La transición hacia una movilidad más sostenible avanza lentamente en América Latina, pero empresas como Nissan están decididas a liderar ese camino. Francisco Medina Montero, gerente de vehículos eléctricos para la región, explicó en una reciente conversación con Corresponsables que la firma japonesa no solo ha sido pionera en el desarrollo de autos eléctricos, sino que está enfocada en crear un ecosistema completo que acompañe esta transformación tecnológica.
Nissan fue la primera marca en lanzar un vehículo eléctrico de producción masiva en 2010, el Nissan Leaf. “En ese momento nadie se atrevía. Nosotros nos aventuramos”, afirmó Medina. Hoy, en mercados como Chile, existen más de 140 modelos eléctricos de distintas marcas, lo que muestra el crecimiento del sector. Sin embargo, el ejecutivo reconoce que el avance de la electromovilidad en la región enfrenta desafíos estructurales, como la escasa infraestructura de carga y los altos costos de adopción.
Ante ese panorama, Nissan ha trazado una hoja de ruta clara con metas de largo plazo. “Fuimos firmantes del Race to Zero en 2021, comprometiéndonos con la neutralidad de carbono hacia 2050”, recordó. Para lograr ese objetivo, la compañía ha implementado una serie de acciones concretas, tanto en sus procesos de producción como en la vida útil de sus vehículos. Uno de los pilares de esta estrategia es el uso de energías renovables en sus plantas de Brasil, México y Argentina, junto con medidas de reutilización de materiales y eficiencia energética.
Democratización de la movilidad eléctrica
La visión de Nissan se enmarca en su programa global Ambition 2030: Nuestra misión es lograr la neutralidad de carbono y vehículos de cero emisiones para 2050, y hacer que los vehículos eléctricos sean accesibles para todos, en todas partes. Además, coloco la meta para el año fiscal 2030 de aumentar la electromovilidad presentando 27 nuevos modelos electrificados, incluidos 19 nuevos vehículos eléctricos.
Este programa está sustentado en dos ejes principales: el Green Program, enfocado en la reducción del impacto ambiental, y el Nissan Social Program, que busca generar impactos positivos en las comunidades. “No se trata solo del medio ambiente, también hay que trabajar con las personas”, explicó Medina.
Uno de los desarrollos tecnológicos más destacados en esta estrategia es ePower, una tecnología que permite la conducción eléctrica sin depender exclusivamente de cargadores externos. “E-Power es una solución intermedia para esta etapa de transición. Tiene un motor eléctrico que mueve el vehículo todo el tiempo, pero cuenta con un motor a gasolina que actúa como generador de energía”, explicó. Esta innovación permite extender la autonomía de modelos como el X-Trail ePower a más de 950 kilómetros con una sola carga de combustible, algo especialmente útil en países con escasa infraestructura de carga.
A pesar de la resistencia cultural en algunos mercados de la región, la experiencia de manejo de los autos eléctricos ha generado buena recepción entre los consumidores. “Los clientes se sorprenden con la agilidad y la facilidad de manejo”, aseguró Medina. A esto se suma un alto nivel de tecnología embarcada que incluye frenado de emergencia, sensores y sistemas de gestión de energía.
Pero la sostenibilidad no se limita a la ingeniería de producto. Nissan también trabaja en la educación y sensibilización sobre la movilidad eléctrica. “Hemos desarrollado alianzas con universidades, institutos y colegios para transferir conocimiento sobre esta tecnología”, señaló. Uno de los focos es la reutilización de baterías que han concluido su vida útil en vehículos, pero que aún pueden ser aprovechadas en sistemas de almacenamiento energético, iluminación pública o residencias.
La firma también promueve cambios dentro de su propia red de distribuidores. En países como México, se han instalado paneles solares en concesionarios para reducir la huella de carbono, y en mercados como Chile y Argentina, se han habilitado puntos de carga abiertos al público.
Consultado sobre el futuro de la movilidad en la región, Medina es categórico: “Nuestro compromiso es con cero emisiones y cero accidentes. Estamos trabajando fuertemente en esas dos líneas”. Si bien reconoce que los desafíos persisten, se muestra optimista sobre el papel de Nissan en este proceso de transformación. Muestra de ello es que la marca planea dos nuevos lanzamientos de vehículos electrificados este año que serán anunciados muy pronto.
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