Un año más, celebramos el Día Internacional contra el Cambio Climático. En esta jornada centrada en la concienciación sobre los efectos devastadores de este fenómeno, dedicar un tiempo para reflexionar sobre nuestro impacto en el planeta adquiere una relevancia ineludible. La crisis climática se ha convertido en uno de los mayores desafíos de nuestra sociedad, y es fundamental contar con la implicación de todos y todas para paliar sus efectos.
El sector de la salud aparece aquí como un aliado indispensable para abordar la amenaza que supone este reto para la calidad de vida y el bienestar de las personas. La crisis climática es también una crisis sanitaria, y debemos abordar este desafío con un compromiso firme: por el cuidado de las personas y del planeta. Para conseguirlo, el sector tiene una doble responsabilidad: reducir su impacto ambiental a la vez que protege y contribuye a mejorar la salud de las personas.
Asumir esta responsabilidad es especialmente importante en el caso de los pacientes con problemas respiratorios. El cambio climático amenaza la calidad de vida de quienes padecen estas patologías y va más allá de la salud física para alcanzar el bienestar general de las personas. La contaminación del aire se ha convertido en el segundo factor de riesgo de muerte a nivel mundial, y ya es responsable de más de 8 millones de fallecimientos prematuros cada año.
Asimismo, según el estudio ‘Cleaner air, clearer lungs, better lives’, publicado en 2023 por Economist Impact en colaboración con Chiesi, un 69% de los encuestados (pacientes de España, Alemania, Francia, Italia y Reino Unido) creen que la calidad del aire ha empeorado en los últimos años y 4 de cada 10 personas que viven con mala calidad del aire están preocupadas sustancialmente por el empeoramiento de su salud.
Desde Chiesi, conscientes de nuestro rol relevante dentro de la industria farmacéutica y del tejido empresarial, y en el marco de nuestro compromiso con la creación de ‘valor compartido’, hemos marcado ambiciosos objetivos en materia de reducción de emisiones. Reconociendo la urgencia de la acción climática, hemos establecido como objetivo alcanzar las cero emisiones netas en 2035 (Net Zero). Estos objetivos, que han sido validados por la iniciativa de Science Based Targets (SBTi), se anticipan al objetivo establecido en el Acuerdo de París de ser Net Zero en 2050.
Una de las acciones más destacadas en esta hoja de ruta hacia estos objetivos es el desarrollo del inhalador con mínima huella de carbono, con la transición a un nuevo propelente, el HFA-152a. Este proyecto supone una inversión de 350 millones de euros para el Grupo y ejemplifica nuestro firme compromiso con el planeta, con las personas y su salud.
El pasado mes de septiembre, el Grupo Chiesi ha anunciado la finalización de su ensayo clínico de fase III TRECOS, un hito clave en el desarrollo de su porfolio de inhaladores presurizados (pMDI, por sus siglas en inglés) con mínima huella de carbono. Este avance marca un paso importante en el compromiso de Chiesi por ofrecer una atención respiratoria sostenible y alineada con la ambición de alcanzar las cero emisiones netas en toda su cadena de valor en 2035. Este logro refleja nuestra determinación de alinear la innovación con la responsabilidad medioambiental. Cambiamos nosotros para que los pacientes no tengan que hacerlo.
Más allá de la responsabilidad ambiental, el compromiso con la salud y bienestar de los pacientes y de las generaciones futuras debe abanderar la lucha contra la crisis climática. Por ello, con acciones tangibles, cada avance en sostenibilidad, cada innovación que disminuya nuestra huella de carbono y cada esfuerzo por conectar la salud de las personas y el cuidado del planeta nos acercará a un futuro más saludable y sostenible.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: Día Internacional Contra el Cambio Climático

