Cada 31 de octubre celebramos el Día Mundial de las Ciudades, este año el tema elegido por la Asamblea de las Naciones Unidas, es “Ciudades inteligentes centradas en las personas” y es que se requiere, que al menos una vez al año, nos paremos a evaluar cómo estamos trabajando en el ODS 11: Ciudades y comunidades sostenibles. Este objetivo exige, entre otras cosas, que las ciudades sean inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles. Pero hoy, un grave problema amenaza ese ideal: la contaminación del aire y la escasez de espacios verdes, de naturaleza urbana.
La contaminación del aire causada por el tráfico, la industria, la generación de energía, la quema de residuos y el uso de combustibles domésticos constituye una seria amenaza:
- No solo agrava enfermedades respiratorias, cardiovasculares y otras sino también afecta a la crisis climática por las emisiones de gases que intensifican el efecto invernadero.
- La menor cantidad de espacios verdes empeora estos problemas porque los árboles, jardines y áreas naturales urbanas ayudan a depurar el aire, reducir las temperaturas y mitigar los picos de contaminación.
En España, según datos recientes:
- Un estudio revela que unas 24.000 muertes anuales se atribuyen a la contaminación del aire (2023).
- La contaminación atmosférica es ya la cuarta causa de mortalidad a nivel mundial, con alrededor de 7 millones de fallecimientos cada año, según la Organización Mundial de la Salud.
- Además, muchas ciudades españolas rebasan los límites aceptables para NO₂, PM2.5 y ozono.
Por tanto, combatir estas fuentes de contaminación no es solo un imperativo sanitario, sino también un componente esencial para cumplir con el ODS 11.
Rol clave de la movilidad sostenible
Fomentar el transporte público, los modos no motorizados (bicicleta, caminar), la electrificación del transporte, zonas de bajas emisiones y políticas urbanas que reduzcan viajes en coche privado, son palancas fundamentales. Además de reducir emisiones, estas medidas favorecen la igualdad social: quienes menos tienen suelen ser los más expuestos a mala calidad del aire.
Las empresas también deben de tener un papel esencial: introducir criterios de movilidad sostenible en sus políticas de flotas, incentivos para empleados que utilicen transporte limpio, o colaborar en renaturalización de sus edificios, son partes de la solución.
La renaturalización urbana de Grupo Sylvestris
Un ejemplo en la Comunidad de Madrid, son las obras desarrolladas por Grupo Sylvestris, que trabaja activamente en la renaturalización de ciudades con jardines verticales y tejados verdes. Esta iniciativa no solo mejora la estética urbana, sino que suma funciones ambientales fundamentales como captura de CO₂, mejora de la calidad del aire y regulación térmica urbana.
Jardines verticales de Mercadona: un ejemplo de buenas prácticas
En Madrid, Grupo Sylvestris construyó 11 jardines verticales en diferentes centros de Mercadona. Estos muros verdes no sólo embellecen la fachada, sino que filtran el aire y contribuyen a mitigar el efecto isla de calor. Además, los jardines fueron construidos por jóvenes de la Fundación Capacis, bajo la dirección técnica de Sylvestris, lo que integra inclusión social con acción ambiental.
Otro ejemplo de buenas prácticas: Cubierta Verde del Ayuntamiento de Madrid
Otro caso simbólico fue la instalación del tejado verde en el Palacio de Cibeles, sede del Ayuntamiento de Madrid. Desarrollado en alianza entre el Ayuntamiento, Ferrovial Servicios, Grupo Sylvestris y también con jóvenes de la Fundación Capacis. El techo vegetal cubrió alrededor de 130 metros cuadrados del Palacio de Cibeles, con más de 5.000 plantas de 26 especies diferentes. En su construcción participaron nueve jóvenes con discapacidad funcional, quienes recibieron formación, supervisión técnica y empleo.
Las cubiertas vegetales son muy importantes porque aíslan térmicamente, recogen agua de lluvia, mitigan efecto “isla de calor” y absorben contaminantes atmosféricos.
Llamada a la acción empresarial
Las empresas tienen una función estratégica en esta transformación urbana:
- Apoyando la movilidad sostenible: vehículos eléctricos para la flota, incentivos para el uso de transporte limpio por empleados, facilidades para bicicletas o transporte público.
- Integrando soluciones de renaturalización en la operación diaria a través del patrocinio o construcción de jardines verticales y tejados verdes o colaborando con comunidades locales para huertos urbanos.
- Trabajando en métricas de impacto ambiental y social y contribuyendo activamente con reportes que incluyan los beneficios de estas intervenciones.
El Día Mundial de las Ciudades nos recuerda que ciudades más sostenibles no son un lujo, sino que son esenciales para la salud de las personas, para contener el cambio climático y para avanzar hacia un desarrollo justo. Limpiar el aire urbano, incrementar los espacios verdes, promover movilidad sostenible y apostar por programas reales de renaturalización son pasos que debemos tomar ya y los actores públicos, privados y comunitarios deben hacerlo juntos, porque no basta con crecer: hay que crecer de forma inteligente y verde, haciendo ciudades más verdes, saludables, inclusivas y resilientes al cambio climático.

 
  
 
 
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
 







 
  
  
 