Lee un resumen rápido generado por IA
Roser Fernández, Directora General de La Unió (UCH), Asociación de entidades sanitarias y sociales, subraya en esta entrevista cómo la Responsabilidad Social y la Sostenibilidad forman parte inseparable del sector salud y del trabajo que impulsa la entidad. “Indirectamente me he interesado desde siempre por estos temas porque son inherentes al sistema de salud, y por tanto también a La Unió, cuya misión es procurar la salud y el bienestar de las personas”, afirma.
Fernández explica que la RSE es hoy “clave no solo como propósito corporativo, sino también para legitimar socialmente cualquier proyecto de empresa y atraer talento joven con voluntad de compromiso social”. Asimismo, señala que “los efectos visibles del cambio climático han despertado la necesidad de actuar rápido, aunque vamos tarde. La Sostenibilidad es una estrategia transversal para transformar el presente y afrontar nuevos proyectos”.
De cara al futuro, destaca que “la coherencia entre las intenciones y el relato, y los hechos e indicadores, es esencial para consolidar una RSE real y creíble” y pone el foco en el papel de las nuevas generaciones: “Son fundamentales y son la gran esperanza del cambio”.
Con motivo del 20 aniversario de Corresponsables, Fernández reconoce la importancia de su labor: “Corresponsables ayuda a compartir experiencias y a sumar compromiso”, afirma, subrayando que su aportación ha sido decisiva para visibilizar la evolución de la RSE y acompañar a las organizaciones en este proceso de transformación.
Roser, ¿cuándo y por qué comenzaste a interesarte e involucrarte en el ámbito de la Responsabilidad Social y Sostenibilidad?
Indirectamente, mi interés ha estado presente desde siempre, porque la Responsabilidad Social y la Sostenibilidad son inherentes al sistema de salud. En ese sentido, también forman parte de la esencia de La Unió, la asociación de entidades sanitarias y sociales que trabajan con y para las personas con el fin de procurar su salud y bienestar. Desde los inicios entendimos que nuestro papel debía ir más allá de la gestión sanitaria, incorporando valores éticos y un compromiso firme con la comunidad. Por eso, de las cinco dimensiones que abordamos en la RSE, la primera en la que nos centramos fue la de la Ética y el Buen Gobierno, pues constituía la base sobre la cual debíamos construir el resto de nuestra estrategia.
“Indirectamente me he interesado desde siempre porque es inherente al sistema de salud, y por tanto también a La Unió”
Actualmente, las dimensiones que estamos trabajando con mayor intensidad son la Sostenibilidad medioambiental y la experiencia de la persona y la familia, que se han vuelto prioritarias en nuestro modelo de gestión. Considero que la RSE en estos momentos es clave, no solo como un propósito corporativo que define nuestra razón de ser, sino también como un elemento que legitima socialmente cualquier proyecto de empresa. Además, resulta fundamental para tener la capacidad de atraer talento joven, un talento con voluntad de compromiso social, que busca organizaciones coherentes con sus valores y que quieren aportar un impacto positivo en su entorno.
¿Cómo era el panorama de la RSE cuando comenzó en comparación con cómo es hoy?
La evolución de la RSE en los últimos años ha sido muy significativa. Antes se concebía casi como un elemento añadido, vinculado más a la comunicación que a la estrategia de las organizaciones. Hoy, en cambio, los retos que enfrentamos son mucho más profundos y estructurales. Cómo gestionar en un entorno de recursos escasos económicos, profesionales y medioambientales se ha convertido en una de las principales preocupaciones, ya que implica tomar decisiones que garanticen la sostenibilidad de los servicios sin comprometer su calidad. También ha cobrado gran relevancia atender la salud emocional de los profesionales, porque el bienestar del equipo es imprescindible para sostener el propósito y ofrecer un servicio de calidad a la ciudadanía.
“De las 5 dimensiones que abordamos en RSE, la primera fue la de la Ética y el Buen Gobierno”
Otro de los grandes cambios ha sido la importancia creciente de la escucha activa como una estrategia ineludible. Ya no basta con diseñar proyectos desde la dirección, sino que es necesario incluir a los diferentes grupos de interés y dar voz a quienes forman parte del ecosistema. Asimismo, rendir cuentas de los resultados obtenidos desde un concepto ético de la eficiencia y del buen gobierno es un requisito indispensable. Hoy medir el impacto real de las acciones se ha convertido en una exigencia, porque solo con indicadores claros y transparentes se puede demostrar el valor añadido que aporta la RSE, más allá de “poner un poco de RSE en el relato de empresa”.
¿Cuándo conociste a Corresponsables? ¿Qué papel consideras que ha tenido en el impulso de la RSE en las últimas dos décadas?
Conocí a Corresponsables hace ya varios años y desde entonces he seguido de cerca su labor. Para nosotros, ha sido un medio de referencia porque nos permite acceder a experiencias de otras organizaciones y aprender de buenas prácticas en ámbitos muy diversos. Su capacidad de reunir y dar visibilidad a diferentes voces dentro del ecosistema de la RSE es una aportación clave, que enriquece el debate y ayuda a inspirar a las organizaciones que buscan avanzar en esta materia.
“Corresponsables ayuda a compartir experiencias y sumar compromiso”
Considero que Corresponsables ayuda a compartir experiencias y a sumar compromiso, dos aspectos fundamentales para fortalecer la Responsabilidad Social y la Sostenibilidad en las empresas y entidades sociales. Además, su papel en los últimos veinte años ha sido determinante para impulsar la difusión de la RSE en Iberoamérica y consolidar la importancia de trabajar con propósito. Sin esta labor de divulgación, muchas de las prácticas que hoy son comunes probablemente no habrían tenido la misma repercusión ni el mismo nivel de implantación en las organizaciones.
Querida Roser, ¿qué lecciones has aprendido a lo largo de tu carrera en RSE?
La principal lección que he aprendido es la importancia de la coherencia. No se trata únicamente de tener buenas intenciones o de elaborar un relato atractivo, sino de lograr que las intenciones se reflejen en hechos concretos y en indicadores objetivos. La coherencia entre lo que se dice y lo que realmente se hace marca la diferencia entre una organización que comunica RSE y una que verdaderamente la practica e integra en todos sus procesos.
En mi experiencia, la Responsabilidad Social exige constancia y compromiso real, porque las incoherencias son rápidamente percibidas tanto por el equipo interno como por la sociedad. Una estrategia sólida en RSE implica que cada acción esté respaldada por evidencias y resultados medibles, lo cual genera confianza y credibilidad. Por eso, la transparencia y la capacidad de rendir cuentas son elementos innegociables en el camino hacia una gestión socialmente responsable.
¿Cómo ves el futuro de la RSE y la Sostenibilidad?
El futuro de la RSE y la Sostenibilidad está directamente condicionado por los desafíos globales que enfrentamos como sociedad. En estos momentos, los efectos visibles del cambio climático han despertado la necesidad de actuar con rapidez, aunque sabemos que vamos tarde. La presión de la emergencia climática hace que las empresas y organizaciones debamos replantearnos de inmediato nuestros modelos de gestión, apostando por soluciones innovadoras y responsables que permitan reducir el impacto ambiental y al mismo tiempo crear valor social.
“Los efectos visibles del cambio climático han despertado la necesidad de actuar rápido, aunque vamos tarde”
La Sostenibilidad ya no es una opción, sino una estrategia transversal que debe estar presente en todos los niveles de decisión para transformar el presente y afrontar nuevos proyectos. Implica repensar procesos, introducir prácticas más eficientes y poner el propósito en el centro de la actividad. Creo que, a medida que esta visión se consolide, veremos un cambio profundo en la manera en la que entendemos la economía, donde la prosperidad estará necesariamente vinculada al compromiso con el entorno y las personas.
Para concluir, ¿qué papel crees que deben jugar las nuevas generaciones en la continuación de este legado?
El papel de las nuevas generaciones es absolutamente crucial, porque representan la gran esperanza del cambio. Son quienes están más sensibilizados con los retos medioambientales y sociales, y quienes tienen la capacidad de transformar los hábitos de consumo, de trabajo y de relación con las marcas. Su fuerza radica en la conciencia que tienen sobre el futuro, ya que entienden que lo que está en juego es su propio bienestar y el de las generaciones venideras.
“Las nuevas generaciones son fundamentales y son la gran esperanza del cambio”
Además, su formación digital y su creatividad aportan nuevas herramientas para afrontar desafíos globales como el cambio climático, la desigualdad o la transición hacia modelos económicos más sostenibles. Para que puedan liderar esta transformación, es esencial apostar por su educación en valores, potenciar su capacidad crítica y brindarles oportunidades para que sean protagonistas del cambio. En sus manos está dar continuidad al legado de la RSE y proyectarlo hacia un futuro más justo, responsable y sostenible.
Accede a más información responsable en nuestra biblioteca digital de publicaciones Corresponsables.