Javier Alonso, CEO de Hatta Energy, ha hablado con Corresponsables sobre la transición de su compañía hacia los combustibles sostenibles en el sector de los hidrocarburos. Hatta Energy es una empresa energética española especializada en la distribución y producción de combustibles, que está apostando por el desarrollo y la fabricación de HVO —diésel renovable obtenido a partir de aceites vegetales e hidrógeno— como eje de su estrategia para avanzar hacia la descarbonización y la neutralidad climática.
Javier detalla los proyectos de la compañía en materia de biocombustibles y energías limpias, el reto de incorporar hidrógeno verde en la producción de HVO, las oportunidades que ofrecen las nuevas normativas europeas, y la importancia de la sostenibilidad, la innovación y la conciencia ambiental dentro de la cultura corporativa de Hatta Energy.
¿Cómo define HATTA Energy su compromiso global con la sostenibilidad y qué lugar ocupan las políticas ESG en la estrategia de la compañía?
Para nosotros es fundamental cumplir la normativa europea y española en materia de sostenibilidad, porque, además de ser una obligación, forma parte del ADN de la compañía. Desde el principio hemos creído firmemente que un sector como el de los hidrocarburos debe estar muy comprometido con la sostenibilidad, la emisión cero y, sobre todo, con la descarbonización, especialmente en el transporte por carretera, que es nuestro principal ámbito de actuación.
En ese sentido, hemos intentado posicionarnos en el nivel más alto en cuanto a la utilización de combustibles sostenibles. Esa es nuestra filosofía y nuestra meta, y trabajamos cada día para consolidarla.
¿Qué papel juega el HVO en su estrategia de transición energética?
Es fundamental. Creemos que el combustible obtenido a partir de aceites vegetales —en este caso el FAME de UCO —, hidrogenado con hidrógeno, permite conseguir un combustible con unas características y calidades iguales o incluso mejores que las del combustible fósil, contribuyendo además a una reducción significativa de las emisiones de carbono.
En la actualidad, tenemos proyectos de inversión para contar con fabricación propia de biodiésel. Ahora mismo adquirimos grandes volúmenes de aceites vegetales usados y los enviamos a otros fabricantes para que realicen el proceso de hidrogenación. Nuestra previsión es disponer de una plataforma de producción propia entre 2026 y 2027.
Nuestro objetivo es aumentar la capacidad de adquisición de aceites vegetales usados y cumplir con las normativas RED II y FQD. Cada día tratamos de ser más proactivos en la producción de HVO y en su incorporación a nuestros combustibles.
¿Cómo perciben la demanda de combustibles renovables en sectores como el transporte y la industria?
La demanda está creciendo. Tanto la población como el transporte profesional están tomando conciencia de la necesidad de adaptar estos nuevos carburantes a sus consumos. Además, han comprobado que el uso de combustibles renovables no afecta ni al rendimiento ni al funcionamiento de los motores, lo que ha favorecido su aceptación.
Es cierto que el HVO tiene todavía un coste superior para nosotros, y tratamos de no repercutirlo en el precio del carburante para mantenernos competitivos. Sin embargo, nos preocupa el coste de obtención del hidrógeno y trabajamos para que en el futuro este proceso sea más eficiente y accesible.
Creo que productores y consumidores estamos alineados: para garantizar la sostenibilidad y viabilidad del sector de los hidrocarburos, el uso de biocombustibles es imprescindible. Las nuevas normativas europeas, como la RED III, y la FQD española marcarán porcentajes más altos de producción y uso, lo que impulsará el consumo de combustibles sostenibles.
¿Qué acciones están priorizando para avanzar hacia la neutralidad climática?
Estamos centrados en asegurar el suministro de aceites vegetales, lo cual no es sencillo, y en avanzar hacia la obtención de hidrógeno verde. Queremos que las futuras normativas europeas reconozcan el uso de este hidrógeno ecológico con coeficientes de sostenibilidad más altos, lo que facilitaría el cumplimiento de los objetivos ambientales.
Nuestro objetivo a medio plazo es la fabricación propia de HVO con hidrógeno verde, que creemos que será el camino a seguir para posicionarnos adecuadamente y convertirnos en una empresa pionera en el mercado de los combustibles sostenibles.
¿Qué retos regulatorios y tecnológicos enfrenta hoy el sector de los combustibles renovables en España?
Estamos a la espera de conocer cómo se articulará la RED III y cómo afectará la producción de HVO con hidrógeno verde, especialmente si aumentará los coeficientes de sostenibilidad de la RED III y la FQD.
Necesitamos claridad normativa a nivel europeo y nacional. Cuanto antes se conozca la nueva legislación, más fácil será adaptarse a los nuevos procesos y retos tecnológicos que implican estos cambios.
¿Cuál es su visión de futuro sobre el papel de HATTA Energy en la transición hacia una movilidad más limpia?
Creo que todos estamos concienciados, porque también somos consumidores y vivimos en ciudades donde la contaminación se ha convertido en un problema real. Observamos las nuevas tendencias de movilidad, la electrificación y la hibridación, y, aunque pertenecemos al sector de los hidrocarburos, tenemos claro que podemos aportar a la movilidad una solución sostenible con impacto neutro en las emisiones.
En la compañía, todos compartimos la misma filosofía y comprendemos los retos que debemos afrontar. Trabajamos para que nuestros empleados estén alineados con este propósito, tanto a nivel profesional como personal. Les animamos a utilizar combustibles sostenibles en su día a día y reforzamos esa conciencia a través de información, formación y comunicación interna.
Queremos dejar un futuro más limpio y sostenible a las próximas generaciones, y creemos que la implicación individual es tan importante como la estrategia global de la empresa.
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