Familia Martínez es la división corporativa que integra cuatro empresas de la industria alimentaria española: Embutidos Martínez, Platos Tradicionales, Cinco Tenedores y La Pila Food. Con más de 50 años de trayectoria, la compañía ha hecho de la sostenibilidad un pilar estratégico, alimentando diariamente a más de 2,2 millones de personas con soluciones sabrosas, sencillas y sostenibles. En esta entrevista para Corresponsables, Raúl Martín, CEO de Familia Martínez, explica cómo la empresa alinea sus políticas ESG con una cultura corporativa que promueve la innovación y la responsabilidad. La compañía impulsa la eficiencia en el uso de recursos, fomenta la inclusión y la diversidad en su plantilla y colabora con proveedores éticos, estableciendo metas claras para consolidar un modelo de negocio sostenible que mira hacia el futuro sin comprometer a las próximas generaciones.
¿Cómo describiría el enfoque global de Familia Martínez en materia de sostenibilidad y cuáles son los principales compromisos que guían sus políticas ESG?
El ESG es algo implícito a nivel estratégico. En la redefinición que hicimos hace unos años de nuestra misión, si queremos mejorar el día a día de las personas a través de la alimentación, debemos hacerlo sin comprometer a las futuras generaciones. Si las compañías tienen que perdurar y seguir produciendo, debemos generar el mínimo impacto. Así todos los proyectos pueden llevarse a cabo: basados en una estrategia y en una cultura que llevamos dentro.
Un ejemplo: cualquier lanzamiento tiene que cumplir tres premisas en este orden: que sea un producto sabroso, sencillo de preparar y sostenible. También entendemos la sostenibilidad a nivel de negocio, porque si el negocio no perdura no podremos generar impacto ni mejorar el día a día de las personas. Todo está relacionado. La sostenibilidad está implícita en nuestra misión y en todos los ángulos de trabajo que desarrollamos.
¿Qué mecanismos emplea su compañía para garantizar que tanto empleados como colaboradores externos cumplen con esta política?
Más allá de mecanismos, volvemos al tema cultural. Como dijo Peter Drucker, “La cultura se come a la estrategia para desayunar”. Podemos tener una gran estrategia, pero si la gente no la lleva dentro, fallaremos en la ejecución.
Tenemos distintos ángulos. El primero es el seguimiento estratégico de arriba abajo. Los KPIs y nuestro plan de sostenibilidad se revisan tanto en los consejos de administración como en los comités de dirección mensuales de todas las compañías. También contamos con organismos que velan por el cumplimiento.
Además de la parte de compliance y de los canales éticos en cada compañía, una de nuestras empresas está certificada como B Corp. Esta certificación es un buen mecanismo de seguimiento porque exige cumplir criterios de amplio espectro y demuestra que nos tomamos en serio la sostenibilidad.
¿Qué criterios aplicáis para seleccionar y evaluar a los proveedores en materia de sostenibilidad?
He leído bastante sobre el Keiretsu, el estándar japonés impulsado por Toyota. Nosotros, no solo en sostenibilidad sino en cualquier aspecto de negocio, intentamos que nuestras buenas prácticas lleguen al inicio del ciclo de vida del producto.
Tanto en sostenibilidad como en calidad y seguridad alimentaria ayudamos a que nuestros proveedores desarrollen buenas prácticas. Tenemos una certificación propia para ellos: un incumplimiento puede llevar a no certificar y, en ese caso, el proveedor no podría servirnos.
La sostenibilidad es parte clave de esa certificación. Incluso al valorar proveedores, variables como consumo de agua, consumo energético o impacto ambiental pueden revalorizarlos o descartarlos directamente. Intentamos extender la sostenibilidad hasta el origen del ciclo de vida de los productos.
¿Qué medidas concretas están tomando para reducir el impacto ambiental de sus operaciones, y cómo miden su progreso?
Desde este año implantamos OKR (Objetivos y Resultados Clave) en aspectos críticos del negocio que revisamos trimestralmente. Uno de los principales es el agua. En España, donde operamos, hay escasez en algunos puntos, como en Valencia, y debemos adoptar medidas que reduzcan el impacto. El agua está presente en todos nuestros procesos: productivos, de higiene y limpieza.
Aplicamos medidas para hacer más eficiente su uso: una política específica, un grupo de trabajo que evalúa tecnologías para sustituir o reducir agua y diversas inversiones en tecnología, como redes de aprovechamiento, equipos de limpieza de menor consumo, nuevos materiales para limpiezas intermedias y grifos y duchas de bajo consumo.
Hemos conseguido que culturalmente todos tengan interiorizado este cuidado, con gestos como apagar las luces al salir de una sala. Con más de 1.800 empleados y muchas instalaciones, esto marca la diferencia.
En energía, la crisis inflacionaria demostró el enorme impacto económico en nuestros procesos. Hemos invertido en fotovoltaica y hoy generamos entre un 15% y un 20% de autoconsumo. Estamos adoptando certificaciones como ISO 50.001 para disponer de una guía y auditoría, y trabajando en planes de descarbonización, que comienzan con una auditoría para conocer nuestro punto de partida.
Otro eje son los residuos. En el proceso productivo reducimos el envío a vertedero y el desperdicio alimentario. En lo externo, trabajamos con nuevos materiales. Hemos sido pioneros sustituyendo plásticos por cartón o envases de madera. Esta variable de sostenibilidad está integrada en el desarrollo del producto, pensando en qué hará el usuario con el envase al desecharlo.
¿Qué iniciativas se han puesto en marcha para fomentar la diversidad y la inclusión dentro de sus equipos?
Familia Martínez es, como su nombre indica, una familia. Aunque somos más de 1.800, las personas están en el centro. La mayoría del equipo directivo lleva muchos años aquí y confiamos en su desarrollo.
La diversidad es clave para fomentar la responsabilidad y la autonomía. Más allá de cumplir la legalidad, tenemos acuerdos con asociaciones como Asindown para la integración de personas con discapacidad en todas las fábricas, lo que aporta frescura y valor.
También trabajamos la integración multigeneracional y multicultural, especialmente en planta, donde confluyen muchas culturas. En materia de género, fomentamos la interrelación con el objetivo de crear equipos autosuficientes y potenciar el desarrollo de las personas.
¿Cómo se aseguran de que todos los productos cumplen con los más altos estándares de calidad, seguridad y sostenibilidad?
A nivel de calidad y seguridad alimentaria, el estándar es máximo. Pero, aun así, si el producto no está bueno, nadie lo comprará, por lo que invertimos mucho en innovación.
La política de calidad y seguridad alimentaria es parte de nuestra cultura. Una visita a nuestras plantas muestra que España está a la vanguardia en tecnología de calidad y seguridad alimentaria.
Integramos la sostenibilidad con la visión de calidad desde el proveedor hasta el consumidor. Trabajamos tanto en el aspecto sensorial como en los atributos del producto.
Invertimos en tecnología de última generación: machine learning, inteligencia artificial, visión, integración de sistemas. También en transmitir culturalmente el concepto de calidad. Hemos desarrollado un proyecto de mentorización para que los veteranos acompañen a los nuevos empleados y transmitan esa cultura. Es un proyecto del que estamos muy orgullosos porque garantiza mantener los estándares.
¿Cuáles son los próximos retos o líneas estratégicas que se ha marcado Familia Martínez para los próximos años en materia ESG?
Queremos que Familia Martínez perdure en el tiempo. Nuestra estrategia tiene varios ángulos.
En lo estratégico, definir un modelo de gobernanza ágil que garantice el seguimiento de las acciones en trazabilidad, criterios empresariales y colaboración con proveedores.
En lo social, potenciar el desarrollo personal, del equipo y de perfiles multidisciplinares, intergeneracionales, de distintos géneros y culturas. Creemos firmemente en ello porque la sociedad camina en esa dirección. Un ejemplo es La Base, nuestra aula de impulso, donde fomentamos el desarrollo y la formación continua de todas las personas que forman parte de Familia Martínez.
En lo operativo, ser mucho más eficientes en el uso de recursos naturales. Habrá más personas y debemos producir alimentos de forma sostenible.
También buscamos que todas las personas tengan acceso a productos de calidad, producidos de forma eficiente y asequibles para el consumidor. Porque lo más importante es que estén buenos; si no, nadie los comprará.
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