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Con motivo del 20º aniversario de Corresponsables, conversamos con Joseba Iñaki De la Peña Esteban, Director del Máster en Ciencias Actuariales y Financieras de la UPV/EHU, profesional con más de cinco años de experiencia en el ámbito de la Responsabilidad Social y la Sostenibilidad, áreas que considera esenciales para el futuro de las organizaciones.
De la Peña reconoce que su interés por estas materias surgió de manera natural a partir de su trabajo cotidiano: “Es un campo habitual en mi trabajo, y se puede decir que comencé hace cinco años. He trabajado la Sostenibilidad como viabilidad, pero este es sólo una parte de ello”, señala. Con una mirada crítica y reflexiva, observa cómo la Sostenibilidad “se ha mercantilizado y se emplea como argumento de venta o de postureo, cuando debiera ser algo innato en las instituciones”.
En relación con el papel de Corresponsables en estas dos décadas de recorrido, el académico destaca su contribución al reconocimiento y la visibilidad del esfuerzo colectivo: “Corresponsables desempeña una labor muy poco recompensada por la sociedad. Hay muchas actividades que se realizan y, si no es por vosotros, ni las conozco. Las pequeñas acciones que implican grandes esfuerzos son las verdaderamente relevantes”.
Para De la Peña, el trabajo de Corresponsables ha sido clave en el impulso de la Responsabilidad Social, especialmente al poner en valor iniciativas de pequeñas y medianas organizaciones que, desde el esfuerzo y el compromiso, generan un impacto tangible en su entorno. En sus palabras, “esa labor de reconocimiento social es vital en todo proceso, sobre todo si es altruista”.
Joseba, ¿cuándo y por qué comenzaste a interesarte e involucrarte en el ámbito de la Responsabilidad Social y Sostenibilidad?
Es un campo habitual en mi trabajo, y se puede decir que comencé hace cinco años. He trabajado la Sostenibilidad como viabilidad, pero este es sólo una parte de ello. En ese momento, comencé a comprender que la Responsabilidad Social no era únicamente un concepto teórico o una tendencia empresarial, sino un compromiso que se debía integrar en la manera de trabajar y de relacionarse con los distintos grupos de interés.
Con el paso del tiempo, este interés se fue consolidando a través de experiencias profesionales que me permitieron ver cómo la Sostenibilidad impacta en los resultados, pero también en las personas. Fue un proceso de descubrimiento y aprendizaje constante que me llevó a entender que este ámbito no es accesorio, sino esencial para la evolución de cualquier organización y para el bienestar colectivo.
¿Cómo era el panorama de la RSE cuando comenzó en comparación con cómo es hoy?
Pues se ha mercantilizado la Sostenibilidad. Se emplea como argumento de venta, comercialización e incluso postureo, cuando realmente debiera ser algo innato en las instituciones. En sus inicios, la Responsabilidad Social se concebía como una práctica más genuina, ligada al compromiso ético de las organizaciones con su entorno.
“He trabajado la Sostenibilidad como viabilidad, pero este es sólo una parte de ello”
Hoy en día, en cambio, observamos cómo muchas entidades la utilizan como una herramienta de marketing, desvirtuando su propósito original. Sin embargo, pese a esta tendencia, también han surgido empresas y profesionales comprometidos en rescatar su sentido verdadero, buscando que la Sostenibilidad vuelva a ser un principio rector y no solo un elemento decorativo dentro de los discursos corporativos.
Querido Joseba, ¿cuándo conociste a Corresponsables? ¿Qué papel consideras que ha tenido en el impulso de la RSE en las últimas dos décadas?
Me parece que Corresponsables desempeña una labor muy poco recompensada por la sociedad. Hay muchas actividades que se realizan y, si no es por vosotros, ni las conozco. Las grandes empresas ya se dedican a expresarlas, pero son las pequeñas empresas, las pequeñas acciones que implican grandes esfuerzos las verdaderamente relevantes. Ha realizado una labor de reconocimiento social que es vital en todo proceso, sobre todo si es altruista.
“Corresponsables desempeña una labor muy poco recompensada por la sociedad”
Corresponsables ha conseguido algo muy valioso: visibilizar aquellas prácticas que, de otro modo, pasarían desapercibidas. Su papel ha sido el de dar voz a quienes trabajan de forma honesta por la Responsabilidad Social, fomentando una red de colaboración entre sectores y demostrando que los avances más significativos muchas veces provienen de los esfuerzos discretos, pero constantes, de personas y organizaciones comprometidas con el cambio.
¿Qué cambios significativos has observado en esta materia desde que comenzaste?
Se ha ampliado el campo de lo que es Sostenibilidad, pero también, como he comentado antes, se ha pervertido. Hoy en día, se habla de Sostenibilidad desde perspectivas mucho más amplias que antes: medioambiental, económica, social, incluso emocional. Sin embargo, esa expansión también ha traído consigo cierta confusión sobre su verdadero sentido.
“Se ha mercantilizado la Sostenibilidad. Se emplea como argumento de venta, comercialización e incluso postureo”
La palabra se ha convertido en un término de moda que, en ocasiones, pierde profundidad. Aun así, este crecimiento ha permitido que más personas y organizaciones se interesen y participen en iniciativas responsables. El reto está en mantener la autenticidad del compromiso y en recordar que la Sostenibilidad no se mide solo en cifras o resultados, sino en la coherencia entre lo que se dice y lo que se hace.
¿Cuáles consideras que han sido los hitos más importantes en la evolución de la RSE y la Sostenibilidad en estas dos décadas y qué factores crees que han impulsado estos cambios?
A medida que hay más granitos, se ha ido más hacia arriba. La evolución de la Responsabilidad Social y la Sostenibilidad ha sido el resultado de la suma de muchas pequeñas acciones, de la implicación de individuos y organizaciones que han ido generando un efecto multiplicador.
Estos hitos se reflejan en la incorporación de políticas públicas, la creación de estándares internacionales y la aparición de nuevas formas de liderazgo más éticas y participativas. Cada avance, por pequeño que parezca, ha contribuido a fortalecer una conciencia colectiva que impulsa un cambio cultural hacia modelos más sostenibles y responsables.
¿Qué lecciones has aprendido a lo largo de tu carrera en RSE?
Que lo que importa es lo que cada uno haga, y no que te lo impongan. La moda es pasajera, mientras que el hábito perdura. A lo largo de los años he comprendido que las transformaciones más duraderas no provienen de imposiciones externas, sino de la convicción interna de cada persona y organización.
“Las pequeñas acciones que implican grandes esfuerzos son las verdaderamente relevantes”
La Responsabilidad Social no puede nacer del cumplimiento obligatorio, sino de la coherencia personal y profesional. Cuando se asume desde la autenticidad, se convierte en una práctica natural que transforma los entornos y genera confianza. Es en los hábitos, y no en los discursos, donde se demuestra el verdadero compromiso.
¿Cuáles consideras que han sido los pioneros en esta materia?
Yo estoy en el sector asegurador y ya, desde los antiguos teóricos del seguro social, se buscaba, no la viabilidad, sino la Sostenibilidad “social” de los sistemas de pensiones. Igual por ser muy técnicos no se les conoce, pero desde Julius Kaan, Kaiser, Peter Thullen, Zelenka, etc. (desde 1888 hasta 1972), ya trabajaban con modelos financiero-actuariales que buscaban ir más allá del número. Y eso es lo importante, el beneficio intangible.
Estos pioneros sentaron las bases de una visión más humana y sistémica del sector asegurador, al entender que el verdadero equilibrio no se logra solo con cifras, sino con justicia social y proyección a largo plazo. Su legado continúa inspirando a quienes hoy trabajamos en integrar la Sostenibilidad en los modelos económicos, recordándonos que detrás de cada fórmula hay un propósito social.
Joseba, ¿cómo ves el futuro de la RSE y la Sostenibilidad? ¿Qué retos y oportunidades anticipas para las próximas dos décadas?
Tiene que evitarse el marketing gratuito. No hay que indicar que la empresa es socialmente responsable. Todas lo deben ser, y lo que hay que obligar es que, si no lo son, deben decirlo e indicarlo en toda comunicación pública: empresa socialmente NO responsable.
“La moda es pasajera, mientras que el hábito perdura”
El futuro de la Responsabilidad Social y la Sostenibilidad dependerá de la capacidad de las organizaciones para actuar con transparencia y coherencia. Los próximos años exigirán mayor rendición de cuentas, innovación sostenible y un enfoque ético en la toma de decisiones. Las oportunidades estarán en la educación, la colaboración y la tecnología aplicada al bien común, pero el mayor desafío seguirá siendo mantener la autenticidad en un entorno cada vez más competitivo y mediático.
¿Qué papel crees que deben jugar las nuevas generaciones en la continuación de este legado?
Cada generación debe hacer su camino, pues su entorno, su realidad, su circunstancia, marca su futuro. Las nuevas generaciones tienen la oportunidad de construir sobre lo ya hecho, incorporando su propia visión y herramientas para fortalecer la Sostenibilidad.
Son ellas quienes pueden integrar la Responsabilidad Social desde el inicio de sus trayectorias profesionales, no como un añadido, sino como un principio natural. Su papel será clave para transformar la cultura organizacional, impulsar la innovación con propósito y garantizar que los valores de equidad, respeto y compromiso sigan guiando el desarrollo de la sociedad.
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