Más allá de entender la publicidad sostenible como una forma de crear y difundir campañas que minimicen el impacto ambiental, me gustaría destacar otra dimensión más amplia pero igual de relevante: la de una publicidad sostenible que dé a conocer de forma responsable, veraz e involucrada los productos y servicios que ofrecemos desde las compañías y entidades al conjunto de la sociedad.
Informar a través de la publicidad garantiza que cada persona pueda ejercer con libertad su derecho a elegir qué consume o por qué compañía opta, y esto, en un mundo con una oferta cada vez más diversa, impulsa a la mejora continua de la calidad, fomenta la diferenciación y abre camino a la innovación y ventaja competitiva.
En el ámbito sanitario, y haciendo zoom sobre el cuidado y salud bucodental, la publicidad adquiere una dimensión preventiva fundamental. Las campañas no son únicamente un canal de promoción, sino que constituyen una herramienta clave para concienciar a la ciudadanía y a responsables políticos sobre la importancia de la salud oral, su impacto sobre la calidad de vida y sus repercusiones en la economía y en la sostenibilidad del sistema sanitario.
Desde DONTE GROUP, impulsamos campañas que buscan concienciar desde el compromiso, la veracidad y el rigor. Así, nuestra campaña “Una boca sana, tu mejor defensa”, nació para sensibilizar a la población sobre la importancia de cuidar su salud oral como base de una buena salud general y prevenir múltiples patologías. Una de las principales conclusiones de esta campaña fue ver que cerca del 70% de los españoles desconoce la relación entre la salud bucodental y enfermedades como el ictus, la diabetes o el Alzheimer.
Otra de nuestras campañas fue “Pierde el Miedo”, con la que quisimos dar respuesta a una barrera emocional muy extendida entre la población senior, que desvelaba que el 72% de las personas mayores aseguran sentir miedo a la hora de acudir al dentista y declaran que les reconfortaría tener más información sobre el tratamiento o el nivel de dolor o molestia que pueden experimentar de manera previa.
En este contexto, se evidencia una dicotomía entre quienes defienden la restricción de la publicidad sanitaria desde el punto de vista meramente normativo, y quienes defendemos que la publicidad responsable constituye una necesidad ética y estratégica. Permite conectar con pacientes más conscientes e informados, fomentar la prevención y fortalecer la construcción de marcas sostenibles en el tiempo.
En consecuencia, es necesario contar con una regulación equilibrada que salvaguarde el derecho a la información, proteja la libertad de empresa y de expresión, y que, al mismo tiempo, evite restricciones innecesarias que limiten la comunicación y el progreso en la calidad de la atención sanitaria.
En definitiva, la publicidad sostenible genera confianza, credibilidad e impacto social. Demuestra que comunicar de forma responsable, donde las empresas sean conscientes de su capacidad de influencia sobre los hábitos de consumo y cuidado, es posible y necesario.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: Publicidad Sostenible