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Diego Isabel La Moneda, Cofundador y Director de la Fundación Foro NESI de Nueva Economía e Innovación Social, es un referente en el ámbito de la Responsabilidad Social y la Sostenibilidad, con más de dos décadas de experiencia impulsando modelos económicos con propósito. “Desde que creé mi primer emprendimiento en 2001, Dynamyca, una consultora especializada en gestión empresarial y Sostenibilidad, supe que la ética debía estar en el centro de la actividad empresarial”, afirma.
Su visión se ha forjado tanto en el terreno práctico como académico, y desde sus inicios ha promovido espacios de formación y reflexión, como cuando organizó en 2003 uno de los primeros cursos sobre Responsabilidad Social en colaboración con la Universidad de Valladolid: “Me sorprendió que, de las 20 plazas del curso, la mitad fueron personas que viajaron expresamente desde Colombia, Argentina y México”.
Con motivo del 20º aniversario de Corresponsables, Diego destaca el valor del medio como actor clave en la evolución de la RSE en Iberoamérica: “Corresponsables ha sido y es el medio de referencia en esta materia. Más allá de comunicar buenas prácticas, lo que más valoro es que siempre se ha preguntado a sí mismo y a las empresas del sector: ‘¿Qué más se puede hacer?’”. Recuerda también su vínculo personal con el medio y su fundador: “Tuve la suerte de conocer a Marcos González cuando ambos éramos jóvenes emprendedores. Años después, coincidíamos en salas de espera de aeropuertos, siempre con los portátiles abiertos y sin parar de trabajar. Es lo que pasa cuando te apasiona lo que haces”.
En esta entrevista, Diego reflexiona sobre los grandes cambios que ha vivido el sector, el papel de las nuevas generaciones y los retos actuales como la medición de impacto o la necesidad de no dejar atrás a las pymes. “Lo más ilusionante es la evolución desde una filantropía paternalista hacia un modelo de empresa con propósito que busca generar un impacto positivo social y ambiental”, sostiene. Además, lanza un mensaje claro: “Debemos ser inconformistas y ambiciosos. ¡Hay mucho por hacer!”.
Diego, ¿cómo comenzaste a interesarte e involucrarte en el ámbito de la Responsabilidad Social y Sostenibilidad?
Desde que creé mi primer emprendimiento en 2001, Dynamyca, una consultora especializada en gestión empresarial y Sostenibilidad, basada en mi Palencia natal y, en pocos años, con oficinas en varias ciudades de España y en Colombia. La aparición de la RSE me pareció un gran paso adelante en la gestión ética de las empresas.
“Debemos ser inconformistas y ambiciosos, ¡hay mucho por hacer!”
Allá por 2003 organicé un curso de Responsabilidad Social junto con la Fundación General de la Universidad de Valladolid. En aquella época no había muchas formaciones en RSE y me sorprendió que, de las 20 plazas del curso, la mitad fueron personas que viajaron expresamente desde países como Colombia, Argentina y México.
¿Cuándo conociste a Corresponsables? ¿Qué papel consideras que ha tenido en el impulso de la RSE en las últimas dos décadas?
Desde que nació, me pareció genial que naciera un medio especializado en esta materia y tuve suerte de conocer a Marcos González cuando los dos éramos jóvenes emprendedores. Recuerdo que al principio coincidíamos en eventos en Madrid. Años más tarde, cuando yo empecé a trabajar internacionalmente y Corresponsables empezó su expansión a Latam, empezamos a coincidir en las salas de espera de los aeropuertos, ¡siempre con los portátiles abiertos y sin parar de trabajar! Es lo que pasa cuando te gusta y motiva lo que haces.
“Corresponsables ha sido y es el medio de referencia en esta materia”
Corresponsables ha sido y es el medio de referencia en esta materia. Más allá de su rol como comunicador de buenas prácticas y casos de éxito, creo que lo más importante que aporta es que siempre ha mantenido una constante de mejora, preguntándose a sí mismo y a las empresas del ámbito de la RSE: “¿Qué más se puede hacer?“. Esta es una pregunta que siempre nos hacemos en la Fundación Foro NESI de Nueva Economía e Innovación Social y por eso nos encanta que medios como Corresponsables también la lancen. Debemos ser inconformistas y ambiciosos, ¡hay mucho por hacer!
Querido Diego, ¿qué cambios significativos has observado en esta materia desde que comenzaste?
Lo más interesante, e ilusionante, es la evolución desde una RSE basada en la frase “devolver a la sociedad lo que recibes de ella” hacia el momento actual, en el que esa frase se nos queda muy corta a los que estamos en esto… y la clave es preguntarse: ¿Cuál es el propósito de tu empresa? ¿Para qué haces lo que haces? ¿Cómo contribuyes a generar un impacto positivo en todos tus grupos de interés y en la sociedad que te rodea?
“La rentabilidad de una empresa es la suma de la económica, más la social y la medioambiental”
Dicho de otra forma, se ha evolucionado desde el “no harm” y la filantropía con toque paternalista hacia un nuevo modelo de empresa con propósito, que busca con su actividad generar un impacto positivo a nivel social y ambiental, además de aplicar una gobernanza “multi-stakeholder”.
¿Qué lecciones has aprendido a lo largo de estos años en el campo de la RSE y la Sostenibilidad?
Algunas personas y organizaciones tenemos claro que lo más importante es el propósito de generar un impacto positivo, pero muchas otras solo entran en este ámbito cuando encuentran la conexión con la parte económica. Por eso, creo que es clave lanzar el mensaje de que la rentabilidad de una empresa es la suma de la económica, más la social y la medioambiental; no puede faltar ninguna de las tres.
“La aparición de la RSE me pareció un gran paso adelante en la gestión ética de las empresas”
De este modo, hasta a los más escépticos se les puede hacer llegar a aplicar algunas buenas prácticas. Por ejemplo, Donald Trump es negacionista del cambio climático, pero como es rentable económicamente, tiene paneles solares en algunos de sus hoteles… Si encontramos conexiones entre el beneficio económico y el beneficio social y ambiental, entonces, hasta los más escépticos irán entrando.
¿Cómo ves, Diego, el futuro de la RSE y la Sostenibilidad?
La forma de medir el impacto y de comunicar a la ciudadanía sigue siendo un gran reto. Además, con la nueva normativa europea, se corre un riesgo de daño colateral: que muchas Pymes y microempresas no tengan la capacidad de medir su ESG, y con ello, algunas grandes empresas dejen de tenerlas como proveedoras, al ser una exigencia el medir a lo largo de toda tu cadena de suministro.
“Debemos buscar fórmulas para no dejar atrás al tejido empresarial de las Pymes”
Debemos buscar fórmulas para no dejar atrás al tejido empresarial de las Pymes, que es clave en países como España.
¿Qué papel crees que deben jugar las nuevas generaciones en la continuación de este legado?
¡Confío mucho en las nuevas generaciones! La economía que les hemos dejado no pinta nada bien y el anterior contrato social está roto. Un trabajo no te garantiza derechos tan importantes como una vivienda, y el denominado ascensor social tampoco funciona.
“Confío mucho en las nuevas generaciones. Quieren una carrera profesional alineada con sus valores”
Lo bueno es que las nuevas generaciones ya reconocen que no están dispuestas a renunciar a su vida personal y que quieren tener una carrera profesional alineada con sus valores. Quien quiera atraer y retener talento joven tiene que escuchar a las nuevas generaciones y ser una organización: orientada al impacto positivo, abierta a la sociedad, flexible en materias como el teletrabajo, innovadora y creativa, permitiendo que el talento encuentre un lugar en el que sacar su máximo potencial.
Para finalizar, añade, si lo deseas, cualquier otra reflexión o consideración que consideres oportuno.
Por último, en mi opinión, y por lo que estamos analizando desde el Foro NESI, considero que una de las claves es cerrar el círculo consumidor – empresa con un avance en políticas públicas innovadoras que contribuyan a acelerar la transición que estamos viviendo hacia una Nueva Economía, que sitúe a las personas y el planeta en el centro del modelo económico.