¿Qué son las “Soluciones Verdes” de la Fundación Juan XXIII? ¿Podrías explicarnos los principales ejes de actuación de esta línea y cómo se integra en vuestra misión?
Las Soluciones Verdes de Fundación Juan XXIII nacen de una convicción: la transición ecológica no puede desligarse de la inclusión social. Por eso, trabajamos en la intersección entre sostenibilidad ambiental, regeneración urbana y empleo inclusivo, ofreciendo servicios técnicos de alta calidad con un modelo de impacto social real.
Nuestro enfoque se articula en tres grandes líneas de actuación:
- Servicios profesionales de jardinería, obras de naturación y mantenimiento con impacto social.
Ejecutamos proyectos de paisajismo, instalación de cubiertas vegetales, jardines verticales, huertos urbanos y diseño de espacios exteriores, adaptados al clima y a las necesidades funcionales del entorno. También ofrecemos servicios de mantenimiento en campus empresariales, espacios públicos y zonas residenciales. Todo ello lo desarrollamos a través de cuadrillas inclusivas, formadas por personas con discapacidad o en situación de vulnerabilidad psicosocial, con apoyo técnico continuo y estándares exigentes de calidad, PRL y sostenibilidad. - Innovación y experimentación en soluciones basadas en la naturaleza.
A través de nuestro SBN Lab, impulsamos proyectos piloto que integran tecnologías como la telemetría, la eficiencia hídrica, la biodiversidad urbana o soluciones biosolares. Esta dimensión experimental se traduce en servicios más eficientes y sostenibles, desde el diseño hasta el mantenimiento. Un ejemplo es nuestra colaboración con el Centro de Innovación en Economía Circular (CIEC) del Ayuntamiento de Madrid, donde desarrollamos prototipos de regeneración de suelos, agricultura urbana y captura de carbono en espacios públicos. - Educación ambiental, circularidad y participación inclusiva en la transformación urbana.
Promovemos modelos de participación activa en la sostenibilidad, tanto desde lo educativo como desde el urbanismo. A través de programas como el Inclusive Circular Lab, trabajamos el compostaje, economía circular, ciencia ciudadana y el consumo responsable en colegios y comunidades. Y en proyectos como Crea Madrid Nuevo Norte, facilitamos la inclusión de personas con discapacidad en el diseño urbano mediante herramientas accesibles como metodología y maquetas sensoriales o visualizaciones adaptadas. Apostamos por un urbanismo que no solo sea verde, sino también participativo y accesible.
Estas tres líneas responden a una misma visión: acelerar la transición ecológica sin dejar a nadie atrás, desde una estrategia técnica, medible y replicable.
¿Nos podrías compartir ejemplos concretos de proyectos destacados y su impacto?
En los últimos tres años, hemos generado más de 70 oportunidades de empleo verde para personas en situación de vulnerabilidad, mediante proyectos de instalación y mantenimiento de jardines urbanos, techos verdes, zonas comunes y huertos, con estándares técnicos exigentes y una metodología inclusiva propia. Esto ha sido posible gracias a la colaboración con empresas como IMESAPI, PREZERO, San José El Ejidillo, o en actuaciones como las cubiertas verdes de Mercamadrid e Itercon.
Asimismo, Merlin Properties, GMP, Mahou, Sthil, BBVA o ING han confiado en nosotros para crear huertos urbanos participativos en sus sedes. En estos proyectos han participado más de 1.800 empleados, compartiendo experiencias con colectivos en riesgo de exclusión y promoviendo dinámicas sostenibles dentro del entorno corporativo.
En el ámbito de salud y bienestar, el proyecto El Jardín de los Sueños, financiado por Laboratorios Servier, nos permitió desarrollar un jardín terapéutico para niños con TEA y discapacidad intelectual. Su evaluación clínica mostró mejoras significativas en regulación emocional, manejo del estrés y percepción de bienestar de los participantes.
Desde la innovación urbana, estamos desarrollando prototipos sostenibles en colaboración con el Centro de Innovación en Economía Circular (CIEC) del Ayuntamiento de Madrid. Estos prototipos abordan la regeneración del suelo, la integración de agricultura urbana y la naturación en entornos vulnerables, siempre desde una mirada inclusiva.
Y en el marco de planificación urbana, hemos contribuido a que Madrid Nuevo Norte sea un referente en participación accesible, facilitando la implicación de 194 personas con discapacidad y TEA en el diseño de futuros entornos públicos. A través de maquetas sensoriales, visualizaciones accesibles y talleres adaptados, hemos demostrado que la accesibilidad empieza en la fase de diseño, no en la ejecución.
Cada uno de estos proyectos es un ejemplo de cómo la sostenibilidad urbana puede ser una verdadera palanca de inclusión y transformación.
Desde vuestra experiencia, ¿qué importancia tiene el componente ambiental en las alianzas con empresas, la transformación del tercer sector y cómo lo estáis abordando desde una perspectiva inclusiva?
El componente ambiental está ganando peso en las alianzas estratégicas, pero lo diferencial es integrar ese compromiso con un enfoque social y territorial.
En nuestro caso, la sostenibilidad no es solo un valor añadido, es una plataforma de inclusión. Esto genera mucho interés en empresas y entidades que buscan proyectos ESG con propósito real. No ofrecemos solo jardines o cubiertas vegetales: ofrecemos un servicio técnico y competitivo que genera empleo inclusivo, impulsa la innovación ambiental y mejora el entorno urbano, respondiendo a retos como la pérdida de biodiversidad, la gestión eficiente del agua o la adaptación al cambio climático en entornos urbanos.
Además, desarrollamos acciones de sensibilización y comunicación asociadas a los espacios intervenidos, lo que potencia el impacto social y reputacional de las alianzas. No se trata solo de instalar un huerto, sino de crear comunidad, generar aprendizaje y construir vínculos duraderos entre empresa, territorio y ciudadanía.
¿Qué logros destacarías de este año en la línea de Soluciones Verdes de la Fundación Juan XXIII? ¿Hay algún dato o historia de impacto que quieras compartir con motivo del V Congreso Escuelas Circulares y Sostenibles 2030 que acabáis de celebrar?
Este año ha sido clave para consolidar las Soluciones Verdes de la Fundación Juan XXIII como un modelo profesional y replicable, que une sostenibilidad, inclusión social y educación transformadora. Hemos desarrollado nuevas obras de jardinería sostenible, mantenimientos técnicos y soluciones de naturación urbana, siempre con equipos inclusivos y un enfoque de impacto real.
Uno de los proyectos más significativos ha sido el impulso de The Inclusive Circular Lab, una iniciativa que fomenta la educación ambiental desde la economía circular y la inclusión. A lo largo del curso, hemos trabajado con colegios, entidades sociales y agentes del territorio para promover el compostaje, el consumo responsable y la regeneración urbana desde lo local y lo participativo.
Este trabajo culmina en el Congreso del Inclusive Circular Lab, que acabamos de celebrar el pasado 29 de mayo. Es un espacio de encuentro entre organizaciones educativas, entidades de educación ambiental y empresas comprometidas, donde compartimos aprendizajes, experiencias y herramientas para una transición ecológica más justa.
Además, en esta edición han participado como entidades financiadoras FRV, Matrix Renewables, Deloitte, Mercedes-Benz Group y Obramat, y cuenta con la colaboración de Composta en Red, ICA-CSIC, Fundación Canal, y la Dirección General de Transición Energética y Economía Circular de la Comunidad de Madrid.
Queremos invitar especialmente a centros educativos, asociaciones, ayuntamientos y compañías que deseen patrocinar, replicar o colaborar en proyectos de impacto socioambiental real. Porque la transformación empieza con alianzas que suman capacidades y propósito.
Este Congreso no es solo un cierre de ciclo, sino el inicio de una comunidad de aprendizaje abierta, donde seguir compartiendo, escalando y cocreando soluciones sostenibles e inclusivas.
¿Qué retos y oportunidades identificáis a corto y medio plazo para seguir innovando en sostenibilidad e inclusión desde esta línea de trabajo?
El principal reto es garantizar que la transición ecológica no excluya a nadie. El sector ambiental está creciendo, pero muchas veces lo hace sin integrar una mirada inclusiva o accesible. Tenemos la oportunidad de demostrar que es posible diseñar ciudades más verdes y más justas al mismo tiempo, capaces de responder a desafíos como la emergencia climática, la desertificación o la segregación urbana.
Otro reto clave es la profesionalización del empleo verde inclusivo. En Fundación Juan XXIII combinamos formación, apoyo personalizado y tecnología para garantizar un servicio profesional competitivo, sin renunciar a nuestro modelo social. La creación de empleo de calidad en sectores como la renaturalización urbana, el mantenimiento sostenible o la gestión de recursos naturales es una vía real para vincular acción climática y justicia social.
Y, por último, vemos una gran oportunidad en crear modelos replicables de naturación urbana inclusiva que puedan escalarse en otras ciudades y territorios. Por eso apostamos por medir impacto, innovar con tecnologías abiertas y compartir aprendizajes. Creemos que el empleo verde puede ser una infraestructura social de futuro. El camino hacia una transición justa debe construirse de forma colectiva, desde alianzas entre lo público, lo privado y el tercer sector.
Consulta más información responsable en las publicaciones Corresponsables y en la Ficha Corporativa de Fundación Juan XXIII en el Anuario Corresponsables 2025.