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Con una trayectoria de más de diez años impulsando la Responsabilidad Social y la Sostenibilidad social, María Hernández Izquierdo, Directora de Comunicación y Marketing en TUR4all Travel e IMPULSA IGUALDAD, ha sido testigo y protagonista de una profunda transformación en la forma de entender y aplicar estos conceptos dentro del ámbito turístico y del tercer sector. Desde sus inicios, ha defendido que “la Sostenibilidad no puede limitarse a lo medioambiental o lo corporativo” y que cualquier modelo económico “debe generar valor también para las personas que históricamente han estado al margen”.
A lo largo de esta entrevista con motivo del 20º aniversario de Corresponsables, María destaca la evolución de la RSE desde la filantropía aislada hacia una estrategia empresarial integrada: “Hemos pasado de la voluntariedad a la trazabilidad y la rendición de cuentas”, afirma, remarcando también la creciente presión social y regulatoria que obliga a las organizaciones a demostrar con hechos su impacto real.
Sobre el papel de Corresponsables durante estas dos décadas, Hernández Izquierdo subraya: “Valoro especialmente su papel en la consolidación de una comunidad profesional en torno a la RSE. En muchas ocasiones, sus publicaciones me han servido como base para diseñar mensajes estratégicos o justificar propuestas ante dirección y patronatos”. Además, destaca la capacidad de la editorial para traducir temas complejos en contenidos divulgativos rigurosos y su perseverancia para mantener este ecosistema vivo en tiempos donde otros lo daban por agotado.
Para María, la Sostenibilidad solo es posible desde la equidad, la participación real y el liderazgo ético: “La credibilidad se gana con hechos medibles, no con promesas”. Por eso, tanto en TUR4all Travel como en IMPULSA IGUALDAD, se esfuerzan en transformar cada euro en una experiencia accesible, responsable y con retorno social.
María, ¿cómo comenzaste a interesarte e involucrarte en el ámbito de la Responsabilidad Social y Sostenibilidad?
Mi implicación comenzó hace una década, cuando me incorporé al equipo de IMPULSA IGUALDAD, una entidad social comprometida con la defensa de los derechos de las personas con discapacidad física. Desde entonces, comprendí que la Sostenibilidad no podía limitarse a lo medioambiental o lo corporativo. Empezamos a hablar de Sostenibilidad social desde una perspectiva de igualdad de oportunidades, participación activa y no discriminación.
«Para mí, la RSE no es una capa añadida, es la base estratégica de toda organización con sentido»
Más adelante, al asumir la Dirección de Comunicación y Marketing de TUR4all Travel, esa visión evolucionó hacia el turismo con propósito: un modelo de negocio donde la rentabilidad no se contrapone al impacto positivo. Para mí, la Responsabilidad Social no es una capa añadida, es la base estratégica de toda organización con sentido.
¿Cómo era el panorama de la RSE cuando comenzaste en comparación con cómo es hoy?
Hace diez años, la Responsabilidad Social todavía se percibía en muchos sectores como filantropía empresarial o como acciones puntuales para “mejorar la imagen”. Había una desconexión evidente entre los departamentos de Sostenibilidad y la estrategia de negocio.
«La Sostenibilidad no puede limitarse a lo medioambiental o lo corporativo»
Hoy, aunque el greenwashing sigue existiendo, también hay avances claros: la presión regulatoria, la exigencia social y marcos normativos como la Directiva CSRD están obligando a las organizaciones a medir su impacto real. También ha madurado el concepto de Sostenibilidad social, que ha dejado de ser el gran olvidado. En TUR4all Travel trabajamos con una idea transversal: cualquier modelo económico debe generar valor también para las personas que históricamente han estado al margen. Y eso incluye repensar desde los destinos hasta las cadenas de suministro turísticas.
¿Cuándo conociste a Corresponsables? ¿Qué papel consideras que ha tenido en el impulso de la RSE en las últimas dos décadas?
Conozco desde hace años el trabajo de Corresponsables y de AliaRSE, y valoro especialmente su papel en la consolidación de una comunidad profesional en torno a la Responsabilidad Social. Como responsable de comunicación, siempre he apreciado su capacidad para traducir temas complejos en contenidos divulgativos rigurosos.
En muchas ocasiones, sus publicaciones me han servido como base para diseñar mensajes estratégicos o justificar propuestas internas ante dirección y patronatos. No tengo anécdotas personales que destacar, pero sí el reconocimiento a su perseverancia por mantener este ecosistema vivo cuando otros lo daban por agotado.
Querida María, ¿qué cambios significativos has observado en esta materia desde que comenzaste?
El primero, la obligatoriedad. Hemos pasado de la voluntariedad a la trazabilidad y la rendición de cuentas. También ha cambiado la forma de reportar: ya no basta con contar lo que haces, ahora tienes que demostrar que lo haces bien y que tu impacto es coherente con tus compromisos. Otro cambio relevante es la integración de la Sostenibilidad en la gobernanza.
«La Sostenibilidad mal contada no solo no suma, sino que resta»
En el caso de TUR4all Travel, hemos alineado nuestra oferta turística accesible con criterios de Sostenibilidad social, apoyando a proveedores locales, priorizando alojamientos con accesibilidad contrastada y evitando prácticas turísticas que refuercen desigualdades. No diseñamos productos para “personas vulnerables”, sino para personas exigentes que buscan viajar con dignidad.
¿Cuáles consideras que han sido los hitos más importantes en la evolución de la RSE y la Sostenibilidad en estas dos décadas y qué factores crees que han impulsado estos cambios?
A nivel global, la Agenda 2030 marcó un antes y un después al unificar el lenguaje de la Sostenibilidad y dotarlo de metas claras. A nivel europeo, la Directiva sobre Información Corporativa en Materia de Sostenibilidad (CSRD) y la taxonomía verde están cambiando el tablero.
En el ámbito turístico, cada vez más destinos exigen planes de Sostenibilidad para acceder a subvenciones o participar en ferias. Y en el tercer sector, hemos aprendido que la legitimidad social ya no es suficiente: hay que demostrar eficacia, eficiencia y capacidad de transformación.
«No hay Sostenibilidad sin equidad»
En IMPULSA IGUALDAD, por ejemplo, hemos adaptado nuestros indicadores de impacto social y generado alianzas con agentes turísticos y sociales para avanzar en accesibilidad como eje de Sostenibilidad.
María, ¿qué lecciones has aprendido a lo largo de tu carrera en RSE?
La más importante: que no hay Sostenibilidad sin equidad. Y que las transformaciones no se sostienen si no hay voluntad política, indicadores claros y liderazgo ético. También he aprendido que comunicar no es adornar. La Sostenibilidad mal contada no solo no suma, sino que resta. Por eso, desde TUR4all Travel cuidamos tanto lo que decimos como lo que dejamos de decir: ni promesas vacías ni etiquetas genéricas.
Preferimos contar historias reales, mostrar a las personas que viajan con nosotros y explicar cómo transformamos cada euro en una experiencia accesible, responsable y con retorno social.
¿Puedes compartir algún caso de éxito que consideres emblemático en el campo de la RSE?
Uno de nuestros casos más representativos ha sido el diseño de experiencias turísticas accesibles en colaboración con destinos comprometidos con un modelo de turismo sostenible e inclusivo. A través de alianzas con oficinas de turismo locales, hemos conseguido integrar criterios de accesibilidad en el diseño de experiencias, formación de profesionales y validación de recursos.
Esto ha permitido no solo atraer a nuevos perfiles de viajeros —personas con discapacidad, mayores o familias que valoran la accesibilidad— sino también posicionar a esos destinos como referentes de turismo con propósito. Es un ejemplo claro de cómo la Sostenibilidad social puede generar competitividad, fidelización y diferenciación real en el mercado turístico.
¿Qué lecciones, María, has aprendido a lo largo de estos años en el campo de la RSE y la Sostenibilidad?
Que la Sostenibilidad no se improvisa ni se delega, se estructura. Y que no basta con tener propósito: hay que tener método. Una estrategia de Responsabilidad Social efectiva exige gobernanza, indicadores, coherencia interna y alianzas externas. También he aprendido que lo social no puede seguir siendo la “S” invisible de la Sostenibilidad: sin igualdad de oportunidades reales, cualquier avance ambiental o económico es insostenible por definición.
«Hemos pasado de la voluntariedad a la trazabilidad y la rendición de cuentas»
Otra lección clave es que comunicar no es maquillar. La credibilidad se gana con hechos medibles, no con promesas. Por eso, tanto en TUR4all Travel como en IMPULSA IGUALDAD, trabajamos para que la Sostenibilidad no sea un relato, sino una práctica transversal.
¿Cómo ves el futuro de la RSE y la Sostenibilidad?
El futuro de la Sostenibilidad va a estar marcado por la exigencia de demostrar impacto real, no intenciones. Las organizaciones que no integren la RSE en el núcleo de su modelo de negocio quedarán fuera del juego. La ciudadanía, la regulación y los inversores ya no toleran la incoherencia. El reto estará en traducir los compromisos en sistemas de medición sólidos, sin perder la conexión humana ni el propósito transformador.
«Las nuevas generaciones no vienen a continuar un legado, vienen a reescribirlo»
En el ámbito del turismo, el desafío es doble: adaptarse al cambio climático y hacerlo sin dejar atrás a nadie. Accesibilidad, justicia territorial, transición ecológica, digitalización… no son tendencias, son condiciones de viabilidad. Los próximos años nos exigen pasar de los sellos a los sistemas, de las buenas prácticas a los modelos replicables y de la comunicación institucional al diálogo honesto. Ahí es donde queremos estar.
Para concluir, ¿qué papel crees que deben jugar las nuevas generaciones en la continuación de este legado?
Uno fundamental. No para heredar lo hecho, sino para cuestionarlo y reinventarlo. Las nuevas generaciones llegan con una conciencia crítica mucho más afilada, no se conforman con relatos vacíos y exigen coherencia entre lo que las organizaciones dicen, hacen y miden. Su papel será clave para transitar de una RSE reactiva a una Sostenibilidad estratégica, transversal y con impacto sistémico.
En nuestro caso, trabajamos para abrir espacios reales de participación juvenil en el diseño de experiencias turísticas accesibles, fomentar el empleo inclusivo en el sector y promover un liderazgo que no repita viejos esquemas. Si hablamos de Sostenibilidad a largo plazo, necesitamos que esas nuevas voces no solo se incorporen, sino que transformen las reglas. Ellas no vienen a continuar un legado, vienen a reescribirlo. Y eso es exactamente lo que necesita este sector para no quedarse obsoleto.
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