La Fundación Pasqual Maragall nació con una clara convicción: solamente a través de la ciencia y la innovación seremos capaces de vencer al Alzheimer. Y esa ciencia se construye en red, sumando capacidades complementarias y potenciando el talento colectivo. Por eso, además de impulsar la investigación desde nuestro propio centro, el Barcelonaβeta Brain Research Center (BBRC), promovemos un programa de becas que financia proyectos de investigación de excelencia sobre el Alzheimer u otras enfermedades neurodegenerativas relacionadas con la edad. No se trata solo de hacer ciencia propia, sino de tejer alianzas con la mejor ciencia allá donde ocurre y transformarla en beneficios reales para pacientes, familias y el conjunto de la sociedad.
Este programa -con una dotación anual de 1,6 millones de euros y ayudas de hasta 800.000 euros por proyecto que se ejecuten en un plazo máximo de cinco años– está diseñado para fomentar y respaldar proyectos de investigación traslacional o clínica enfocados en estas patologías.. Impulsamos tanto proyectos individuales como consorcios entre instituciones, fomentando la colaboración nacional e internacional. El proceso de selección de estos proyectos incluye una rigurosa revisión por parte de investigadores de reconocido prestigio internacional en este campo, asegurando la excelencia e impacto científico y social de los proyectos ganadores.
Los resultados avalan la orientación del programa. En todas sus convocatorias, la calidad de la gran mayoría de propuestas recibidas se valoró como excelente por los expertos evaluadores. Entre ellas, predomina la investigación traslacional (≈80–90%), precisamente donde la inversión acelera la llegada de resultados a la práctica clínica. Además, una parte relevante de los proyectos ganadores incluyen colaboradores internacionales, lo que amplifica capacidades y posiciona a España —ya entre los países más prolíficos en publicaciones sobre demencia y Alzheimer— como hub de referencia global.
Los proyectos financiados ilustran bien la ambición y la utilidad de las becas. Algunos exploran las células inmunitarias cerebrales, la microglía, como diana neuroprotectora, abriendo posibles nuevas vías terapéuticas; otros investigan la resiliencia frente a la enfermedad y el papel del sueño en este proceso protector. También proyectos que desarrollan técnicas de neuroimagen avanzada para detectar antes la neuroinflamación, así como consorcios que crearán grandes bases de datos neuropatológicos y genómicos con el objetivo de perfeccionar las herramientas existentes de evaluación del riesgo para obtener diagnósticos más precisos. Distintas líneas de trabajo que convergen en un objetivo común: identificar antes y entender mejor las enfermedades neurodegenerativas para poder vencerlas.
Para el tejido empresarial, este programa representa una oportunidad clara de inversión de impacto. La realidad es contundente: las demencias afectan a cientos de miles de personas en España, con costes anuales por paciente en torno a 35.000 euros, asumidos en gran medida por las familias. Pese a esta magnitud, la investigación en Alzheimer y demencias ha sufrido una infra-inversión histórica. Financiar ciencia excelente y orientada a su implementación en los sistemas de salud es una de las inversiones más eficaces para contener costes futuros, ganar equidad y mejorar la calidad de vida.
A este propósito se suman garantías de rigor y transparencia. En la becas incorporamos informes científicos periódicos y reporte económico anual auditado, además de promover seminarios, transferencia y actividades de divulgación que acercan el conocimiento a la sociedad. Esta trazabilidad permite a las empresas medir el retorno social (SROI), alinear su inversión con el ODS 3 (Salud y Bienestar) y con los estándares ESG, y comunicar con transparencia su compromiso a los grupos de interés.
El momento no podría ser más decisivo. Los avances en biomarcadores en sangre que facilitan diagnósticos tempranos y asequibles, los biomarcadores digitales que acercan la evaluación a casa, las nuevas dianas terapéuticas y los fármacos emergentes que podrían modificar el curso de la enfermedad si se administran a tiempo, nos sitúan en un auténtico punto de inflexión. Acelerar la investigación pionera es hoy la diferencia entre llegar tarde o llegar a tiempo.
Por eso, el llamamiento que os lanzamos desde la Fundación Pasqual Maragall es claro: sumarse como empresa colaboradora del programa de becas para acortar la distancia entre la investigación y la vida de las personas.
Invertir en estas becas es invertir en tiempo: tiempo de autonomía para quienes están en riesgo, tiempo ganado al diagnóstico, tiempo para que los tratamientos futuros lleguen a quienes más se beneficien. Es el momento de apostar por la ciencia que cambia el destino del Alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas relacionadas, desde la evidencia, la colaboración y el compromiso con el legado que dejaremos a las próximas generaciones.
Gracias por construir con nosotras, un futuro sin Alzheimer.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: Día Mundial del Alzheimer