El Col·legi de Censors Jurats de Comptes de Catalunya (CCJCC) organiza la tercera edición del Congrés Català de Sostenibilitat, en colaboración con el Col·legi d’Economistes de Catalunya. Este encuentro es clave para continuar promocionando las buenas prácticas empresariales en materia ESG en un momento en el que la sostenibilidad deja de ser una opción y se convierte en una necesidad estratégica.
Desde el CCJCC subrayan la importancia de seguir impulsando la transparencia y la verificación de los informes no financieros, pese a los cambios legislativos europeos que podrían limitar su obligatoriedad para la mayoría de empresas. Frente a ello, el Col·legi apuesta por seguir formando profesionales especializados y fomentar una visión de la sostenibilidad como inversión de futuro, alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
¿Qué representa para el Col·legi de Censors Jurats de Comptes de Catalunya poder organizar la tercera edición del Congrés Català de Sostenibilitat?
Para el Col·legi de Censors Jurats de Comptes de Catalunya (CCJCC) organizar, junto con el Col·legi d’Econonomistes de Catalunya, un congreso centrado en la sostenibilidad es una muestra de nuestro compromiso social y de nuestra sintonía con las demandas de la sociedad.
Ya no sólo buscamos que nuestras empresas tengan una buena salud económica, sino que también miren por la salud del planeta. El valor de una empresa ya no se mide únicamente por sus cuentas, los inversores y los consumidores se fijan en el valor no financiero de las prácticas ESG de las empresas.
Llegar a la tercera edición del congreso nos permite reafirmar que la sostenibilidad no es una moda, es algo que las empresas deben incorporar en su día a día, y nos satisface ser un foro de debate y puesta en común de cambios legislativos y buenas prácticas.
¿Cuáles son los principales retos que enfrentan las empresas catalanas en relación con la Sostenibilidad y la integración de los criterios ESG?
El principal reto es que todas ellas vean en la sostenibilidad una ventaja competitiva y no una carga. Dedicar recursos a la sostenibilidad no debe verse como un coste, sino como una inversión de futuro.
En los últimos años, la Sostenibilidad ha pasado de ser una tendencia a convertirse en una necesidad dentro de las empresas. ¿Cómo ha percibido el Col·legi este cambio y cómo está adaptando sus prácticas y formaciones a estas nuevas exigencias?
Como entidad colegial nuestra misión es acompañar a los cambios y dar apoyo a las firmas. En este sentido, el año pasado lanzamos una primera edición de un Máster en Sostenibilidad para formar a auditores especializados en la verificación de informes de sostenibilidad.
¿Qué papel juega el Col·legi en la promoción de la Sostenibilidad y en la sensibilización sobre la importancia de la auditoría en la implementación de los informes de sostenibilidad?
Nos encontramos en un momento en el que el actual planteamiento europeo de simplificación normativa, con el paquete Ómnibus, amenaza la apuesta de las empresas por la sostenibilidad. Con este cambio legislativo, el 99% de las empresas no estarán ahora obligadas a reportar sus prácticas de sostenibilidad: las PYMES quedan excluidas y sólo quedarán sujetas a la normativa las empresas con más de 1.000 empleados y 50 millones de euros de volumen de negocio o un balance de más de 25 millones de euros (el calendario de aplicación para estas empresas sujetas a la normativa se aplaza hasta 2028).
Frente a este cambio de escenario, desde el CCJCC hemos querido dejar claro que nosotros seguimos adelante con la sostenibilidad y que no pararemos el reloj. Nuestra responsabilidad es fundamental para garantizar la transparencia de las empresas, en el ámbito financiero y no financiero.
El concepto de “transparencia” es clave en los informes de Sostenibilidad. ¿Qué herramientas y estándares considera el Col·legi más efectivos para asegurar la fiabilidad y la claridad de estos informes?
Lo importante es que la legislación establezca unos indicadores estandarizados, cuyos datos sean fáciles de obtener y medir por todas las empresas y, asimismo, que sean fáciles de comparar. No se trata de aturdir a las empresas con profusión de indicadores, quizás es mucho más efectivo tener menos indicadores pero que alcancen a la mayoría de las empresas.
En relación con el III Congrés Català de Sostenibilitat, ¿qué iniciativas o propuestas considera fundamentales para que la auditoría contribuya de forma más efectiva a los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible)?
Lo más importante ahora es que desde el colectivo de la auditoría seamos capaces de mantener el trabajo realizado hasta el momento. Para muchas empresas, con el paquete Ómnibus, los informes de sostenibilidad van a pasar a ser algo voluntario, no obligado.
Debemos velar para que aquellas empresas que venían reportando y verificando su sostenibilidad, sigan con ello y no abandonen sus informes no financieros. Y también para que las que todavía no lo hacían, se sumen al carro de la sostenibilidad.
¿Cómo ve el futuro de la sostenibilidad en el ámbito de la contabilidad y la auditoría en los próximos cinco años? ¿Qué cambios importantes anticipa?
Es difícil augurar los efectos del paquete Ómnibus que afectará al alcance de la CSRD (Directiva sobre información corporativa en materia de sostenibilidad) para presentar informes de sostenibilidad. De todas maneras, lo que sí tenemos claro es que el sector debe seguir preparándose para dar respuesta a la verificación de estos informes de sostenibilidad y hay que seguir formando a profesionales especializados.
Ahora, más que nunca, el valor social de los responsables en la verificación de los informes de sostenibilidad debe verse como un garante de transparencia de las empresas.
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