Con más de 20 años de experiencia en comunicación corporativa, Irene Maeso ha sido testigo directo de cómo la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) y la Sostenibilidad han ganado protagonismo en el discurso empresarial. “Hoy la RSE ya no es una acción aislada ni fruto solo de la convicción personal de algunos líderes; se ha convertido en una herramienta estratégica para diferenciarse y generar vínculos sólidos con los grupos de interés”, afirma.
La consultora destaca también el valor de los medios especializados en este proceso: “Recuerdo perfectamente el estreno de Corresponsables y su acogida a proyectos de grandes empresas y startups. Ha sido, sin duda, un gran aliado para nuestras estrategias de comunicación y un actor fundamental en la profesionalización del sector”.
A propósito del 20º aniversario de Corresponsables, Maeso comparte su visión sobre el pasado, presente y futuro de la Sostenibilidad, así como los aprendizajes clave que han marcado su trayectoria profesional.
¿Cuál fue tu primer contacto con la Responsabilidad Social y la Sostenibilidad? ¿Qué te llevó a interesarte profesionalmente por este ámbito?
Mi vinculación con la RSC está relacionada con la comunicación corporativa. Comencé en 2004 trabajando en estrategias vinculadas inicialmente al buen gobierno y la transparencia, ámbitos a los que poco a poco se fueron sumando otros como el cuidado de los empleados, la inclusión, la Sostenibilidad, etc.
¿Recuerdas alguna experiencia o vivencia significativa de tus primeros años trabajando en este campo?
Son muchas, aunque algunas no puedo concretarlas por razones de confidencialidad, ya que trabajamos desde agencias. Sin embargo, me atrevería a decir que, de ser un elemento accesorio, la RSC y los criterios ESG han estado presentes en el discurso empresarial de forma natural. Lo que quizás no existía hasta hace una década era la necesidad de comunicarlo como un activo relevante y evaluar el impacto positivo que puede generar en las organizaciones.
En comparación con tus inicios, ¿cómo ha cambiado el enfoque de las empresas hacia la RSE?
Al principio, muchas empresas —y sobre todo algunos directivos— ya contemplaban la RSE, pero su enfoque era muy local, centrado en el impacto en las comunidades donde operaban. Era algo interno, más vinculado a la voluntad individual. No fue hasta mucho más tarde cuando se comprendió la importancia no solo de implementar acciones concretas, sino también de comunicarlas de forma estructurada y estratégica.
Corresponsables ha sido un gran aliado y ha contribuido a profesionalizar la Responsabilidad Social
¿Cuándo conociste a Corresponsables y qué te llamó la atención en aquel momento?
Recuerdo perfectamente la presentación de Corresponsables, sus primeros eventos y el estreno del medio. Me impresionó la profesionalidad de un proyecto nuevo, especializado e independiente, que además estaba abierto a escuchar a las empresas. En aquel momento trabajábamos también con startups, y siempre fue muy buena la acogida cuando compartíamos proyectos y estrategias de RSC. Sin duda, fue y sigue siendo un gran éxito del equipo que formáis parte de Corresponsables.
¿Qué aportación destacarías de Corresponsables al desarrollo y visibilidad de la RSE en estos 20 años?
Creo que Corresponsables ha sido un gran aliado para nuestras estrategias de comunicación, y sin duda ha contribuido de manera clara a la profesionalización del ámbito de la Responsabilidad Social.
¿Qué evolución destacarías en la forma en que las empresas abordan hoy la Sostenibilidad?
Hemos pasado de acciones puntuales basadas en la convicción personal de algunos directivos a una integración real de la RSE en la estrategia de las organizaciones. Hoy es un eje de trabajo y comunicación que permite a las empresas diferenciarse en sus sectores y construir relaciones sólidas con sus grupos de interés.
Desde tu experiencia, ¿cuáles han sido los principales hitos que han marcado esta evolución?
Destacaría la aparición de los criterios GRI, que ayudaron a estandarizar procedimientos y a evaluar el impacto de las acciones en Sostenibilidad.
Más tarde, en torno a 2015, la aprobación de los ODS impulsó una conciencia global sobre el papel de las empresas en la defensa de los derechos humanos y la resolución de los grandes retos sociales y ambientales. También ha sido clave el debate constante sobre si comunicar o no la RSE, y cómo hacerlo de manera creíble y transparente.
Una verdadera política de RSE nace en los comités de dirección y permea toda la organización
¿Qué aprendizajes personales te ha dejado tu trayectoria en este campo?
He aprendido que una verdadera política de RSE nace desde la alta dirección, debe estar totalmente integrada en la cultura, misión y visión de la organización, y llegar a todos los departamentos. Requiere una gran capacidad de escucha, análisis y toma de decisiones que afectan a todos los procesos y grupos de interés.
¿Hay alguna historia o recuerdo que refleje bien los desafíos iniciales en esta materia?
Más que una historia concreta, recuerdo lo complejo que era convencer de la importancia de la RSE como parte estratégica de la empresa. Era habitual que se viera como algo accesorio o puntual. Hoy esa percepción ha cambiado, aunque todavía queda camino por recorrer.
¿Quiénes consideras que han sido los pioneros o referentes más destacados en este recorrido?
Entre los retos, destacaría la necesidad de avanzar en transparencia, en la medición real del impacto y en la lucha contra el greenwashing
Es difícil señalar nombres concretos, pero a lo largo de mi trayectoria he tenido la suerte de participar en grandes proyectos. Creo que sectores como el alimentario o las telecomunicaciones han sido pioneros y han ejercido una gran influencia en el avance de la RSE.
¿Podrías compartir algún proyecto o iniciativa que te parezca ejemplar en este campo?
Por cuestiones de confidencialidad no puedo dar nombres, pero he acompañado muchos proyectos que han tenido un impacto muy positivo. Más allá de los casos concretos, lo importante es cómo la RSE ha pasado a formar parte del ADN de muchas organizaciones.
¿Cómo imaginas el futuro de la RSE y la Sostenibilidad? ¿Qué desafíos y oportunidades visualizas a medio y largo plazo?
Las oportunidades son claras: contribuir a transformar la sociedad, adelantarse a regulaciones y generar valor compartido. Entre los retos, destacaría la necesidad de avanzar en transparencia, en la medición real del impacto y en la lucha contra el greenwashing. También es esencial reforzar la coherencia entre lo que se hace y lo que se comunica.
Las oportunidades son claras: contribuir a transformar la sociedad, adelantarse a regulaciones y generar valor compartido
¿Qué papel crees que deben asumir las nuevas generaciones en este camino hacia una Sostenibilidad más integrada?
Un papel esencial. Tienen una sensibilidad y una conciencia mucho más arraigada. Su visión será fundamental para acelerar procesos, exigir coherencia y aportar una mirada renovadora y comprometida.
¿Te gustaría añadir alguna reflexión final para esta publicación conmemorativa?
Solo agradecer esta iniciativa, que pone en valor distintas experiencias y perspectivas sobre la evolución y el impacto real de la Responsabilidad Social y la Sostenibilidad en nuestro entorno.
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