Asumes la presidencia de REDS en un momento clave para la Agenda 2030. ¿Cuáles son tus principales prioridades para acelerar su implementación en España?
En 2025 REDS-SDSN Spain cumple diez años movilizando el conocimiento científico y académico para acelerar la transición hacia un desarrollo sostenible. Desde 2015, como antena de SDSN, auspiciada por la ONU, hemos creado una red diversa con más de cien universidades, administraciones, entidades sociales y empresas en toda España. Más allá de informes y guías, hemos ofrecido herramientas concretas para enfrentar los desafíos globales y aplicar los ODS a nivel local.
Nuestra forma de trabajar es clara: generar diálogo real entre actores diversos, centrarnos en retos tangibles y construir visiones colectivas que abren camino a soluciones de los retos del desarrollo sostenible. Y es precisamente ahí donde vamos a redoblar esfuerzos: en el terreno, facilitando alianzas transformadoras y apostando por la concreción. Porque acelerar la Agenda 2030 es una responsabilidad inaplazable.
¿Qué acciones concretas se están planificando en estos ámbitos?
En REDS impulsamos el desarrollo sostenible con proyectos concretos que conectan academia, administración, empresas y ciudadanía. Un ejemplo es unicitiES 2030, que vincula universidades y ciudades: estudiantes proponen soluciones reales a retos municipales mediante sus trabajos de fin de titulación.
Otro programa destacado es Cultura Sostenible, demuestra que el sector cultural puede liderar el cambio, actuando como motor de cohesión social y revitalización de espacios a través de las artes, el cine, la música o los museos.
También trabajamos en la transición ecológica como una oportunidad de transformación social. En el proyecto Renovables con el Territorio hemos desarrollado una hoja de ruta ambiciosa con 50 buenas prácticas y propuestas legislativas para lograr un despliegue de energías renovables más justo y equitativo con el territorio.
Por último, Jóvenes 2030 empodera a la juventud para liderar el cambio, creando una campaña de sensibilización sobre los ODS y la EDS 2030 con mensajes elaborados por y para jóvenes, ayudando a reducir la polarización generacional.
Desde tu experiencia en la Universidad del País Vasco /Euskal Herriko Unibertsitatea (EHU), ¿cómo puede la academia contribuir de manera más efectiva al desarrollo sostenible y a la implementación de los ODS?
Las universidades tienen un papel central en la sociedad por su capacidad de generar y transferir conocimiento. No son solo espacios académicos, sino actores con gran influencia política y social, esenciales para avanzar en los ODS.
Forman a más de 250 millones de personas que serán las futuras líderes, investigadoras y ciudadanas. Además, movilizan saberes interdisciplinarios, promueven el pensamiento crítico y aportan soluciones innovadoras a desafíos globales como la pobreza, el clima, la igualdad de género o el consumo responsable. Su rol debe ser transversal: formar, investigar, innovar, liderar con el ejemplo y conectar con la sociedad.
Conscientes del papel clave que debe desempeñar la universidad en la construcción de un futuro sostenible, en 2018 la UPV/EHU integró 12 de los 17 ODS en su estrategia institucional mediante la pionera iniciativa EHUagenda 2030. Además, sumó el compromiso con la diversidad lingüística y cultural a través del ODS 17+1, reforzando su identidad como universidad pública vasca. Para asegurar un seguimiento transparente, desarrolló un panel de indicadores que permite evaluar avances, identificar brechas y orientar mejoras, siendo útil también para otras universidades en España y Latinoamérica.
¿Qué papel desempeñan las alianzas multiactor en la estrategia de REDS y cómo se están fortaleciendo bajo tu liderazgo?
Las alianzas multiactor están en el centro de nuestra acción y del desarrollo sostenible. Creemos firmemente que los grandes retos solo se superan uniendo conocimiento, recursos y talento de diversos sectores.
Bajo mi liderazgo, trabajamos para consolidar alianzas estables, profundas y orientadas a resultados. Creamos espacios donde gobiernos locales, universidades, empresas y sociedad civil co-diseñan soluciones. Este proceso requiere constancia y escucha activa, pero es clave para generar transformaciones con impacto real.
El ámbito local es especialmente propicio para activar estas alianzas, ya que permite conectar saber académico, innovación privada, demandas sociales y liderazgo institucional. Así, los ODS se traducen en acciones concretas que mejoran la vida de las personas.
En un contexto de creciente cuestionamiento de la Agenda 2030, ¿cómo planea REDS reforzar su defensa y promoción?
Somos conscientes del contexto de polarización y del cuestionamiento creciente hacia la Agenda 2030, amplificado por la desinformación en redes y medios. Pese a los avances, los compromisos con los ODS se están erosionando a distintos niveles.
Desde REDS promovemos una conversación pública plural, basada en evidencia científica. El barómetro de More in Common muestra que el 62% de la población española conoce la Agenda 2030 y un 57% la valora positivamente, con mayor aceptación entre mujeres jóvenes y en zonas urbanas.
En los territorios trabajamos para superar resistencias mediante alianzas y estrategias como las Agendas Urbanas adaptadas al contexto local. Impulsamos el diálogo con sectores escépticos, abordando temas prioritarios como desigualdad, educación, vivienda, despoblación o turismo sostenible, y visibilizando experiencias positivas y nuevas voces comprometidas con el desarrollo sostenible.
¿Qué iniciativas se están llevando a cabo para integrar la sostenibilidad en las políticas públicas a nivel local y regional?
Desde REDS apoyamos a gobiernos locales y autonómicos en la integración de los ODS en políticas públicas mediante procesos de co-creación de hojas de ruta, planes y estrategias de Sostenibilidad. Contamos con un amplio catálogo de guías temáticas que recogen buenas prácticas y herramientas aplicables.
Facilitamos procesos participativos multiactor con una metodología propia que permite recoger aportes para estrategias concretas. En 2024, por ejemplo, colaboramos en la revisión de la EDS 2030 y en la elaboración de aportaciones multisectoriales para la Conferencia Internacional de Financiación para el Desarrollo Sostenible (FfD4) celebrada en Sevilla.
¿Cómo se está abordando la dimensión cultural de la Agenda 2030 dentro de las actividades de REDS?
Cultura Sostenible es una de nuestras áreas más reconocidas. Desde nuestros inicios colaboramos con agentes culturales para avanzar hacia un sector más sostenible. Aunque no existe un ODS específico para la cultura, muchos aliados entendieron pronto la necesidad de integrar su dimensión transversal en las estrategias de desarrollo sostenible.
Exploramos el potencial de la cultura para generar sentido colectivo, activar imaginarios y movilizar voluntades, especialmente en ámbitos locales y zonas en riesgo de despoblación. Un ejemplo destacado es nuestro trabajo con la Cátedra de Despoblación y Creatividad de la Universidad de Zaragoza en el municipio de Urriés.
Desde REDS seguimos visibilizando el papel estratégico de la cultura, facilitando herramientas y fomentando alianzas entre instituciones culturales, administraciones y otros sectores. Porque sin cultura, no hay transformación sostenible posible.
¿Qué desafíos identificas en la movilización de recursos y en la medición del impacto de las acciones sostenibles en España?
Uno de los mayores retos actuales en España es el retroceso en los compromisos financieros con la Agenda 2030, lo que limita el avance hacia los ODS. La movilización de recursos sigue siendo fragmentada y carente de una visión estratégica de Sostenibilidad.
El Compromiso de Sevilla, surgido de la FfD4, es clave en este contexto. Desde REDS lo hemos acompañado con jornadas y diálogos junto a diversos actores de la cooperación internacional, aportando una perspectiva multisectorial y territorial. Hemos subrayado temas como la reforma financiera, el fortalecimiento de la cooperación, la movilización de capital privado para la transición ecológica y social, y los incentivos para localizar los ODS.
Defendemos una corresponsabilidad real entre actores, con énfasis en la transferencia de conocimiento, inversión en formación, fortalecimiento institucional y activación del talento.
También es urgente mejorar la medición del impacto. Muchas iniciativas carecen de indicadores claros y sistemas de seguimiento rigurosos. Necesitamos mecanismos de evaluación más transparentes, comparables y útiles para rendir cuentas y tomar decisiones efectivas.
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