Aunque en la última década se han registrado avances importantes hacia la meta global de garantizar agua potable y saneamiento para todos, aún persiste una brecha crítica que exige atención inmediata, voluntad política y recursos sustanciales. Según estimaciones recientes, se necesitan entre 131 mil y 140 mil millones de dólares adicionales para cumplir con este objetivo a nivel mundial, un desafío que se agudiza en regiones donde la inversión actual en agua representa apenas el 0,5% del PIB global. En América Latina y el Caribe, se calcula que cada país debería destinar anualmente el 1,3% de su PIB a este propósito durante los próximos diez años, lo que, además de cerrar brechas de acceso, generaría millones de empleos verdes. En el caso de Chile, si bien la cobertura urbana de agua potable y tratamiento de aguas servidas es cercana al 100%, aún el 3% de los hogares —especialmente en zonas rurales, asentamientos irregulares y comunidades aisladas— no cuenta con acceso dentro de la vivienda, lo que impide asegurar condiciones básicas de salud, higiene y dignidad. Las cifras revelan que los desafíos urbanos están ligados al estrés hídrico y la sobrecarga de infraestructura, mientras que en zonas rurales se suman limitaciones de cobertura e infraestructura. Además de su impacto directo en la salud y el bienestar, el acceso al agua influye positivamente en la equidad de género, el desarrollo local y la regeneración ambiental. Frente a esta realidad, diversos actores trabajan en estrategias para mejorar la gestión hídrica, como la elaboración de guías prácticas para el uso eficiente del recurso, la creación de alianzas territoriales y la adopción de soluciones tecnológicas y naturales. La Transición Hídrica, por ejemplo, propone una mirada integral que combina gobernanza local, eficiencia, reutilización de aguas y protección de ecosistemas, con el fin de avanzar hacia un modelo sostenible, resiliente y justo que garantice el derecho humano al agua en todos los territorios, ahora y en el futuro.
Transformación digital en el agro: una respuesta clave frente a la crisis climática y la escasez de recursos
En un escenario agrícola marcado por la crisis hídrica, el cambio climático, la creciente demanda por sostenibilidad y eficiencia, y los altos estándares del mercado agroexportador, la digitalización del campo se presenta no solo como una alternativa, sino como una necesidad urgente. La incorporación de tecnologías que integran datos climáticos, sensores, maquinaria y sistemas administrativos permite optimizar cada etapa del proceso productivo, facilitando decisiones informadas en tiempo real y una gestión más inteligente de los recursos. El uso de herramientas digitales como módulos de monitoreo ambiental, control de riego y gestión operativa tecnificada permite mejorar la eficiencia hídrica, reducir costos, minimizar el uso de insumos y anticipar riesgos climáticos sin comprometer la productividad ni la calidad del cultivo. Esta transformación, que busca simplificar la experiencia del usuario con plataformas intuitivas y alertas automáticas, redefine el rol del agricultor, poniendo la información como el insumo más valioso para un modelo de producción resiliente y sostenible. Frente a fenómenos extremos, competencia global y exigencias ambientales crecientes, el futuro del agro dependerá en gran parte de su capacidad para adoptar soluciones tecnológicas integradas que aseguren no solo su rentabilidad, sino también su viabilidad ecológica y social a largo plazo.
Nueva etapa en la sostenibilidad empresarial chilena: liderazgo femenino y compromiso con la transformación
Con más de dos décadas de experiencia en sostenibilidad, estrategia y articulación multisectorial, una nueva líder asume el desafío de dirigir uno de los espacios más influyentes en la promoción del desarrollo sostenible empresarial en Chile, marcando un cambio de ciclo orientado a profundizar la colaboración, la incidencia pública y la transformación organizacional. Este relevo se da tras una gestión que consolidó avances clave como la creación de programas pioneros en derechos humanos, formación en sostenibilidad, medición de impactos y una mayor proyección internacional, posicionando a las empresas como actores centrales frente a desafíos globales como el cambio climático, la justicia social y la economía circular. El liderazgo entrante ha manifestado su convicción de que la sostenibilidad no es un destino, sino una forma de hacer empresa basada en el diálogo, la empatía y la coherencia estratégica, en un entorno donde las empresas están llamadas a responder con acciones concretas a las demandas sociales y ambientales más urgentes. Este momento representa no solo un cambio de liderazgo, sino la oportunidad de reforzar una visión empresarial más justa, resiliente e interconectada con el bienestar colectivo y los objetivos de desarrollo sostenible.
Capacitación gratuita abre nuevas puertas laborales para jóvenes en el sector de energías renovables
En un contexto donde la transición energética exige no solo innovación tecnológica sino también capital humano preparado, una nueva iniciativa formativa ofrece a jóvenes entre 18 y 35 años la oportunidad de capacitarse gratuitamente como instaladores de paneles solares, uno de los oficios con mayor proyección en el mercado laboral actual. Este programa, que combina formación técnica en sistemas fotovoltaicos con el desarrollo de habilidades blandas como trabajo en equipo, resolución de problemas y organización, busca abrir caminos hacia empleos con propósito, sostenibles y bien remunerados, especialmente para personas que hayan terminado la educación media o tengan estudios superiores inconclusos. Dirigido a quienes residen en zonas como la Región Metropolitana y Valparaíso, y pertenecen a los sectores más vulnerables del país, el bootcamp está diseñado para durar siete semanas e incluir sesiones online y presenciales, con un enfoque práctico que facilita la empleabilidad inmediata tras la formación. Al articular oportunidades de inserción laboral con el avance hacia una matriz energética más limpia, este tipo de programas no solo empodera a nuevas generaciones, sino que contribuye activamente a la construcción de un futuro más equitativo, sostenible y resiliente.
Innovación educativa con inteligencia artificial mejora el rendimiento y reduce la reprobación en carreras técnico-profesionales
Una experiencia pionera en el uso de inteligencia artificial está transformando la manera en que se enseñan las ciencias en la educación técnico-profesional, demostrando que la tecnología puede ser un puente efectivo entre el aula y las necesidades del mercado laboral. A través de un programa piloto desarrollado en siete sedes del país, estudiantes de carreras como Automatización, Robótica, Mecánica y Minería lograron mejorar sus calificaciones en un 31% y aumentar en cinco puntos su tasa de aprobación, gracias a un ecosistema educativo que combina prácticas científicas con dispositivos móviles, asistentes virtuales con IA conversacional, plataformas que usan sensores de celulares para realizar experimentos y quizzes automáticos integrados. Esta iniciativa, que contó con la colaboración de docentes y apoyo institucional, generó más de 70 evaluaciones formativas, 30 recursos personalizados y un logro promedio del 71% en el aprendizaje de Física Mecánica. Su impacto no solo se refleja en cifras, sino en su potencial de escalabilidad, con planes de expansión hacia nuevas asignaturas y carreras en todo el país. Este modelo demuestra que una educación moderna, inclusiva y conectada con la tecnología no solo es posible, sino urgente, sobre todo en contextos donde reducir brechas y preparar a técnicos y profesionales del futuro resulta clave para el desarrollo sostenible.
Inclusión y sostenibilidad: claves empresariales para construir un futuro compartido en Chile
En un país donde los desafíos sociales y ambientales son estructurales, avanzar hacia un desarrollo más equitativo y responsable requiere más que cumplir normativas: exige convicción y acción real. Komatsu Cummins Chile lo demuestra con una estrategia que fusiona inclusión laboral y sostenibilidad ambiental como pilares de innovación y transformación organizacional. Desde la incorporación de personas históricamente excluidas, jóvenes infractores, mujeres privadas de libertad, personas con discapacidad o sin experiencia formal, hasta la creación del Centro Inclusivo R (CIR), la compañía ha logrado conectar economía circular con impacto social tangible. En el CIR de Antofagasta, materiales desechados se recuperan y reacondicionan por trabajadores que antes eran descartados por el sistema, generando no solo eficiencia ambiental sino también oportunidades de reinserción. Esta experiencia demuestra que poner a las personas en el centro de las estrategias empresariales no solo mejora la cultura interna y fortalece vínculos comunitarios, sino que también moviliza un propósito transformador: construir, desde la empresa, un país más justo, resiliente y sostenible.