La trata de personas sigue siendo una amenaza. Entre 2020 y 2023, se detectaron más de 200.000 víctimas en todo el mundo, pero se estima que el número real de casos no denunciados es significativamente mayor. Las situaciones de emergencias humanitarias, en las que el Comité de Emergencia Español actúa, conllevan un aumento de la vulnerabilidad a la trata ya que exponen a las personas, especialmente a las mujeres y las niñas, a un mayor riesgo de explotación.
El Día Mundial Contra la Trata de Personas busca crear conciencia sobre el acto delictivo generalizado del tráfico de seres humanos, que afecta a millones de personas vulnerables en todo el mundo y que no deja de crecer cada año. La trata se refiere a situaciones de explotación que una persona no puede rechazar ni abandonar debido a amenazas, violencia, coerción, engaño o abuso de poder.
Las emergencias humanitarias exacerban las desigualdades preexistentes y debilitan los sistemas de protección, dejando a muchas personas, especialmente mujeres, niñas y niños, expuestos a las redes de tráfico de seres humanos. La trata de personas incluye la explotación sexual, el trabajo forzoso, el matrimonio forzoso y el reclutamiento de niños soldados.
Según el último informe de La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC por sus siglas en inglés) las mujeres y las niñas siguen representando la mayoría de las víctimas detectadas en todo el mundo (61% en 2022). La mayoría de las niñas víctimas detectadas siguen siendo víctimas de trata con fines de explotación sexual (60%) .
Alrededor del 45% de los niños detectados son víctimas de la trata con fines de trabajo forzoso y el 47% son explotados con otros fines, como la criminalidad forzosa y la mendicidad.
La pérdida de medios de vida, el desplazamiento forzado y la ruptura de entornos seguros hacen que la prevención y protección frente a este delito sean más urgentes que nunca.
Por eso, es fundamental garantizar información, apoyo especializado y espacios seguros que eviten nuevas vulneraciones y acompañen la recuperación de quienes han sobrevivido.
Así lo hacen algunas de las ONG que forman parte del Comité de Emergencia Español
Aldeas Infantiles SOS: En los contextos de crisis humanitarias, Aldeas Infantiles SOS trabaja para mitigar los riesgos específicos que amenazan el bienestar de los niños, niñas, jóvenes y familias, como el reclutamiento forzoso, la trata de seres humanos, la explotación sexual, la violencia o el desplazamiento. Sus Programas de Respuesta de Emergencias están centrados en la protección de la infancia, la reunificación de las familias y el apoyo psicosocial.
Además, la organización realiza campamentos especializados para fortalecer la resiliencia infantil y ayudar a los niños, niñas y adolescentes a superar el trauma del conflicto, y ofrece Espacios Amigables para niños y niñas donde estos encuentran seguridad, apoyo emocional y oportunidades de aprendizaje.
Educo: En las situaciones de crisis o emergencias, como las guerras o las catástrofes climáticas, Educo trabajan en la protección de los niños, niñas y adolescentes creando espacios seguros. Allí, están acompañados por personas adultas y reciben productos de primera necesidad, como alimentos o agua. También se llevan actividades en grupo, como juegos y deporte, se les da apoyo educativo y se les ayuda a nivel psicológico. Al estar trabajando de cerca con estos niños y niñas, se puede detectar rápidamente si están sufriendo algún tipo de abuso.
En estos espacios están alejados de las organizaciones de trata ya que las redes criminales tienen en su punto de mira a la población más vulnerable. De hecho, uno de cada cinco víctimas de trata es un menor de edad.
Plan International trabaja en la prevención, sensibilización y protección frente al delito de la trata, así como en el acompañamiento a las personas supervivientes. Desde campañas comunitarias y educativas hasta el fortalecimiento de sistemas de protección y la derivación de casos a servicios especializados, su enfoque integral busca reducir los factores de riesgo y garantizar una respuesta efectiva y digna.
En Nepal, donde se estima que más de 35.000 personas fueron víctimas de trata solo en 2018, el proyecto ProTEcT impulsa acciones clave para frenar esta realidad: desde sesiones de cambio de comportamiento en las comunidades hasta oportunidades económicas para grupos vulnerables y el impulso del activismo juvenil. Jóvenes formados en prevención lideran campañas en redes y en sus comunidades, convirtiéndose en referentes locales en la lucha contra la trata.
La historia de Mala refleja las múltiples formas de violencia que enfrentan las víctimas y el largo camino hacia la recuperación. Fue traficada a los 16 años desde Nepal a la India, donde vivió dos años de explotación en un burdel. A pesar de ser rescatada, su vida continuó marcada por el abuso y la exclusión. Tras un ataque de parálisis y sin apoyo de su pareja, volvió a Nepal con su hija, donde gracias al proyecto ProTEcT recibió apoyo económico, legal y formativo. Hoy, con su propia granja de cabras, ciudadanía reconocida y una fuente de ingresos estable, Mala reconstruye su vida con esperanza.
World Vision, organización centrada en la infancia, tiene como una de sus prioridades la protección de los niños y niñas frente a cualquier forma de violencia y explotación. Para ello, la ONG trabaja con las comunidades para ayudar a las familias a conocer los derechos de la infancia , generar ingresos sostenibles y brindarles espacios seguros y de esta forma proteger a los niños y niñas de los efectos devastadores de la trata, especialmente en contextos vulnerables como son las emergencias humanitarias.
Durante las crisis, los Espacios Seguros para la Infancia de World Vision ofrecen un lugar seguro para aprender, jugar y forjar relaciones con otros niños y niñas. Estos centros apoyan su recuperación psicológica y emocional, además de brindar recursos educativos para que puedan obtener información sobre cómo mantenerse seguros y ser menos vulnerables a la trata infantil.
En Ucrania, tras más de tres años de guerra, World Vision y sus socios han ayudado a organizar más de 150 espacios seguros para los niños y niñas en Ucrania, Rumania, Moldavia y Georgia con el objetivo de brindar servicios integrales de protección, salud mental y apoyo psicosocial y educación no formal a niños, niñas, adolescentes y sus familias. “Estos Espacios Seguros son más que un refugio para la infancia, son entornos en los que en momentos en los que los niños y niñas experimentan estrés y traumas, les ofrecen un lugar en el que pueden ser simplemente niños, pasando tiempo con otros niños y niñas que se enfrentan a la misma situación, lejos de la crisis que ha transformado sus vidas”, explica Eloisa Molina, Directora de Comunicación de World Vision.
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