TRAM, en su compromiso con la sociedad, elabora un Plan Anual de RSE alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), con el que busca generar un impacto positivo y convertirse en motor de cambio para la ciudadanía, y contribuir a un futuro más justo y sostenible.
En 2025 hemos renovado nuestra participación en el programa “Empresas por el Cambio” de UNICEF, concretamente en el proyecto Acción Climática —enmarcado en el ODS 13: Acción por el Clima—, una iniciativa que permite a las empresas contribuir a la lucha contra la crisis climática y, indirectamente, a la protección de los derechos de la infancia, ya que permite la creación de entornos seguros y resilientes.
¿Por qué es tan relevante esta colaboración? Porque la crisis climática es también una crisis de derechos de la infancia. Millones de niños y niñas en todo el mundo están expuestos a riesgos extremos relacionados con fenómenos climáticos, lo que compromete su acceso a agua potable, salud, educación y protección. Con nuestra aportación, contribuimos a que UNICEF proporcione soluciones concretas, como sistemas para garantizar el acceso a agua segura y saneamiento, y herramientas que permitan a las comunidades adaptarse a los efectos del cambio climático.
Nos enorgullece esta colaboración, ya que no solo genera impacto positivo fuera de nuestra organización, sino también dentro de ella. Nos permite sensibilizar a nuestro equipo y a nuestras personas usuarias sobre la importancia de la sostenibilidad y la solidaridad, reforzando nuestra cultura corporativa basada en valores éticos y responsabilidad social. Además, forma parte de una estrategia que incluye otras iniciativas recogidas en nuestra Memoria de Sostenibilidad, como el apoyo a colectivos vulnerables y la promoción de la igualdad, la innovación y la eficiencia en la gestión de recursos, entre otros.
En TRAM, entendemos que la movilidad sostenible y la acción climática están vinculadas: cada kilómetro recorrido en transporte público reduce emisiones. Este compromiso se traduce en acciones concretas como compensar el 100% de las emisiones directas anualmente o la instalación de equipos, siempre que sea posible, que generen energía renovable —actualmente generamos un mínimo de 120.000 kWh al año con nuestra instalación fotovoltaica—. Por eso, seguiremos impulsando alianzas estratégicas que nos permitan avanzar hacia un modelo de negocio responsable, transparente y comprometido con la sociedad.
Nuestra colaboración con UNICEF demuestra que las empresas pueden asumir un papel en la lucha contra el cambio climático y en la defensa de los derechos de los más pequeños. Porque la movilidad sostenible también significa solidaridad, y juntos podemos marcar la diferencia.

