La tasa de pobreza en la infancia se podría reducir hasta un 11,2% en nuestro país – sacando a 270.000 niños, niñas y adolescentes de esta situación – si se implementara una prestación universal a la infancia progresiva de 100 euros. Así lo revelan los cálculos de UNICEF España a partir del informe El beneficio de hacer: el impacto de políticas concretas para revertir la pobreza infantil en España, elaborado por la organización, con contribuciones y análisis del Centro de Políticas Económicas de Esade, que analiza por primera vez el impacto de políticas concretas tanto a nivel estatal como de las distintas Comunidades Autónomas, usando el Panel de Hogares con datos de Hacienda.
“La pobreza infantil en España, la más alta de la Unión Europea, no puede esperar más”, ha afirmado Gustavo Suárez-Pertierra, presidente de UNICEF España, durante la presentación del informe en el Día Mundial de la Infancia. “Es el momento de actuar. No hacerlo no solo tiene consecuencias directas en la vida de miles de niños, niñas y adolescentes; también tiene un enorme coste para el país y acrecienta la vergüenza de estar a la cola de la UE. Sabemos qué medidas funcionan, por lo que esta situación no debería prolongarse más”, ha concluido.
La tasa de pobreza monetaria ha disminuido para los adultos (de 18 años a 64 años) en 1,7 puntos porcentuales en los cinco últimos años (del 19,8 al 18,1%), mientras crecía en casi la misma cifra (1,8) para los menores de 18 años (del 27,4 al 29,2%).
El análisis simula el impacto de una serie de medidas -cuatro de transferencias monetarias (prestación universal por crianza de 100 y 200 euros mensuales, y aumento del Ingreso Mínimo Vital de un 20% y un 40%) y dos relacionadas con el empleo (aumento del 20% del Salario Mínimo Interprofesional y aumento del 20% de la intensidad laboral)- para estimar cuántos niños y niñas se verían beneficiados, así como el coste que supondría al Estado cada una de ellas.
UNICEF España apuesta como mejor medida, tanto por coste e impacto como por viabilidad, por la prestación universal por crianza progresiva de 100 euros mensuales, que según las simulaciones del informe podría reducir en 3,6 puntos porcentuales la pobreza infantil. “Es decir, tendríamos un 11,2% menos de niños y niñas en situación de pobreza, o, dicho de otro modo, más de 270.000 saldrían de ella”, ha explicado José María Vera, director ejecutivo de UNICEF España. El coste de implantarla sería de 3.500 millones de euros netos según los cálculos, reduciendo los casi 9.000 millones estimados en las simulaciones si se descuentan las deducciones actuales que tienen las personas con hijos a cargo que hacen la declaración de la renta.
“Esta medida se aplicaría a través de la declaración de la renta, y su cuantía iría aumentando en el futuro y variando en función de la renta, por lo que podría excluir a las más altas”, ha especificado José María Vera. “Esta prestación puede sustituir a beneficios fiscales actuales, por lo que simplificaría el sistema y optimizaría recursos”. En el caso de implantar una prestación de 100 euros mensuales, la pobreza infantil bajaría 6 puntos en Melilla, 4,2 en Murcia, 5,1 en Extremadura y 4 en Andalucía, y entre 2 y 3 en Cantabria y Madrid; la prestación de 200 generaría una reducción de en torno a 11 puntos en Ceuta y Melilla, 9 en Extremadura y Andalucía, o 5 en Madrid, por poner solo algunos ejemplos.
El resto de las medidas analizadas tendría un menor impacto en la reducción, y más desigual. En el caso del incremento del IMV, si este subiera un 40% la reducción de la pobreza infantil sería de 1,8 puntos; por comunidades autónomas, los datos oscilan entre reducciones de 6,1 puntos porcentuales en las tasas de pobreza infantil en Melilla, hasta apenas el 1% en Cataluña y Baleares. Además, el IMV no llega al 55% de los beneficiarios que podrían recibirlo, y el complemento de ayuda para la infancia no alcanza al 72%, por lo que primero sería necesario eliminar estas barreras. Las medidas relacionadas con el empleo impactan menos en la reducción de la pobreza infantil en concreto, y además lo hacen de manera más desigual. Por ejemplo, si el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) se incrementara en un 20%, la pobreza infantil se reduciría en 5,4 puntos porcentuales en comunidades como Navarra, pero tendría un efecto prácticamente nulo en Madrid, Aragón o Extremadura. Es por ello que la reducción de la pobreza infantil pasa inevitablemente por el desarrollo de políticas autonómicas y locales de acuerdo con sus competencias, como reforzar las políticas de protección social a la infancia y las familias.
“Las prestaciones universales progresivas son más eficaces en reducir la pobreza infantil, garantizan el acceso de quienes más las necesitan, vivan donde vivan, y reducen la estigmatización, además de prevenir la pobreza y reconocer el esfuerzo de las familias; sin embargo, requieren de un fuerte compromiso político y presupuestario. Ahora es el momento de adquirir ese compromiso, se lo debemos a los niños, niñas y adolescentes de nuestro país”, ha concluido Suárez-Pertierra.
España, entre los peores países de la UE en pobreza y exclusión infantil
España está a la cabeza de la UE en pobreza de ingreso (29,2%) y en segundo puesto en riesgo de pobreza o exclusión social (34,6%). Esto supone que más de 2,7 millones de niños, niñas y adolescentes están sufriendo la pobreza o están al límite del riesgo para caer en ella, con todos los enormes impactos personales, económicos y sociales que eso supone.
La pobreza infantil en el mundo
También UNICEF ha presentado un análisis sobre la pobreza infantil a nivel mundial. En su informe bandera Estado Mundial de la Infancia (EMI) 2025. Erradicar la pobreza infantil: una obligación compartida, muestra que 417 millones de niños y niñas -1 de cada 5- en países de ingresos bajos y medios sufren graves privaciones en al menos dos áreas vitales para su salud y desarrollo, como son la nutrición o el acceso a agua potable. Las mayores tasas de pobreza multidimensional se concentran en África subsahariana y el sur de Asia, donde 9 cada 10 niños sobreviven con menos de 3 dólares al día. El informe también incluye un análisis de 37 países de altos ingresos, que muestra que alrededor de 50 millones de niños y niñas —el 23 % de su población infantil— viven en situación de pobreza monetaria relativa.
La pobreza infantil no es inevitable y hay ejemplos que lo demuestran, como el de Tanzania, que la ha reducido en 46 puntos porcentuales entre 2000 y 2023, en parte por ayudas económicas gubernamentales y el empoderamiento de los hogares pobres para que tomen sus propias decisiones financieras.
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