¿Cuál fue el principal motor que llevó a vuestra empresa a convertirse en una B Corp y qué beneficios tiene formar parte de esta comunidad de empresas con propósito?
El verdadero motor fue encontrar nuestro lugar. Un espacio donde las empresas se mueven no solo por rentabilidad, sino por propósito. En ARTIEM, veíamos que lo que hacíamos —cuidar de las personas y del entorno, inspirar felicidad real— merecía estar conectado con algo más grande.
Convertirnos en B Corp no fue simplemente obtener un sello. Fue entrar en un movimiento que valida nuestro modelo de negocio y nos reta a seguir mejorando. Hoy no solo formamos parte de una comunidad global que busca ser “la mejor para el mundo”, sino que compartimos aprendizajes, valores y una visión común de futuro. Una red que nos impulsa a dejar un legado positivo y vivir el presente con más sentido.
En el camino hacia la sostenibilidad, ¿cuáles han sido los desafíos más complejos que habéis enfrentado? ¿Podríais compartir algún caso concreto y cómo lograsteis superarlo?
Uno de los mayores retos ha sido mantener el compromiso con la sostenibilidad en tiempos difíciles. La pandemia, la inflación, la presión operativa… todo invitaba a mirar hacia dentro y recortar. Pero decidimos lo contrario: abrirnos aún más.
Así nació la Habitación Solidaria. En pleno 2020, reabrimos nuestros hoteles con una idea sencilla pero poderosa: una habitación por hotel cuyos ingresos se donan íntegramente a Cáritas. Pese a la incertidumbre económica, desde entonces hemos recaudado más de 400.000 €. Una acción que, más que ayudar, nos reafirmó en que incluso en momentos difíciles, es cuando más sentido tiene cuidar de los demás.
Otro desafío ha sido el proyecto 8/80, que busca reducir un 80% nuestras emisiones de CO₂ en 8 años. En 2023 no alcanzamos todos los hitos, pero sí logramos una reducción cercana al 50% respecto a 2018. Gracias a inversiones en eficiencia energética, energías renovables, revisión de procesos y uso de tecnología IoT. Cada paso cuenta.
Si tuvierais que destacar vuestros tres grandes objetivos estratégicos para seguir evolucionando como empresa de impacto, ¿cuáles serían y qué acciones clave estáis llevando a cabo para alcanzarlos?
Nuestra hoja de ruta es clara, y tiene tres pilares fundamentales:
1. Inspirar la felicidad de las personas (Freshpeople y clientes):
Creemos que si nuestro equipo —la Freshpeople— es feliz, el impacto se multiplica.
Por eso medimos el clima laboral a diario con Happy Force, fomentamos equipos autogestionados, promovemos más de 2.000 horas de formación al año, y hasta un 20% del salario puede depender de objetivos de impacto. Además, ofrecemos acceso a gimnasios, sesiones de estiramiento, alimentación saludable y beneficios sociales.
2. Ser una Love Brand:
Nuestro objetivo no es solo que el cliente vuelva, sino que se enamore.
Lo logramos con experiencias como Breakfast in Bed o las Noches de Luna Llena, que sorprenden, emocionan y crean recuerdos. Mejoramos cada punto de contacto, buscamos superar el 92,75% en el Global Review Index y aseguramos que nuestro propósito se sienta desde el primer instante.
3. Impacto positivo como motor de crecimiento sostenible:
Creemos en un modelo de negocio circular. Cuanto más cuidamos nuestro entorno, más crecemos.
Apostamos por la economía circular (menos residuos, más reutilización), alimentación consciente con APORTAM, y medimos nuestro progreso con nuestro propio índice AI+I (Artiem Impact Index). Además, aplicamos la cultura Lean para optimizar procesos y eficiencia operativa.
Estos tres objetivos están entrelazados. La felicidad del equipo mejora la experiencia del cliente. La experiencia del cliente refuerza la marca. Y todo esto genera impacto positivo y valor económico real.
Para una empresa que quiere comenzar el camino hacia convertirse en B Corp, ¿qué aprendizajes clave le compartiríais para evitar errores comunes y construir una estrategia de impacto sólida y auténtica?
Primero y más importante: el propósito no es una herramienta, es una forma de ser. Después: mide lo que importa, involucra a todo el equipo, piensa en el largo plazo y no caigas en la filantropía desconectada. Cada acción de impacto debe formar parte del modelo de negocio. Como nuestra Habitación Solidaria, que es impacto, pero también cultura y coherencia.
En un contexto donde muchas marcas se apropian del lenguaje de la sostenibilidad, ¿qué buenas prácticas implementáis para comunicar vuestro propósito de forma auténtica y genuina y evitar el greenwashing?
Nuestra receta: hechos, no promesas.
Publicamos cada año nuestra Memoria de Impacto Positivo, con datos reales y auditados.
Tenemos un Código Ético y un Comité que vela por la coherencia entre lo que decimos y lo que hacemos.
Comunicamos con rigor, como en el proyecto APORTAM, donde analizamos el impacto ESG de cada producto.
Y, sobre todo, contamos historias reales, con nombres y rostros: nuestro equipo, nuestros clientes, nuestra comunidad.
¿Cómo os estáis preparando para superar con éxito los nuevos estándares del movimiento B Corp, que se publicarán este 2025?
Aunque estamos empezando, ya hemos activado varias líneas de trabajo.
Nos estamos formando en los nuevos estándares, mejorando nuestras herramientas de medición de impacto, invirtiendo en tecnología y eficiencia (IoT, aerotermia, digitalización), y fortaleciendo aún más nuestra cultura de autogestión y liderazgo. También estamos ampliando nuestras alianzas con otras B Corps y organizaciones afines. Porque creemos que juntos, siempre es mejor.
Esta entrevista forma parte del Dosier Corresponsables: B Corp – Empresas con Propósito.