Con más de dos décadas de experiencia impulsando proyectos con impacto social, Ana Lozano Cámbara, Directora de Comunicación, Marketing y RSC de Clariane España, se ha consolidado como una de las voces referentes en materia de Responsabilidad Social y Sostenibilidad. Desde sus inicios, confiesa haber sentido un fuerte compromiso con el impacto que generamos como sociedad: “Siempre he tenido un interés por el impacto social que generamos y, desde que comencé mi carrera profesional, tuve la suerte de vincularme a la Responsabilidad Social”, recuerda.
A lo largo de su trayectoria, Lozano ha sido testigo de la evolución de la RSE, desde su incorporación a las estrategias empresariales hasta su consolidación como una herramienta de gestión clave. “La profesionalización, la integración y la consolidación dentro de las empresas han sido determinantes, así como la creación de entidades que aportan solidez, como el Pacto Mundial, Dirse o los ODS”, señala. En su visión, el sector ha madurado, adoptando una mirada más estratégica, medible y comprometida con el largo plazo.
Con motivo del 20 aniversario de Corresponsables, Ana Lozano destaca el papel esencial que el medio ha tenido en el impulso y visibilidad de la Responsabilidad Social en el mundo hispano: “Conocí a Corresponsables en la Universidad, cuando estudiaba Periodismo, pero tuve un mayor acercamiento cuando desde Corresponsables nos ayudaron a lanzar los premios G5 Innova al emprendimiento social. Su papel ha sido de unión de muchos profesionales interesados en una forma de hacer con impacto positivo en la gobernanza, el ámbito social y el medio ambiente”.
En su opinión, Corresponsables ha sabido crear “puntos de encuentro y liderazgo en la comunicación de todo un sector”, convirtiéndose en un actor indispensable para conectar experiencias, proyectos y personas comprometidas con la transformación social.
Mirando al futuro, Lozano se muestra optimista pero realista: “El mayor reto será la confianza de los distintos públicos de interés, y las oportunidades estarán en la circularidad, el aspecto ético y el margen competitivo que deja la RSE”. También lanza un mensaje claro a las nuevas generaciones, a quienes considera esenciales para continuar el legado: “Cada decisión individual tiene una implicación colectiva; su papel será clave en el modelo de consumo y en la creación de una conciencia más sostenible”.
¿Cómo, cuándo y por qué comenzaste a interesarte e involucrarte en el ámbito de la Responsabilidad Social y Sostenibilidad?
Siempre he tenido un interés por el impacto social que generamos y desde que comencé mi carrera profesional tuve la suerte de vincularme a la Responsabilidad Social. Tengo recuerdos muy bonitos de entidades como UNRWA, Fundación Aldaba y Fundación Aspacia.
¿Cómo era el panorama de la RSE cuando comenzó en comparación con cómo es hoy?
El aspecto positivo es que se ha integrado dentro de la toma de decisiones estratégicas tanto de las empresas como de las Administraciones Públicas. El aspecto negativo es la excesiva legislación en distintos niveles que hace compleja la actualización.
“Siempre he tenido un interés por el impacto social que generamos y desde que comencé mi carrera profesional tuve la suerte de vincularme a la Responsabilidad Social”
Querida Ana, ¿cuándo conociste a Corresponsables? ¿Qué papel consideras que ha tenido en el impulso de la RSE en las últimas dos décadas?
Conocí a Corresponsables en la Universidad cuando estudiaba Periodismo porque seguía temas del entorno social, pero sin duda tuve un mayor acercamiento cuando desde Corresponsables nos ayudaron a lanzar los premios G5 Innova al emprendimiento social, que lanzamos hace más de 10 años y fue todo un éxito, abriendo paso y dando apoyo desde Grupo 5 a iniciativas innovadoras y con apuesta social.
“Conocí a Corresponsables en la Universidad cuando estudiaba Periodismo porque seguía temas del entorno social”
Desde mi punto de vista, el papel ha sido de unión de muchos profesionales interesados en una forma de hacer con impacto positivo en la gobernanza, el ámbito social y el medio ambiente; y la creación de puntos de encuentro y liderazgo en la comunicación de todo un sector.
¿Qué cambios significativos has observado en esta materia desde que comenzaste?
La profesionalización, la integración y consolidación dentro de las empresas, así como la generación de entidades e iniciativas que aportan solidez a la RSE como el Pacto Mundial, Dirse o los ODS. A lo largo del tiempo, he observado cómo la Responsabilidad Social ha pasado de ser un área complementaria a convertirse en un pilar estratégico dentro de las organizaciones. Hoy en día, muchas empresas la conciben como una herramienta de gestión integral que influye en la reputación, la atracción de talento y la relación con los grupos de interés. Además, el impulso de organismos internacionales y la aparición de estándares globales han permitido medir, comparar y mejorar el desempeño social y ambiental de las instituciones con mayor rigor.
¿Cuáles consideras que han sido los hitos más importantes en la evolución de la RSE y la Sostenibilidad en estas dos décadas y qué factores crees que han impulsado estos cambios?
Los ODS han sido un elemento clave, así como las memorias no financieras, las inversiones socialmente responsables y las diferentes legislaciones.
 Estos hitos han transformado la manera en que las empresas entienden su papel en la sociedad, pasando de acciones puntuales a estrategias de largo plazo alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Las exigencias normativas y la presión social han impulsado una mayor transparencia, y la medición del impacto se ha vuelto un factor determinante para la competitividad. La combinación de innovación, compromiso institucional y conciencia ciudadana ha generado un ecosistema mucho más maduro y preparado para afrontar los retos globales en materia de Sostenibilidad.
“La RSE tiene KPIs y tiene un impacto directo en el negocio”
¿Qué lecciones has aprendido a lo largo de tu carrera en RSE?
La RSE tiene KPIs y tiene un impacto directo en el negocio. La RSE no es buenismo.
Estas lecciones reflejan la importancia de entender la Responsabilidad Social como una inversión estratégica y no como una acción filantrópica aislada. He aprendido que los resultados medibles son esenciales para demostrar su valor dentro de las organizaciones, y que la coherencia entre el propósito, la gestión y los resultados es lo que realmente consolida la credibilidad. Además, es fundamental que las empresas asuman que la ética y la sostenibilidad no están reñidas con la rentabilidad, sino que son parte de un modelo empresarial más sólido y duradero.
Ana, ¿cuáles consideras que han sido los pioneros en esta materia?
Personas que a mí me han marcado: Ramón Jáuregui, Esther Trujillo y Alberto Andreu, sin duda.
“Desde mi punto de vista, el papel ha sido de unión de muchos profesionales interesados en una forma de hacer con impacto positivo en la gobernanza, el ámbito social y el medio ambiente”
Ellos fueron referentes que impulsaron un cambio de mentalidad en torno a la Responsabilidad Social desde una perspectiva técnica, estratégica y humana. Su visión ayudó a sentar las bases de lo que hoy entendemos como gestión responsable, inspirando a muchos profesionales a incorporar criterios éticos y de sostenibilidad en sus decisiones. Además, su contribución permitió consolidar un lenguaje común en el sector, fomentando el diálogo entre la empresa, la administración y la sociedad civil.
¿Cómo ves el futuro de la RSE y la Sostenibilidad? ¿Qué retos y oportunidades anticipas para las próximas dos décadas?
El mayor reto es la confianza de los distintos públicos de interés, y las mayores oportunidades están en la circularidad, el aspecto ético y en el margen competitivo que deja la RSE.
“El mayor reto es la confianza de los distintos públicos de interés, y las mayores oportunidades están en la circularidad, el aspecto ético y en el margen competitivo que deja la RSE”
En los próximos años, la capacidad de las empresas para generar confianza será determinante para su sostenibilidad a largo plazo. Las organizaciones deberán adaptarse a nuevas demandas sociales, tecnológicas y ambientales, y demostrar con hechos su compromiso con el desarrollo sostenible. Al mismo tiempo, la innovación circular, la gestión responsable de recursos y la transparencia abrirán espacios de crecimiento y diferenciación competitiva. La clave estará en mantener la coherencia entre lo que se comunica y lo que realmente se hace.
Para concluir, ¿qué papel crees que deben jugar las nuevas generaciones en la continuación de este legado?
Creo que su papel principal estará en la generación de conciencia de que cada decisión individual tiene una implicación colectiva, y desde luego estará en el modelo de consumo de la sociedad.
Las nuevas generaciones tienen una oportunidad única de transformar los hábitos de consumo, la cultura corporativa y la forma en que entendemos el progreso. Su visión más abierta, conectada y global puede impulsar una Sostenibilidad más inclusiva y participativa, donde la tecnología y la ética caminen de la mano. A través de la educación, la innovación y el activismo responsable, podrán continuar fortaleciendo el legado de la RSE con un enfoque más consciente y transformador.
Accede a más información responsable en nuestra biblioteca digital de publicaciones Corresponsables y en el Caso Práctico de Clariane en el Anuario Corresponsables 2025.

 
  
 
 
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
 







 
  
  
 