Manuel Pérez Mateos, Rector de la Universidad de Burgos y Presidente de CRUE-Sostenibilidad, es una de las figuras clave en la promoción de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) y la Sostenibilidad en el ámbito universitario español. Con una trayectoria marcada por su dedicación al impulso de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), su liderazgo ha transformado la forma en que las universidades españolas abordan estos desafíos. En su visión, la Sostenibilidad no es solo un aspecto ambiental, sino también una cuestión social y económica.
En una entrevista exclusiva, Pérez Mateos reflexionó sobre cómo su carrera ha sido testigo de una transformación significativa en el panorama de la RSE. “Sin desarrollo sostenible, no hay futuro”, afirmó con rotundidad, resumido en una frase el compromiso que ha guiado su labor a lo largo de los años. En su opinión, el principal cambio que se ha producido en la RSE desde su inicio es que, en sus primeros años, “las universidades se ocupaban principalmente de aspectos medioambientales”, mientras que hoy, las universidades, a través de CRUE-Sostenibilidad, abogan por una visión más holística de la Sostenibilidad, que también incluye la dimensión social y económica de los ODS.
Pérez Mateos recordó sus primeros años de implicación: “Cuando comencé en 2020 presidiendo CRUE-Sostenibilidad, éramos una de las comisiones más multifacéticas de CRUE, con nueve grupos de trabajo temáticos enfocados en la creación de campus universitarios más sostenibles”. En este contexto, destacó la importancia de que las universidades trabajen para incorporar aspectos de Sostenibilidad en todos los ámbitos del conocimiento, desde la movilidad sostenible hasta la prevención de riesgos laborales y la lucha contra el cambio climático.
Sobre Corresponsables, Pérez Mateos destacó el papel fundamental de esta plataforma en el impulso de la RSE en las últimas dos décadas. “Desde el primer momento me preocupó que la universidad sirviera de puente entre la sociedad y las empresas”, afirmó, subrayando cómo Corresponsables ha ayudado a crear muchas alianzas estratégicas entre universidades y empresas. En su opinión, Corresponsables ha sido esencial para coordinar muchas de las acciones que han permitido a las empresas abordar los retos de la Sostenibilidad de manera efectiva. “Ha permitido a las universidades trasladar a las empresas los modelos de Sostenibilidad más aplicables al sector privado”, explicó.
Pérez Mateos también aprovechó para reflexionar sobre cómo, en los últimos años, la RSE ha pasado de una etapa de “greenwashing” a una verdadera implicación de las empresas con los ODS. “Lo que hemos visto es una transformación hacia una implicación auténtica con los ODS como guía de actuación para muchas empresas, con inversiones reales que se han demostrado rentables desde el punto de vista financiero”, añadió, reconociendo cómo este cambio se ha reflejado en una mayor rentabilidad y eficacia en la aplicación de los principios de RSE.
Cuando se le preguntó sobre el futuro de la RSE y la Sostenibilidad, Pérez Mateos fue tajante: “El futuro pasa necesariamente por la implicación de toda la sociedad, y en especial del sector empresarial, en situar a la A2030 como guía principal de todas nuestras actuaciones”. De acuerdo con él, las nuevas generaciones deben jugar un papel decisivo: “Si no actúan, no habrá futuro. Así de claro“, concluyó con contundencia.
Finalmente, en cuanto al 20 aniversario de Corresponsables, Pérez Mateos destacó su impacto en la RSE a nivel global: “El papel de Corresponsables en estos 20 años ha sido crucial. Ha sido un punto de encuentro y una plataforma que ha permitido a las empresas coordinarse, compartir experiencias y encontrar soluciones sostenibles, mientras se han ido alineando con los ODS y la Agenda 2030”. Además, alabó la capacidad de la plataforma para dar visibilidad a las iniciativas sostenibles y promover una cultura empresarial responsable en España y Latinoamérica.
Manuel, ¿por qué comenzaste a interesarte e involucrarte en el ámbito de la Responsabilidad Social y Sostenibilidad?
En 2020, cuando fui nombrado Presidente de la Comisión Sectorial CRUE-Sostenibilidad y asumí la coordinación de la Sostenibilidad de las universidades españolas.
Cuando empecé en 2020 presidiendo CRUE-Sostenibilidad, era una de las comisiones sectoriales más multifacéticas de CRUE, con nueve grupos de trabajo temáticos trabajando en la creación y consolidación de campus universitarios más preocupados por una enseñanza que incorporen aspectos de Sostenibilidad en todos los ámbitos del conocimiento.
“Cuando llegué, las universidades se ocupaban principalmente de aspectos medioambientales, mientras que hoy se dirige también a la Sostenibilidad social y económica”
Estos grupos tenían programas dirigidos a promocionar la salud, trabajar por una movilidad sostenible, cuidar la eficacia energética de nuestros edificios, luchar contra el cambio climático, velar por la prevención de riesgos laborales, promover el voluntariado, y trabajar por un urbanismo más sostenible. Todo ello se realizaba con perspectiva de igualdad de género y con un firme compromiso con el medio ambiente y la salud.
¿Cómo era el panorama de la RSE cuando comenzaste en comparación con cómo es hoy?
El principal cambio (positivo) es que cuando llegué, las universidades se ocupaban principalmente de aspectos medioambientales, mientras que hoy el trabajo de la sectorial se dirige también a la Sostenibilidad social y económica, con una visión holística muy centrada en la defensa de los derechos humanos y el cumplimiento de los ODS más sociales.
“Las universidades tienen una posición extraordinaria para influir en las empresas y en el sector industrial”
¿Cuándo conociste a Corresponsables? ¿Qué papel consideras que ha tenido en el impulso de la RSE en las últimas dos décadas?
Desde el primer momento me preocupó que la universidad sirviera de “puente” entre la sociedad y las empresas para trasladar a la empresa aquellos modelos de Sostenibilidad universitaria de mayor aplicación al sector privado. La posición de privilegio de la universidad con respecto a la empresa y las organizaciones empresariales ha facilitado muchas alianzas en el ámbito de la implementación de los ODS marcados en la Agenda 2030.
“Corresponsables ha sido esencial para coordinar muchas acciones y dar respuesta a las iniciativas empresariales sobre desarrollo sostenible”
Ha sido esencial, porque ha permitido coordinar muchas acciones y dar respuesta a numerosas iniciativas empresariales que no sabían cómo abordar los retos de desarrollo sostenible en su actividad.
Manuel, ¿qué cambios significativos has observado en esta materia desde que comenzaste?
Claramente se ha pasado de un “green washing” a una implicación auténtica de los ODS como guía de actuaciones de muchas empresas, con inversiones reales que se han demostrado rentables desde el punto de vista financiero.
¿Cuáles consideras que han sido los hitos más importantes en la evolución de la RSE y la Sostenibilidad en estas dos décadas y qué factores crees que han impulsado estos cambios?
Como decía anteriormente, hemos avanzado en la superación de objetivos que sólo tenían en cuenta el desafío medioambiental. Las universidades tenemos una posición extraordinaria para influir en las empresas y en el sector industrial. Podemos colaborar estrechamente con ellas para desarrollar soluciones sostenibles, desde tecnologías verdes hasta estrategias de gestión responsables. Y al establecer alianzas estratégicas con el sector privado, podemos fomentar la adopción de prácticas empresariales más sostenibles y orientadas al bienestar social y ambiental.
Uno de los principales retos a los que nos enfrentamos en el mundo es el recogido en el ODS 10: la reducción de la desigualdad en y entre los países. Y también en España.
La desigualdad amenaza el desarrollo social y económico a largo plazo, frena la reducción de la pobreza y destruye el sentido de realización y autoestima de las personas.
Y este último año, en la mayoría de los países, los ingresos del 40% más pobre de la población han aumentado con mayor rapidez que la media nacional.
“El futuro de la Sostenibilidad pasa necesariamente por la implicación de toda la sociedad, especialmente del sector empresarial”
Bien es cierto que últimamente se ha registrado un aumento de la renta y una reducción, que no es proporcional, de la desigualdad. Pero persisten altos niveles de pobreza, con un 26,5% de la población, nada menos que 12,7 millones de personas, en situación de pobreza y riesgo de exclusión social, siendo las dificultades de acceso a la vivienda uno de los factores evidentes de riesgo. Esta situación de pobreza refleja un alejamiento progresivo del cumplimiento de los objetivos de la A2030, que debería haberse reducido al 21%, y afecta de manera desigual según edades, género, situación de discapacidad y, sobre todo, origen o procedencia. Situaciones que vienen acompañadas de discriminación y de un racismo emergente.
¿Qué lecciones has aprendido a lo largo de tu carrera en RSE?
La resumiré en una frase corta: “sin desarrollo sostenible, no hay futuro.”
Querido Manuel, ¿tienes alguna anécdota que refleje el espíritu y los desafíos de los primeros años de la RSE?
En 2020, la universidad debía acercarse a la empresa para hablar de Sostenibilidad. En 2014, es la empresa la que acude a la universidad para hablarnos de sus nuevas divisiones de Sostenibilidad y para transmitir que lo que hacen en este campo justifica claramente su Responsabilidad Social Empresarial (RSE) y, además, tiene rendimientos financieros en algunas ocasiones.
“El papel de Corresponsables en estos 20 años ha sido crucial como punto de encuentro para las empresas y sus soluciones sostenibles”
¿Cuáles consideras que han sido los pioneros en esta materia?
En la universidad, los vicerrectorados implicados en CRUE-Sostenibilidad. En el ámbito empresarial, principalmente las grandes empresas multinacionales.
¿Puedes compartir algún caso de éxito que consideres emblemático en el campo de la RSE?
Podría decir muchos. En la universidad hay múltiples proyectos de investigación, con éxito, que resuelven problemas planteados en los ODS. Por citar uno, el proyecto en la Universidad de Burgos que utiliza materiales de desecho procedentes de campos fotovoltaicos y el desarrollo de un eficaz sistema de reciclaje de palas y cimentaciones de aerogeneradores eólicos obsoletos, para incorporarlo en materiales de hormigón de uso en construcción y en el pavimentado de carreteras.
El sector eólico se enfrenta en los próximos años al gran desafío de repotenciar los parques, sustituyendo los antiguos aerogeneradores, con una antigüedad de 25-30 años, por otros de mayor potencia y mayores dimensiones. En España, se estima que antes del 2030 será necesario renovar el 50% de la capacidad eólica instalada, que en la actualidad alcanza los 30 gigavatios.
La retirada de los aerogeneradores obsoletos genera una cantidad enorme de residuos, entre otros sus palas y el hormigón de sus cimentaciones. Por ello, se hace necesaria la búsqueda de soluciones para reciclar estos residuos, en beneficio del desarrollo social, económico, industrial y medioambiental, promoviendo a su vez la transición ecológica de la industria eólica, estratégica en España, al ser este el quinto país del mundo con mayor potencia eólica instalada.
“La Sostenibilidad no es solo un desafío medioambiental, sino también social y económico”
El grupo de investigación SUCONS (Sustainable Construction Research Group) de la Universidad de Burgos, a través de su proyecto activo, financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación, REWIND, y con la ayuda solicitada a la Junta de Castilla y León, para desarrollar su proyecto EOLOOP, trabaja en convertir las palas de los aerogeneradores desmantelados y el árido de hormigón reciclado de sus cimentaciones, en materias primas nobles para fabricar hormigones técnica y económicamente viables, para su uso en diferentes aplicaciones, contribuyendo así a mitigar el cambio climático, a crear entornos resilientes y sostenibles, migrando hacia una economía circular baja en carbono.
Partiendo de la experiencia del equipo investigador SUCONS acerca de la utilización de residuos para elaborar hormigones, en los proyectos dirigidos por los Catedráticos de la Universidad de Burgos, el Dr. Juan Manuel Manso y la Dra. Vanesa Ortega, se utiliza como insumos el Triturado de Pala de Aerogenerador (TPA), obtenido tras un proceso de corte selectivo y machaqueo mecánico, así como el árido reciclado de hormigón (RCA) procedente de las cimentaciones, en hormigones reforzados con fibras.
Manuel, ¿cómo ves el futuro de la RSE y la Sostenibilidad?
El futuro pasa necesariamente por la implicación de toda la sociedad, y en especial del sector empresarial, en situar a la A2030, como guía principal de todas nuestras actuaciones.
Para terminar, ¿qué papel crees que deben jugar las nuevas generaciones en la continuación de este legado?
Decisivo. Si no actúan, no habrá futuro. Así de claro.
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