¿De qué manera está impactando la robótica móvil en el sentido más amplio de la sostenibilidad dentro de las empresas?
La robótica móvil representa una palanca clave de sostenibilidad para muchas organizaciones, pero su verdadero impacto depende de los componentes que la hacen posible. En ese sentido, las baterías de litio son el corazón de estos sistemas, y su diseño, origen y eficiencia energética tienen un peso directo en la huella ambiental de la solución.
Desde Alterity trabajamos para que cada batería contribuya a esa sostenibilidad: con mayor densidad energética, menor consumo, mayor vida útil y posibilidades reales de segunda vida. Así, impulsamos una robótica móvil no solo más eficiente, sino alineada con los principios de economía circular y baja huella de carbono.
¿Cuáles son los principales desafíos que enfrentan las empresas al integrar la robótica móvil en sus estrategias de gestión ESG?
Uno de los mayores retos es asegurar que las decisiones tecnológicas se toman con criterios ESG desde el inicio. En el caso de las baterías, muchas veces se opta por soluciones de bajo coste, sin trazabilidad, con alta huella de fabricación y sin plan de reciclaje o segunda vida, lo que compromete la sostenibilidad real del sistema.
Otro desafío es la gestión del ciclo de vida completo del equipo: desde la extracción de materiales hasta el tratamiento al final de su uso. En Alterity ayudamos a nuestros clientes a integrar estas variables en sus decisiones, aportando soluciones que cumplen los más altos estándares tanto en eficiencia como en responsabilidad ambiental y social.
¿Cómo asegura su empresa que las soluciones de robótica móvil que ofrecen cumplan con los estándares de gobernanza y ética?
En Alterity entendemos la sostenibilidad como un proceso transversal, que empieza en el diseño del producto y llega hasta su retirada.
Todas nuestras baterías están fabricadas en Europa con materiales certificados, proveedores auditados y procesos de fabricación limpios. Además, diseñamos nuestra electrónica de control con proveedores europeos, lo que nos permite asegurar una trazabilidad completa, un uso ético de los datos y un mantenimiento responsable.
Colaboramos con nuestros clientes para garantizar una gestión ética del ciclo de vida de nuestras baterías, incluyendo programas de segunda vida y acuerdos para su retorno y reacondicionamiento.
¿Puede compartir ejemplos concretos de cómo la robótica móvil ha mejorado la eficiencia operativa y, al mismo tiempo, ha contribuido a los objetivos ESG?
Uno de nuestros principales casos de éxito es el de un fabricante europeo de robots móviles que sustituyó sus antiguas baterías de plomo por sistemas Alterity.
Con ello, no solo mejoró la autonomía y redujo los tiempos de recarga, sino que logró una reducción del 20% en su consumo energético global y eliminó residuos prematuros gracias a la vida útil extendida de nuestros packs.
Además, acordamos con ellos la recuperación de las baterías para darles una segunda vida en almacenamiento estacionario, lo que les permitió añadir un capítulo de circularidad real a su estrategia ESG.
Casos como este demuestran que eficiencia y sostenibilidad no solo son compatibles, sino que pueden ir de la mano.
¿Qué tendencias futuras en robótica móvil considera que tendrán un mayor impacto en la gestión ESG?
Desde nuestro punto de vista, el futuro pasa por una batería más inteligente, modular y circular.
La gestión activa del ciclo de vida de las baterías será clave: sensores integrados, predicción de fallos, mantenimiento preventivo y trazabilidad total. También veremos un auge en el uso de materiales reciclados y nuevas químicas con menor impacto ambiental.
Pero sin duda, la gran disrupción vendrá por la segunda vida: convertir baterías usadas en soluciones de almacenamiento energético en industria o comunidades permitirá cerrar el ciclo y maximizar el valor ambiental de cada celda producida.
En Alterity estamos construyendo esa visión desde hoy.
Esta entrevista forma parte del Dosier Corresponsables: Robótica Móvil en materia ESG