Rafel Oncins, Director de Responsabilidad Social de Plusfresc, acumula más de dos décadas de trayectoria en el impulso de la Sostenibilidad y el compromiso social desde el sector de la distribución alimentaria. En esta entrevista con Corresponsables, repasa los principales hitos, aprendizajes y desafíos del camino recorrido desde los primeros pasos, cuando conceptos como grupos de interés, materialidad o gobernanza eran aún desconocidos, hasta un presente donde la RSE ya es una exigencia normativa ineludible.
“Al principio, muchas de nuestras acciones ni siquiera sabíamos que formaban parte de la RSE; las llamábamos iniciativas filantrópicas, impulsadas por nuestro presidente, Rafael Pujol”, recuerda Oncins, quien lideró la creación del departamento de RSE en Plusfresc en 2007, dotándolo de estructura, recursos y alineación estratégica.
En un contexto cada vez más exigente y regulado, Oncins destaca la importancia de herramientas como Corresponsables para consolidar una cultura empresarial más comprometida: “Corresponsables ha sido fundamental para dar reconocimiento a las empresas por sus buenas prácticas. Además, ha actuado como puente entre organizaciones comprometidas con la creación de valor compartido y el impacto positivo”.
Con motivo del 20 aniversario de Corresponsables, el director de RSE de Plusfresc subraya su rol clave en la evolución del ecosistema de la Sostenibilidad: “Recuerdo recibir su Anuario en 2007, me sorprendió su grosor y la diversidad de iniciativas que mostraba. Fue una herramienta inspiradora que nos motivó a considerar nuevas acciones que podíamos implementar”.
Rafel, ¿cómo comenzaste a interesarte e involucrarte en el ámbito de la Responsabilidad Social y Sostenibilidad?
En los primeros años de entrar en contacto con el área de la RSE, tuve que familiarizarme con conceptos y siglas totalmente desconocidos para mí, y mi entorno. Conceptos como la Sostenibilidad, la gobernanza, grupos de interés o la materialidad; hoy ya son generalmente conocidos por la mayoría de empresas y recogidos en los informes no financieros, pero para entonces eran novedad para todos.
“Tuve que familiarizarme con conceptos y siglas totalmente desconocidos para mí, y mi entorno”
Durante las primeras etapas, la mayoría de nuestras acciones estaban enfocadas; o bien en mitigar nuestros impactos medioambientales negativos relativo a residuos, bolsas y envases; o bien en crear impactos sociales positivos en nuestro entorno como puede ser la promoción de la salud (alimentación y vida activa mediante el deporte popular), la cultura y educación, y el apoyo a colectivos vulnerables, entre otras.
¿Cómo era el panorama de la RSE cuando comenzó en comparación con cómo es hoy?
Cuando empezó toda la cultura de la RSE, antes del 2005, ya hacía muchos años que Plusfresc realizaba acciones en este ámbito, incluso antes de que supiéramos que estas acciones se podían englobar en políticas de RSE. Durante esos años, simplemente decíamos que realizábamos iniciativas filantrópicas que eran impulsadas por el presidente de la compañía, Rafael Pujol.
“Durante esos años, simplemente decíamos que realizábamos iniciativas filantrópicas”
A partir del 2007, con la voluntad de que hubiese continuidad en los proyectos de RSE y unos recursos adecuados, se creó el departamento de RSE. Así se garantizaba que la RSE estuviera presente en la estrategia de la empresa, del Consejo de Administración y el Comité de Dirección. De este modo la RSE, era transversal a todos los departamentos e incorporada en los sucesivos planes estratégicos de la empresa.
¿Cuándo conociste a Corresponsables? ¿Qué papel consideras que ha tenido en el impulso de la RSE en las últimas dos décadas?
Recuerdo haber conocido a Corresponsables durante sus primeros años de publicación, pero no fue hasta 2007 que realmente captó mi atención. Recibíamos el Anuario y me sorprendía su grosor, así como la diversidad de iniciativas y buenas prácticas realizadas por empresas de diversos sectores. Era una herramienta inspiradora que nos motivaba a considerar nuevas acciones que pudiéramos implementar.
“Recibíamos el Anuario y me sorprendía su grosor, así como la diversidad de iniciativas”
Corresponsables ha sido fundamental para dar reconocimiento a las empresas que destacaban por sus buenas prácticas. Además, también ha actuado como puente para organizaciones comprometidas con la creación de valor compartido y la generación de un impacto positivo. Su labor ha sido clave para difundir las tendencias en ESG y mantener a las empresas actualizadas sobre los nuevos marcos normativos.
¿Qué cambios significativos has observado en esta materia desde que comenzaste?
En un principio, las empresas que nos comprometíamos con la RSE, era de forma voluntaria y por cultura de empresa o estrategia empresarial. Ahora ya es una exigencia normativa que obliga en aspectos medioambientales, sociales y de gobernanza, por lo que independientemente del tamaño de la empresa, las exigencias en estos campos son ineludibles.
“Se garantizaba que la RSE estuviera presente en la estrategia de la empresa”
Rafel, ¿cuáles consideras que han sido los hitos más importantes en la evolución de la RSE y la Sostenibilidad en estas dos décadas y qué factores crees que han impulsado estos cambios?
A lo largo de los últimos 60 años, diversas publicaciones han abordado diferentes aspectos de la RSE (Bowen, Davis, Frederick, Johnson, Steiner, entre otros), pero fue en 1984 cuando Freeman introdujo la teoría de los Grupos de Interés, estableciendo que la responsabilidad de las empresas no se limitaba al ámbito general, sino a sus grupos de interés específicos: accionistas, empleados, clientes, proveedores y la comunidad local.
Posteriormente, en la década de 1990, surgieron conceptos clave como el desarrollo sostenible y la Sostenibilidad, así como la responsabilidad intergeneracional (Cumbre de Río de Janeiro, 1992). Durante los años 1980 y 1990 también se desarrollaron estándares voluntarios importantes como ISO 14.000, SA 8000 y el informe GRI.
Sin embargo, uno de los hitos más significativos en las últimas dos décadas ha sido la promoción de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) por parte de las Naciones Unidas. Estos han sido fundamentales para que gobiernos, organizaciones, empresas y ciudadanos se enfoquen en resolver los principales desafíos globales, trabajando de manera conjunta. La suma de miles de pequeñas iniciativas a nivel mundial nos acerca al objetivo de lograr un mundo mejor para 2030.
¿Tienes alguna anécdota que refleje el espíritu y los desafíos de los primeros años de la RSE?
Como empresa comercial, hemos estado comprometidos con la reducción de nuestra huella medioambiental desde hace más de 50 años, implementando medidas pioneras en las ciudades donde operan nuestros supermercados. Entre estas iniciativas se destacan la eliminación de bolsas de plástico, la recogida de pilas y aceite de cocina usado, la instalación de placas fotovoltaicas, iluminación LED, y la incorporación de vehículos eléctricos como furgonetas o camiones.
“Solo a través de la suma de las acciones individuales podremos lograr avances significativos”
En este sentido, hace 15 años, nos enfrentamos a un gran reto al introducir las primeras bolsas compostables como alternativa a las de plástico. Sin embargo, estas eran menos resistentes, lo que llevó a la mayoría de los clientes a preferir las de plástico. En 2019, retomamos la iniciativa y reintrodujimos las bolsas compostables, eliminando por completo las de plástico. Aunque al principio la transición fue difícil, la falta de opción de las de plástico aceleró su aceptación. Finalmente, los clientes adoptaron las nuevas bolsas, consolidando nuestro compromiso con la Sostenibilidad.
¿Cuáles consideras, Rafel, que han sido los pioneros en esta materia?
Cuando comencé a asistir a jornadas sobre RSE a principios de los años 2000, las únicas empresas que presentaban sus iniciativas eran las grandes corporaciones, en su mayoría multinacionales, que dedicaban muchos recursos tanto a implementar acciones como a comunicarlas. Hacia 2010, ya se empezaba a hablar del “greenwashing” y de la creciente necesidad de transparencia en las prácticas empresariales. Fue en este contexto que surgieron los informes GRI y diversas certificaciones, como respuesta a esa demanda de mayor claridad y responsabilidad.
¿Puedes compartir algún caso de éxito que consideres emblemático en el campo de la RSE?
En los últimos años, hemos puesto un gran esfuerzo en la incorporación de personas con discapacidad en nuestras plantillas. Para ello, hemos establecido acuerdos con la Asociación DOWN Lleida, con el objetivo de integrar, cada año, a miembros de la asociación en nuestros supermercados. Asimismo, recientemente hemos iniciado un proyecto en colaboración con la entidad ASPROS, donde uno de nuestros supermercados será gestionado por esta organización, con la intención de que la mayoría de los trabajadores sean personas con diferentes tipos de discapacidad.
¿Qué lecciones has aprendido a lo largo de estos años en el campo de la RSE y la Sostenibilidad?
La RSE demuestra que, solo a través de la suma de las acciones individuales de ciudadanos, empresas, regiones y países podremos lograr avances significativos. No podemos depender únicamente de que los gobiernos impulsen y ejecuten las medidas necesarias, ya que, de lo contrario, no llegaremos a tiempo para afrontar la situación de emergencia que enfrenta nuestro planeta, tal como se refleja en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
“Corresponsables ha sido fundamental para dar reconocimiento a las empresas que destacaban por sus buenas prácticas”
Rafel, ¿cómo ves el futuro de la RSE y la Sostenibilidad?
En los últimos años, se ha hablado mucho de Sostenibilidad, especialmente en relación con cuestiones medioambientales. Si bien la situación del cambio climático es grave y crucial para el futuro del planeta, no podemos desatender otros Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) como el fin de las guerras, la erradicación del hambre y el acceso al agua potable para todos. También enfrentamos nuevos desafíos sociales, como el progreso intergeneracional, la pobreza infantil y la integración cultural de la emigración.
“Las nuevas generaciones están cada vez más informadas y valoran los impactos positivos y negativos que las empresas pueden tener”
Vivimos en comunidades cada vez menos homogéneas, caracterizadas por una gran diversidad. Por eso, para alcanzar acuerdos y avanzar en nuestra misión, es fundamental fomentar el diálogo, las alianzas y el compromiso hacia objetivos comunes que beneficien a todo el planeta. Debemos trabajar para reducir la crispación y promover el respeto hacia todas las personas.
Para finalizar, ¿qué papel crees que deben jugar las nuevas generaciones en la continuación de este legado?
Las nuevas generaciones están cada vez más informadas y valoran los impactos positivos y negativos que las empresas pueden tener. Es cada vez más común que, durante las entrevistas para captar talento, los candidatos pregunten sobre aspectos relacionados con ESG y el propósito de la empresa.
Esto refleja un aumento en la demanda de información y transparencia, que resulta cada vez más relevante para estas generaciones. Reconocen la capacidad de las empresas para transformar su entorno y crear valor compartido, lo que influye en su decisión de unirse a una organización y en la perpetuación de estas iniciativas.
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