Entrevistamos a Raúl Sanguino, CEO de TÜV SÜD que nos cuenta en las Jornadas Corresponsables de Barcelona el Plan Estratégico de Sostenibilidad y cómo integran los ODS en la gestión diaria de la organización para avanzar de forma efectiva en la sostenibilidad siguiendo los criterios ESG.
¿Qué papel juega la alta dirección de TÜV SÜD en las políticas de RSC y sostenibilidad de la compañía? ¿Cómo materializan este compromiso?
Es fundamental que la primera línea de dirección de las compañías esté implicada en la implantación de políticas de sostenibilidad a nivel global, y ese es el caso de TÜV SÜD. Nuestro Consejo de Dirección considera una prioridad la implantación de estas políticas como parte sustancial de la labor que desarrollamos desde 1866, comprometida con la protección del medioambiente, la responsabilidad social y el buen gobierno y acompañando a nuestros clientes y colaboradores hacia un crecimiento económico sostenible.
¿Cómo trasladan desde la alta dirección las metas y obligaciones adquiridas en estas materias a todos sus grupos de interés?
En TÜV SÜD, creemos que la mejor forma de alcanzar las metas que nos hemos marcado en materia ESG es el establecimiento de objetivos específicos y medibles en todas las dimensiones que abarca el concepto ‘sostenibilidad’, alineados con los valores y propósitos definidos en el ámbito del buen gobierno corporativo, la igualdad de oportunidades y el compromiso social, cultural y medioambiental que aplicamos de forma transversal.
¿Qué retos han tenido que afrontar para hacer de su empresa una más responsable y sostenible?
En general, en el corto y medio plazo afrontamos los mismos retos que está asumiendo la sociedad en su conjunto, derivados especialmente del incremento de costes energéticos y, en general, de la inflación. Sin embargo, no podemos negar que las empresas tenemos una responsabilidad añadida en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), y en TÜV SÜD tenemos un compromiso firme en este sentido. Cabe decir que estamos dando la vuelta a estos retos para utilizarlos como palancas aceleradoras de la implantación de nuevas políticas que, aunque ya estaban contempladas, estamos concretando en el corto plazo. Dos ejemplos son la instalación de paneles solares para el autoconsumo en todas nuestras estaciones de Inspección Técnica de Vehículos (ITV) y la contratación de energía de origen exclusivamente renovable. También nos hemos marcado el objetivo de alcanzar la neutralidad en carbono a nivel global de cara al año 2025.
Mirando al futuro, ¿cuáles son los próximos desafíos de la compañía?
Creo que uno de los mayores desafíos seguirá siendo la toma de decisiones en un entorno altamente cambiante en el corto plazo, tal y como ha sucedido en estos últimos años, primero con la pandemia y después con el conflicto en Ucrania. Para mí, lo más importante es no perder el rumbo y saber en todo momento dónde queremos estar y qué queremos aportar a la sociedad para poder contribuir desde nuestra parcela de conocimiento y actuación al desarrollo de los criterios de sostenibilidad globales.