Cada año, el mundo produce cifras alarmantes de basura. El Banco Mundial estima que la generación de residuos sólidos crecerá un 70% al 2050, pasando de 2.010 millones de toneladas en 2016 a más de 3.400 millones.
El Perú no es ajeno a esta crisis. Según el Ministerio del Ambiente, se generan 23, 853 toneladas de residuos sólidos al día, de las cuales 10, 380 provienen solo de Lima. Aunque existen 91 rellenos sanitarios y casi 500 asociaciones de recicladores formalizados, todavía el 39% de los residuos no cuenta con disposición final adecuada
Para María Inés Ciancaglini, Jefa de Sostenibilidad de Innova Schools, un compromiso ambiental que se manifieste en valores y prácticas habituales es un proceso que se construye desde los primeros años. “La educación es una pieza clave para cambiar la forma en que estamos viendo la basura: en realidad no son residuos, sino recursos de valor” dice. “En el Perú, el 76,5 % de los residuos pueden ser valorizados”
Un enfoque que integre la sostenibilidad como un eje transversal en el modelo educativo es la mejor forma de generar valores que transciendan la etapa escolar y se conviertan en un estilo de vida y desarrollo, en el campo laboral, familiar y cotidiano.
“Una primera acción es adoptar un marco de referencia como los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que inspire a los estudiantes a diseñar soluciones viables, prácticas e innovadoras a través de proyectos escolares”, explica María Inés Ciancaglini. “Los alumnos comprenden la importancia de la economía circular, donde los residuos se transforman en recursos y los materiales se mantienen en uso el mayor tiempo posible”, añade.
Así también, implementar acciones concretas y cotidianas como la recolección y reciclaje contribuirá a involucrar a estudiantes, docentes y padres de familia en hábitos sostenibles de reciclaje, que, además de reducir el impacto ambiental, fomentan la corresponsabilidad. En ese sentido, la especialista brinda algunas iniciativas que se pueden impulsar con los estudiantes incluyen:
- Abordar el cambio climático desde la currícula bajo un marco global pero aterrizado a la problemática en el entorno directo de los estudiantes
- Formar líderes ambientales en la escuela que movilicen acciones hoy y fortalezcan su liderazgo para el futuro sin importar su perfil profesional.
- Realizar auditorías internas lideradas por estudiantes que identifiquen oportunidades y fortalezas en sostenibilidad.
- Promover proyectos y campañas de segregación y reciclaje que involucren a toda la comunidad educativa y si entorno para amplificar el impacto.
“Venimos implementando una estrategia de escuela cero residuos con un impacto en toda la comunidad educativa”, precisa María Inés Ciancaglini, jefa de Sostenibilidad de Innova Schools.
Agrega que: “el año pasado iniciamos con residuos aprovechables y este año sumamos sedes pilotos con residuos orgánicos y hoy contamos con más de 500 líderes ambientales en nuestra red de escuelas, movilizando estas iniciativas y logrando la recolección de más de 30 toneladas a la fecha”.
El DIADESOL recuerda que el problema de los residuos sólidos exigen soluciones urgentes y acciones coordinadas, pero también que el cambio empieza desde los cotidiano.
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