden a estar juntos para alcanzar un objetivo común, a respetar las reglas del juego y a sus compañeros y adversarios. Estos aprendizajes son transferibles a otros aspectos de la vida, como el ámbito escolar y social. Con este propósito, desde la FUNDACIÓN LALIGA, el brazo social de LALIGA, impulsamos desde hace más de tres décadas multitud de proyectos que benefician a colectivos vulnerables, especialmente a la infancia, y lo hace a través de valores compartidos como son la igualdad, la inclusión, la tolerancia, el trabajo en equipo o el respeto.
De forma más concreta, nuestros objetivos son ambiciosos y fundamentales. Trabajamos para que el deporte, y en particular el fútbol, se convierta en una herramienta útil en la educación y en la formación integral de los más pequeños. Y es que los niños y las niñas son la afición del futuro, los futbolistas del futuro, y por ello incidimos en que, si trabajamos en que implementen en su vida los aspectos positivos del fútbol desde que la infancia, será posible evitar algunas de las situaciones y de las actitudes antideportivas y violentas que vemos hoy en día en nuestra industria. El proyecto ‘Futura Afición’, puesto en marcha por la FUNDACIÓN LALIGA en 2015, ha llevado sus talleres educativos a través del fútbol a más de 94.000 niños y niñas y a más de 600 colegios de toda España, convirtiéndose en un referente en el sector de la educación.
Más allá de su poder educativo, el fútbol es una valiosísima herramienta de integración. El deporte en general, y en particular el fútbol, es capaz de romper barreras culturales, crear lazos de amistad y promover la inclusión, la igualdad de género y la solidaridad. Estos principios son esenciales para que los niños puedan construir un futuro mejor y convertirse en adultos responsables y comprometidos con sus comunidades.
Ejemplo de ello es la colaboración que mantenemos desde hace 6 temporadas con la Fundación Vicente Ferrer, entidad asentada en India desde los años 70 para mejorar las condiciones de vida de las comunidades más desfavorecidas en el estado de Andhra Pradesh. Con un enfoque integral, la Fundación Vicente Ferrer desarrolla proyectos de educación, salud, vivienda, discapacidad, empoderamiento de la mujer y desarrollo sostenible. Al igual que la FUNDACIÓN LALIGA, la Fundación Vicente Ferrer considera que el cambio social solo es posible a través de la educación y la igualdad de oportunidades, independientemente de su condición social.
La colaboración entre ambas instituciones tiene un impacto más que notorio: solo en la temporada pasada ha tenido más de 3.000 beneficiarios, quienes han podido mejorar sus habilidades deportivas, sus conocimientos académicos y en nuevas tecnologías, o el cuidado de su salud. El proyecto ha podido además proporcionar oportunidades de empleo en el ámbito del deporte y fomentar el fútbol como herramienta de igualdad entre la población infantil, para que tanto niños como niñas tengan acceso a la práctica del fútbol desde edades tempranas.
Por su parte, el programa grassroots, asociado al proyecto común entre estas organizaciones, ha alcanzado a 2.787 niños y niñas de 29 clubes locales, con la dotación de material deportivo, la participación en torneos mixtos con 110 partidos disputados y los talleres de formación para entrenadores y árbitros, ya que están involucrados de forma global 68 entrenadores y 8 entrenadoras, una de ellas con licencia oficial, así como 22 árbitros y 3 árbitras.
Datos que confirman la convicción común que compartimos con la Fundación Vicente Ferrer de que ningún niño debería ver limitada su capacidad de soñar y desarrollarse por su entorno socioeconómico. A través de nuestros programas deportivos y educativos, buscamos proporcionar a los niños y jóvenes un ambiente seguro, donde puedan aprender, disfrutar y crecer.
En un mundo que aún enfrenta importantes desigualdades, creemos que cada pequeño paso cuenta y que, al unir esfuerzos, podemos lograr cambios significativos y duraderos. La infancia es el futuro, y tanto desde FUNDACIÓN LALIGA como desde la Fundación Vicente Ferrer, seguiremos trabajando para garantizar que ese futuro sea inclusivo y lleno de posibilidades.