Isidora Diaz Heredia, Directora de Sostenibilidad y Salud, Seguridad y Medio Ambiente del Grupo Parques Reunidos y Presidenta de la Fundación Parques Reunidos, ha hablado con Corresponsables sobre la estrategia ESG de la compañía, los proyectos medioambientales y sociales que lideran, y su compromiso con la diversidad, la inclusión y la sostenibilidad en los más de 55 parques que gestionan en 11 países.
Parques Reunidos gestiona más de 55 parques en distintos continentes. ¿Cómo se articula la estrategia ESG para tener un impacto real y coherente en contextos tan diversos?
Gestionamos más de 55 parques en 11 países, con una gran diversidad de negocios: parques acuáticos, zoos, acuarios, servicios auxiliares, restaurantes y hoteles. Esto supone una amplia variedad de contextos, impactos, riesgos y oportunidades. Nuestra estrategia ESG se basa en una ambición global estructurada en tres pilares: planeta, personas y principios de buen gobierno.
Establecemos objetivos a nivel de Grupo, pero, debido a la diversidad de contextos y a la distinta madurez de cada parque o país, influida incluso por requisitos regulatorios, adoptamos un enfoque de implementación muy local. Cada país y cada parque adapta las acciones a sus desafíos específicos. Por ejemplo, en zonas de alto estrés hídrico, como nuestros parques en España, priorizamos la conservación del agua, mientras que, en Noruega, donde el agua es menos crítica, las acciones son diferentes. En conservación de la biodiversidad, nos enfocamos en los zoos, donde contamos con veterinarios, biólogos y equipos especializados que lideran estas iniciativas, ya que no todos los parques tienen los recursos para hacerlo. En resumen, mantenemos una ambición global con una ejecución local.
¿Qué indicadores o métricas utilizan para medir el impacto de sus acciones?
Utilizamos indicadores cualitativos y cuantitativos, detallados en nuestro informe de sostenibilidad. Estos incluyen la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, el consumo de electricidad 100% renovable en nuestros parques, la generación de residuos para evaluar la efectividad de los programas de reducción, y ratios como emisiones por visitante o por día de apertura para contextualizar los datos.
En el ámbito social, medimos indicadores de diversidad e inclusión, como la brecha salarial o el porcentaje de mujeres en cada área de la compañía. También contabilizamos el número de beneficiarios de nuestros proyectos sociales.
Nos alineamos con marcos internacionales como el Global Reporting Initiative (GRI) o SASB para garantizar comparabilidad y trazabilidad. Estos datos son esenciales no solo para decisiones internas, sino también para decisiones que tomen personas externas, como futuros empleados que evalúan si la empresa les resulta atractiva para trabajar. Estoy convencida de que los indicadores deben ser útiles para tomar decisiones y evaluar la eficacia de las acciones, más allá del simple reporte.
¿Podría compartir algún ejemplo concreto de un proyecto medioambiental que haya tenido un impacto destacado?
Destaco nuestro compromiso global de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, validado por la Science Based Targets Initiative. Nos hemos comprometido públicamente a reducir un 87,9% las emisiones de alcance 1 y 2 (las que controlamos directamente y las asociadas a la electricidad) y un 27,5% las de alcance 3 (cadena de suministro) para 2030, con 2019 como año base. Este compromiso actúa como paraguas para proyectos locales, como la eficiencia energética, la compra de energía renovable o la reducción de plásticos de un solo uso. Por ejemplo, hemos implementado vasos retornables en nuestros parques, una medida que, aunque inicialmente generó cierta resistencia entre los usuarios, ha sido bien aceptada y contribuye a reducir el impacto negativo. Este esfuerzo nos ha valido el reconocimiento de CDP como líderes en gestión del cambio climático, con una calificación A-, de la que estamos muy orgullosos.
También quiero destacar proyectos con impacto positivo neto, como los de conservación de la biodiversidad en nuestros zoos y acuarios. Un ejemplo es el proyecto de investigación en Atlantis Aquarium, en colaboración con la Universidad Autónoma y Asociación Chelonia, que estudia el uso de imanes como repelentes para rayas y tiburones, con el objetivo de reducir la pesca accidental de estas especies, especialmente en el Mediterráneo, donde sus poblaciones están disminuyendo debido a la sobrepesca y la captura accidental. Estos proyectos, realizados con socios externos, aprovechan nuestro conocimiento interno para generar un impacto positivo en el medioambiente, y me siento particularmente orgullosa del trabajo de nuestros parques en este ámbito.
¿Qué acciones ha implementado Parques Reunidos en materia de igualdad, diversidad e inclusión?
Entendemos la diversidad, equidad e inclusión (DEI) más allá de los empleados, abarcando a los visitantes y a la sociedad en general. A nivel interno, promovemos el valor de la diversidad mediante formación y concienciación, ya que nuestros clientes son diversos y necesitamos entender esa diversidad para ofrecer un servicio excelente. Para los visitantes, trabajamos en hacer nuestros parques más accesibles. Por ejemplo, en Italia, un empleado que domina el lenguaje de signos comenzó a grabar vídeos para que las personas sordas comprendieran las normas de seguridad y funcionamiento de las atracciones. Este programa, en colaboración con la Confederación Nacional de Personas Sordas, se ha extendido en España a parques como Warner, Parque de Atracciones y Zoo.
También realizamos acciones de sensibilización social, como el Día del Autismo en Warner, con actividades que promueven la inclusión y se difunden en redes sociales y otros medios para concienciar a la sociedad sobre la necesidad de ser más inclusivos, no solo entre nuestros empleados, sino en la sociedad en general.
¿Cómo se involucra a los empleados en la cultura ESG de la compañía?
La involucración de los empleados es clave, ya que la sostenibilidad no se gestiona solo desde mi despacho, sino que sucede porque todos en la compañía aportan su granito de arena. Por ejemplo, la reducción de energía o agua depende de los equipos de mantenimiento; los proyectos de biodiversidad, de los equipos de conservación de los zoos; y la reducción de plásticos de un solo uso, de los equipos de restauración, que han adoptado medidas como los vasos reutilizables, superando las reticencias iniciales. También abordamos la reducción del desperdicio alimentario con su colaboración.
Contamos con una red de “Campeones de DEI” y “Líderes de Impacto Social”, voluntarios de diversos departamentos —operaciones, recursos humanos, marketing, seguridad— que coordinan estas acciones localmente. Desde la central, mantenemos reuniones con estos líderes para alinear objetivos globales, compartir buenas prácticas y traducir las iniciativas a los contextos e idiomas locales. Su diversidad de intereses y experiencias acelera nuestro aprendizaje colectivo. Ellos actúan como embajadores de la sostenibilidad dentro y fuera de Parques Reunidos. En cierto modo, tengo el departamento más grande de la empresa, porque todos contribuyen a la sostenibilidad, aunque sus roles sean diferentes.
¿Qué alianzas o colaboraciones externas consideran clave para avanzar en su agenda de sostenibilidad y RSC?
Las alianzas son esenciales, porque ninguna entidad puede lograr un impacto significativo por sí sola. Colaboramos principalmente con dos tipos de organizaciones. Primero, con entidades de conservación de especies, como Save the Rhino, Brinzal con quien trabajamos en la recuperación de aves rapaces nocturnas, o CBD Habitat, con quien desarrollamos programas como la conservación de la foca monje. Segundo, con organizaciones del tercer sector, como Fundación Pequeño Deseo, Aladina o Fundación Tengo Hogar con las que trabajamos para hacer nuestros parques accesibles a segmentos de la población que, de otro modo, no podrían visitarlos, promoviendo la inclusión.
También participamos en iniciativas como la casilla solidaria, destinando el 0,7% de nuestro impuesto de sociedades a proyectos sociales. Es una acción sencilla, pero de gran valor, y animo a otras empresas a informarse y sumarse, porque cuesta poco y aporta muchísimo. Estas colaboraciones nos permiten amplificar nuestro impacto.
En junio se celebra la III Gala de la Fundación Parques Reunidos. ¿Qué papel juega este evento en su estrategia de RSC y qué proyectos sociales destacarán este año?
La gala es una oportunidad para unir fuerzas y lograr un impacto mayor. Desde la Fundación, identificamos proyectos de inclusión social y convocamos a otras empresas para que se sumen. Este año apoyaremos dos iniciativas. La primera, “Dales Vida”, con la Fundación Luzón, dotará de materiales y recursos a la unidad multidisciplinar de ELA de los hospitales Carlos III y La Paz para apoyar a personas con esclerosis lateral amiotrófica. La segunda, “Conexión Material”, con Plena Inclusión, proporcionará apoyos sensoriales y tecnológicos a centros de atención temprana para niños con discapacidad intelectual en Madrid.
La gala no solo recauda fondos, sino que también sensibiliza a la población sobre la importancia de estas iniciativas, promoviendo una sociedad más sostenible e inclusiva, tanto a nivel empresarial como individual.
Parques Reunidos sido la primera empresa española en unirse a la Hidden Disabilities Sunflower Network. ¿Qué significa esta iniciativa para la compañía y cómo mejora la experiencia de los visitantes en los parques?
Este es un paso significativo para mejorar la experiencia de visitantes con discapacidades no visibles. A menudo, al pensar en discapacidad, nos centramos en la accesibilidad física, pero muchas discapacidades no son evidentes y requieren atención específica. Implementamos esta iniciativa en parques de Noruega, Alemania y Dinamarca, y ahora la estamos extendiendo a 11 parques en España.
El proceso comienza con la formación de nuestro personal, especialmente de quienes interactúan con el público, para que comprendan y atiendan mejor estas discapacidades. Esto genera un triple beneficio: enriquece a los empleados —yo misma he aprendido mucho sobre discapacidades invisibles—, mejora la experiencia de los visitantes al recibir un servicio más empático y contribuye a una sociedad más inclusiva al visibilizar estas discapacidades. Espero que esta conversación inspire a otros a reflexionar sobre este tema y avanzar hacia una sociedad más solidaria e inclusiva.
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