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Nestlé España sigue avanzando en su compromiso de alcanzar cero emisiones netas de gases de efecto invernadero en 2050. Con este objetivo, la Compañía ha construido y puesto en funcionamiento una segunda caldera de biomasa en su fábrica de café de Girona, dedicada a la elaboración de café soluble Nescafé y cápsulas Nescafé Dolce Gusto.
La nueva caldera ha supuesto una inversión de 22 millones de euros y se une a la que funciona en la factoría desde 2020 y para la que se destinaron más de 17 millones de euros.
«En Nestlé, seguimos trabajando para asegurar que nuestras operaciones no solo sean sostenibles, sino que también contribuyan positivamente a las comunidades y al entorno que nos rodea. Un claro ejemplo de ello son estas dos calderas de biomasa que contamos en la fábrica de café de Girona, donde, además, cada parte de nuestro proceso de producción se utiliza de manera eficiente y responsable”, ha destacado Arnau Pi, director de la fábrica gerundense.
Posos de café y astillas
El poso del café es un subproducto 100% vegetal que se obtiene durante la fabricación de café soluble. Por su elevado poder calorífico, este es un biocombustible adecuado para la generación de energía en forma de vapor a través de las calderas de biomasa. La fábrica de café de Girona generó durante el pasado año más de 52.000 toneladas de posos de café. Con la entrada en funcionamiento de la segunda caldera de biomasa se consigue revalorizar el 100% de los mismos.
Asimismo, junto con estos posos de café, la nueva caldera también utiliza como materia prima astillas forestales procedentes de bosques de Catalunya que se caracterizan por estar gestionados de forma sostenible y que cuentan con certificados Sure. Se calcula que se utilizarán entre 12.000 y 15.000 toneladas anuales de esta materia prima.
Cada una de las calderas de biomasa de Girona genera unas 116.000 toneladas de vapor anuales. Como resultado, el 80% del vapor demandado por la factoría ya proviene de estas fuentes renovables.
Además, con el funcionamiento de las dos calderas de biomasa, se evitan las emisiones de más de 36.000 toneladas de CO2 equivalente. De igual forma, con dichas instalaciones, Nestlé también ha disminuido su dependencia al gas natural.
Circularidad
Con la entrada en funcionamiento de esta segunda caldera de biomasa, la elaboración de café soluble en la fábrica de Nestlé en Girona se reafirma como ejemplo de economía circular. Así, el proceso de producción de Nescafé se inicia con el cultivo de esta materia prima (en concreto se emplea tanto la variedad arábica como robusta). Para ello, la Compañía impulsa desde hace años Nescafé Plan, programa que tiene como objetivo mejorar la calidad de vida de los caficultores.
Una vez recogido, el café verde llega a la planta de Girona procedente del puerto de Barcelona o bien a través de un camión eléctrico, que no emite gases contaminantes durante su funcionamiento, o bien por medio de camiones que han sustituido el diésel por biocombustibles avanzados renovables HVO, producidos con residuos de aceites usados, que consiguen reducir en un 80% los gases de efecto invernadero por kilómetro realizado, en comparación con el uso de combustibles fósiles como el diésel.
En la factoría, estos granos son limpiados y clasificados. A continuación, se desarrolla un proceso de torrefacción, con el que se consigue impulsar el sabor, la intensidad y el aroma. El café tostado molido junto con el agua son los dos ingredientes principales para la producción de Nescafé. Como resultado de este proceso, se obtienen posos de café que, junto con las astillas de madera, se convierten en fuentes de energía de las calderas de biomasa de la planta. Por último, las cenizas resultantes de todo este proceso se destinan al proceso de fabricación de hormigón como materia prima.
Además, Nescafé ha seguido apostando por la circularidad también en su Packaging. En concreto, la factoría ha iniciado hace unos meses las obras de construcción de nuevas líneas de envasado. Así, la factoría de Nestlé en Girona empezará a producir a final de año en nuestro país la bolsa refill de Nescafé. Este producto se lanzó al mercado hace ya unos dos años y permite al consumidor seguir contando con la misma receta y la calidad de Nescafé en un envase reciclable y cuyo contenido puede servir también para rellenar el mítico frasco de café soluble.
Asimismo, Nestlé también está construyendo una línea de alta cadencia para los sobrecitos Nescafé, que permitirá el envasado de este producto en monomaterial reciclable. Con esta medida, se reducirá el uso de plástico virgen en 60 toneladas al año. Así, esta línea fabricará los sobrecitos de café soluble de Nescafé Classic Natural y Nescafé Classic Descafeinado tanto para restauración y hostelería como para el sector Retail, que ya se realizan en la factoría, pero ahora en un envase reciclable.
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