Un sector en plena transformación
El sector HORECA (Hoteles, Restaurantes y Cafeterías) se encuentra en un punto de inflexión: por un lado, la explosión del servicio take away y delivery, crecimiento impulsado desde la pandemia, ha popularizado envases desechables para ofrecer rapidez y comodidad. Según un estudio de Nielsen, los pedidos a domicilio en Europa crecieron un 60% entre 2019 y 2022, fortaleciendo la dependencia del plástico de un solo uso.
Por otro lado, existe una creciente presión regulatoria (especialmente en la Unión Europea) y social hacia modelos más sostenibles y responsables. Directivos de RSC, consultores ambientales y consumidores concienciados demandan prácticas más responsables. Esta dicotomía plantea una pregunta crítica para el sector: ¿Cómo mantener la eficiencia operativa del servicio inmediato sin comprometer el compromiso medioambiental?
La respuesta está en el packaging sostenible, una vía que permite compatibilizar rapidez, funcionalidad y respeto por el planeta.
El impacto del plástico de un solo uso en la hostelería
El problema con el plástico desechable va mucho más allá de su breve vida útil. En España, se estima que el sector HORECA genera más de 800kg de residuos plásticos por restaurante anualmente, lo que se traduce en miles de toneladas a escala nacional. En Europa, se calcula que hasta un 70% del plástico desechable proviene de envases y embalajes alimentarios, con un impacto devastador en los ecosistemas marinos y terrestres.
El coste no es solo ambiental, existen riesgos reputacionales elevados. Estudios de Kantar muestran que el 82% de los consumidores penaliza marcas poco sostenibles, y el 60% evita negocios que no gestionan bien sus residuos. Una mala gestión puede suponer un golpe en confianza y ventas.
Además, la Directiva (UE) 2019/904 sobre plásticos de un solo uso ha prohibido productos como cubiertos, platos, pajitas y vasos de plástico ligero, y exige planes progresivos de reducción y sustitución para bares, cafeterías y restaurantes. No cumplir puede implicar sanciones, prohibiciones de productos y pérdida de licencia operativa.
El mensaje es claro: no se trata solo de eliminar plástico, sino de hacerlo inteligentemente y con urgencia (sin dejar de servir) en un contexto donde la circunstancia exige cambio y la oportunidad de liderar es sosteniblidad está al alcance.
La solución en la economía circular: materiales sostenibles
La verdadera respuesta a este desafío está en la economía circular, que propone cerrar los ciclos de los recursos mediante la reducción, reutilización y reciclaje. En el ámbito del packaging, esto implica apostar por materiales de origen vegetal, renovables, reciclables y/o compostables. Entre ellos, el cartón emerge como protagonista indiscutible.
¿Por qué el cartón se diferencia?
1. Origen responsable: puede provenir de bosques gestionados sostenibles (certificaciones FSC o PEFC).
2. Bajo impacto: es más fácilmente reciclable y compostable que el plástico.
3. Versatilidad: ligero, personalizable y con buen comportamiento térmico.
4. Aceptación: consumidores asocian el cartón con limpieza y sostenibilidad.
Esta transición ha disparado la demanda de soluciones específicas, como los vasos de cartón desechables, que ofrecen la misma funcionalidad que sus equivalentes de plástico, pero con un impacto ambiental drásticamente reducido, siempre que se gestionan correctamente en su fin de vida, ya sea reciclándolos o compostándolos según su tipología y uso.
Es esencial distinguir conceptos clave:
1. Reciclable: puede transformarse en nuevos productos si se recoge adecuadamente.
2. Biodegradable: se descompone por acción natural, pero no necesariamente en condiciones controladas.
3. Compostable: se desintegra en un plazo corto en un sistema de compostaje, generando un compost útil.
Una elección informada entre lo reciclable, biodegradable o compostable puede marcar la diferencia en la reducción real de residuos, contribuir a una gestión más eficiente y elevar el nivel de responsabilidad corporativa, sin comprometer la operativa diaria.
El papel clave de los proveedores en la transición ecológica
La sostenibilidad no depende solo de la decisión final del hostelero; requiere proveedores comprometidos y capacitados para ofrecer soluciones reales, confiables y certificadas. Un aliado estratégico es aquel que:
a) Dispone de un catálogo variado de productos (vasos, envases, bolsas, cubiertos, film, etc.),
b) garantiza calidad y certificaciones (FSC, PEFC, ok compost, etc.),
c) asesora en decisiones adaptadas al negocio, y
d) ofrece logística eficiente para minimizar costes y residuos.
En este contexto, empresas como Covr se posicionan como actores clave en el mercado, ofreciendo a los negocios de hostelería un ecosistema completo de envases y embalajes ecológicos que facilitan dar el paso hacia la sostenibilidad sin fricciones operativas, siendo además unos de los proveedores más baratos actualmente. Desde vasos y bandejas hasta fundas y bolsas reciclables, su propuesta contempla soluciones pensadas para el servicio take wawy y delivery de la forma más eficiente y responsable.
Disponer de un socio proveedor sólido no solo garantiza cumplimiento normativo, sino que acelera la implantación de la economía circular en todos los puntos de contacto con el consumidor.
Beneficios tangibles: más allá del cumplimiento normativo
Adoptar packaging sostenible no es un coste, sino una inversión estratégica. A continuación, algunos beneficios directos:
1. Mejora de imagen de marca
Comunicar públicamente el uso de materiales sostenibles (y el impacto positivo que generan) se convierte en una potente herramienta de marketing. Un análisis de Nielsen indica que el 70% de los consumidores se siente más conectado con marcas que comparten sus valores ecológicos.
2. Atracción de nuevos segmentos
Millennials y generación Z valoran el compromiso ambiental. Buen ejemplo es una encuesta de YouGov, donde el 62% de los jóvenes paga más por productos responsables. Adoptar packaging sostenible es una forma de captar y fidelizar este público creciente.
3. Estímulo a la innovación
La necesidad de repensar envases y presentación puede motivar propuestas más creativas: tapas ergonómicas, diseños adaptados a delivery, materiales mezclados (cartón+tapa compostable) o envases reutilizables que mejoran la experiencia.
4. Cohesión con la estrategia RSC y los ODS
Cambiar el packaging permite alinear operaciones con Objetivos de Desarrollo Sostenible como el ODS 12 (Producción y Consumo Responsables) y el ODS 13 (Acción por el Clima), fortaleciendo la coherencia entre discurso y acción corporativa. Las certificaciones y métricas derivadas pueden incorporarse en memorias de sostenibilidad, reforzando credenciales ante inversores, clientes y reguladores.
Casos de éxito: Restaurantes que lideran con el ejemplo
La transición hacia un modelo sostenible ya no es una aspiración futura, sino una realidad para muchos negocios del sector. Diversos restaurantes en España y Europa han adoptado el packaging sostenible como pilar central de su estrategia. Un ejemplo es Honest Greens, una cadena que ha eliminado por completo el plástico de un solo uso en sus locales y emplea envases compostables para su servicio take away. Otro caso es Flax & Kale, que incorpora vasos compostables y cajas de cartón reciclado en todas sus entregas.
Estos negocios no solo han reducido su impacto ambiental, sino que también han ganado visibilidad mediática y fidelidad del cliente. La sostenibilidad, bien comunicada y ejecutada, se convierte en un activo diferenciador. Además, este tipo de prácticas ha demostrado contribuir a reducir el desperdicio, mejorar la percepción de marca y elevar el ticket medio gracias al valor añadido percibido.
Retos y oportunidades en la cadena de valor del packaging
Aunque los beneficios del packaging sostenible son evidentes, no está exento de desafíos. Uno de los principales es la disponibilidad estable de materiales certificados, especialmente en contextos de alta demanda. También existen obstáculos en la gestión de residuos postconsumo, ya que muchos municipios carecen de infraestructuras adecuadas para compostaje industrial o reciclaje eficiente.
Sin embargo, estos retos también representan oportunidades. Muchas empresas están invirtiendo en innovación de materiales, como bioplásticos, pulpa moldeada o cartón con barreras naturales, y otras están colaborando con entidades locales para establecer sistemas de recogida selectiva. La clave es integrar a toda la cadena de valor: fabricantes, distribuidores, hosteleros y consumidores deben trabajar juntos. Así, no solo se mejora la trazabilidad, sino que se genera un ecosistema donde la sostenibilidad es viable, rentable y escalable.
En resumen, la sostenibilidad ya no es una opción secundaria en la hostelería, sino una exigencia creciente del entorno normativo, social y de mercado. La transición hay un packaging responsable es parte fundamental de este cambio y representa una oportunidad clara para los negocios HORECA: mejorar su impacto ambiental, reforzar su reputación y conectar con un consumidor más consciente.
Apostar por materiales sostenibles como el cartón, colaborar con proveedores comprometidos y alinear la estrategia de envases con los valores de la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) no solo ayuda al planeta, sino que también impulsa la innovación y la competitividad del negocio.
El futuro del sector será para quienes comprenden que cada pequeño gesto cuenta. Un caso, una caja o una bolsa pueden ser mucho más que un envase: pueden ser una declaración de principios y un paso firme hacia un modelo más ético, eficiente y respetuoso con el entorno.