España se enfrenta a una crisis hídrica creciente. ¿Cómo puede la remediación de aguas contribuir a la resiliencia hídrica del país, y por qué es clave en el contexto actual?
En España la periodicidad de las sequías es recurrente. Se ha pronosticado que aumente su severidad en el futuro, con lo que habrá una menor disponibilidad de agua por precipitación. Ante la escasez de este recurso, una de las soluciones es el aprovechamiento de las aguas subterráneas. La remediación, tal y como la entendemos, implica el conocimiento hidrogeológico del acuífero, para poder definir adecuadamente las características y el potencial de explotación del agua subterránea. Identificar las limitaciones de un acuífero nos permite saber hasta dónde podemos llegar en el uso de este recurso.
Si un acuífero se encuentra afectado por la presencia de compuestos contaminantes, es necesario conocer si esa afección es un riesgo para el uso previsto. No será lo mismo usar el agua para la refrigeración de un proceso industrial que para el abastecimiento de la población. En un proceso de remediación se trabaja para identificar los focos de afección, eliminarlos, y establecer las mejores tecnologías que limiten el riesgo de las aguas para un futuro uso.
La escasez del agua es un limitante para el desarrollo bajo cualquier contexto, no solo el actual. La industria, la agricultura, el turismo, entre otros, dependen del agua para poder continuar siendo los motores económicos de España. Debemos preservar las fuentes de agua que puedan ser de provecho ante períodos de sequía.
La contaminación de acuíferos y la sequía estructural son problemas críticos. ¿Cuáles son las principales estrategias de remediación que AECOM está aplicando para abordar estos desafíos?
El punto principal es el conocimiento del acuífero. Los estudios hidrogeológicos de caracterización son la base para poder entender las capacidades y problemáticas del recurso. Es muy complicado hacer un diagnóstico correcto y completo del estado de un acuífero, pero más complicado es descontaminarlo sin saber cómo funciona y qué problemas tiene.
Desde AECOM tratamos cada caso de forma única, aplicando las medidas de investigación que consideramos que mejor se adaptan al tipo de acuífero. En caso de que sea necesario remediar, evaluamos cuáles son las medidas que mejor encajan teniendo en cuenta los siguientes aspectos:
- Caracterización hidrogeológica
- Focos y contaminantes
- Receptores
- Legislación vigente
- Eficiencia en el uso de los recursos.
La integración de todos estos parámetros para alcanzar una solución óptima la denominamos metodología de Remediación Sostenible. Bajo esta metodología se alcanzan soluciones compatibles con todas las partes interesadas y con una racionalización de los esfuerzos, basada en riesgos, para la descontaminación del emplazamiento en cuestión.
Como estrategia de remediación, desde AECOM apostamos por evaluar, potenciar y monitorizar las soluciones basadas en la naturaleza (NbS). Se trata de aprovechar la capacidad del acuífero y de las capacidades biológicas conocidas, para degradar los contaminantes presentes en el medio. Esta metodología es realmente útil con contaminantes orgánicos, y puede incluir desde la mejora de las condiciones de las bacterias autóctonas para degradar los compuestos in-situ, hasta la plantación de árboles que, a través del ecosistema que crean en las raíces, degradan los contaminantes en el subsuelo.
AECOM tiene una sólida experiencia en proyectos de remediación. ¿Nos podrías compartir algún caso concreto en España donde la remediación haya tenido un impacto positivo en la calidad del agua o en la recuperación de ecosistemas acuáticos?
Muchos de nuestros proyectos son de carácter confidencial, pero sí podemos mencionar los trabajos que se están desarrollando desde 2008 en el barranco de Bailín, en Huesca, para la investigación y descontaminación por lindano.
Se trata de un vertedero asentado sobre un acuífero fracturado. Esto implica que el residuo, subproducto de la fabricación de un pesticida, ha migrado por el subsuelo a través de un laberinto de grietas, hasta acabar lixiviando el río Gállego.
Los trabajos han consistido, de manera muy resumida en:
- Caracterización e investigación detallada de la hidrogeología del foco de contaminación y su entorno.
- Identificación de las vías de migración.
- Análisis de riesgos sobre los potenciales receptores.
- Selección y ensayos piloto de las potenciales metodologías de remediación.
- Puesta en marcha de las metodologías de remediación específicas y análisis de comprobación de los resultados. Se han aplicado tanto tecnologías físico- químicos como tratamientos biológicos.
- Adecuación de los trabajos, conforme los trabajos de descontaminación del medio van alcanzando objetivos.
El incumplimiento de las normativas de depuración de aguas residuales urbanas ha generado sanciones por parte de la Unión Europea. ¿Cómo contribuye la remediación a mejorar la depuración de aguas residuales y evitar futuras sanciones?
Desde la remediación de las aguas subterráneas, no podemos contribuir de manera significativa al tratamiento de las aguas residuales urbanas. El impacto de estos trabajos se aprecia allí donde el tratamiento de las aguas subterráneas mejora la calidad del agua que migra hacia los cauces superficiales, como hemos indicado en el ejemplo anterior del vertedero de Bailín.
En cuanto a la protección de los acuíferos, ¿cuál es el enfoque de AECOM para garantizar la viabilidad de esta fuente estratégica de agua potable, especialmente en áreas afectadas por la contaminación?
Lo primero sería tener un conocimiento detallado los acuíferos de nuestro país. Ya no sólo sus características hidrogeológicas, sino los puntos donde la calidad del agua no cumple con los niveles legales establecidos. Esto permitiría identificar los focos y actuar sobre ellos. Aunque a veces, no es posible.
Uno de los ejemplos de la dificultad para la identificación de los focos, es la contaminación por nitratos. En mi opinión, la contaminación por nitratos de los acuíferos, cuyo origen es el exceso de fertilización con purines, es una de las principales causas de degradación en la calidad de las aguas subterráneas. Pero es muy complejo identificar el origen del exceso de fertilización de los campos, que lixivian los purines hasta ponerlo en contacto con las aguas subterráneas.
Evitar la fuente de contaminación sería la una de las medidas para tratar de garantizar la viabilidad de las aguas subterráneas como recurso.
La otra medida que considero más relevante es el estudio de las alternativas de remediación basadas en la naturaleza, tal y como he mencionado anteriormente. Cada vez tenemos un mejor conocimiento de los mecanismos de degradación de los contaminantes, a partir de cepas bacterianas específicas, y esto permite mejorar el proceso natural, mediante la mejora de las condiciones del medio.
¿Qué papel juegan las tecnologías emergentes en la remediación hídrica? ¿Cómo están impulsando los avances científicos y tecnológicos el desarrollo de soluciones más efectivas para la gestión del agua?
Esta pregunta daría para hacer un seminario. Las tecnologías emergentes buscan soluciones que “copien” los procesos naturales, bajo la premisa de reducir el consumo energético en el proceso y reducir la generación de residuos. La tecnología ideal es aquella en la que apenas se consuma energía en el proceso de descontaminación y no se generen residuos. Por eso tratamos de implementar soluciones basadas en la naturaleza en nuestros proyectos de remediación.
Aunque no soy un especialista en la segunda pregunta, estamos viendo cómo la tecnología trata de reducir el consumo de agua en cualquiera de los procesos en los que es necesaria: desde minimizar el consumo de agua en un proceso para la fabricación de telas, hasta la plantación de especies agrícolas con un menor requerimiento hídrico. En todos los sectores se considera el agua como posible factor limitante en el futuro.
Además de la remediación, ¿qué otras prácticas sostenibles recomienda AECOM para mejorar la gestión de los recursos hídricos en España y aumentar la resiliencia frente a las crisis climáticas?
Como siempre, hay enfoques complementarios: por una parte, investigar desde el inicio todo lo que tenga que ver con el diseño de los procesos, ya sean industriales, productivos, etc., para incorporar medidas de ahorro del recurso, nuevas tecnologías que necesiten menos agua para funcionar, automatización o reducción de posibles pérdidas e ineficiencias.
Pero igualmente importante o más es la planificación a largo plazo, la asignación racional y sostenible del recurso entre los diferentes usos (y su localización), la internalización de costes ambientales y el empleo de incentivos para la protección de los ecosistemas terrestres, acuáticos y el suelo. Solo un esfuerzo en todos los frentes nos permitirá ser menos vulnerables.
Finalmente, ¿cómo ves el futuro de la resiliencia hídrica en España? ¿Qué medidas a corto y largo plazo considera urgentes para garantizar el acceso sostenible al agua para todos los sectores?
En mi opinión, hay una conciencia social muy importante en España. Y esto ayuda a que todas las medidas que se planteen en este sentido sean bien recogidas por la sociedad. Sin embargo, la administración necesita más medios para poder poner en marcha las medidas de los planes hidrológicos o velar por el cumplimiento de la legislación vigente.
A corto plazo, es necesario mejorar las infraestructuras de la red de abastecimiento de agua y mejorar el tratamiento de las aguas antes de su vertido a cauce. A medio y largo plazo, considero que es necesario evaluar el potencial del uso del agua regenerada, tal y como ya se hace en otros países (garantizando su calidad), y evaluar de forma detallada el potencial de los acuíferos del país, como fuente de agua en períodos de sequía.
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