Cada 24 de octubre, el Día Internacional contra el Cambio Climático nos invita a reflexionar, pero también a actuar. En el sector de la automoción, hablar de sostenibilidad no solo significa poner en marcha nuevos avances tecnológicos. Hablar de sostenibilidad es entender que la transformación que necesitamos empieza desde lo que ya tenemos. No se trata solo de electrificar, sino de hacer más eficientes, responsables y circulares los vehículos que siguen en circulación.
La sostenibilidad no es una moda ni una tendencia, sino una necesidad urgente para todos. Si bien la electrificación del parque de vehículos es crucial, no podemos olvidar que muchos de nuestros coches actuales todavía tienen mucho que ofrecer, y al darles una segunda vida, estamos haciendo una verdadera diferencia.
El impacto de optimizar lo que ya tenemos
La realidad de España es que nuestro parque de vehículos está envejecido. De hecho, la media supera los 13 años. Más del 60% de esos coches no cuentan con etiqueta ambiental y están detrás de una gran parte de las emisiones contaminantes.
Con respecto al vehículo de ocasión, en nuestro país son muchos los que todavía muestran recelo a estos coches. Existe la creencia de que se renuncia a las garantías y la seguridad de un vehículo nuevo. Esta percepción, sin embargo, no refleja la realidad del mercado actual. De hecho, las ventas de vehículos de ocasión en España han experimentado un crecimiento sostenido en los últimos años. En 2024, se alcanzaron las 2.8 millones de unidades vendidas, lo que representa un aumento del 8% respecto al año anterior.
El papel de las flotas corporativas en la transición hacia una movilidad más limpia
En el caso de las flotas corporativas, la revalorización de los vehículos de ocasión juega un papel crucial. Las empresas, con su necesidad de gestionar grandes volúmenes de vehículos, tienen la oportunidad de tomar decisiones más inteligentes y sostenibles. En lugar de renovar sus flotas de forma indiscriminada, pueden optar por optimizar las unidades existentes, alargando su vida útil con la garantía de que siguen cumpliendo con los estándares de calidad y seguridad.
Aquí, la colaboración público-privada es esencial para impulsar marcos normativos y fiscales que premien la eficiencia y la circularidad, asegurando que el vehículo de ocasión joven se perciba como una alternativa fiable y alineada con los objetivos climáticos europeos. Las flotas corporativas son un ejemplo perfecto de cómo la economía circular aplicada al automóvil puede ofrecer una solución real, con menos emisiones, menos residuos y un impacto mucho más reducido.
Una mirada a los activos que ya está en circulación
Si logramos reconocer el valor de los vehículos de ocasión jóvenes, podemos contribuir de manera significativa a la descarbonización del transporte. Extender la vida útil de los vehículos existentes no es solo una oportunidad económica, sino un compromiso con el planeta, que beneficia tanto a las empresas como a los consumidores.
Aplicar la economía circular que aporta el ‘remarketing’ de vehículos de ocasión dentro del sector de la automoción es, por tanto, una de las formas más eficaces de avanzar hacia una movilidad más limpia.
Cada coche de ocasión joven que seguimos optimizando y revalorizando reduce la demanda de recursos y materias primas. Es un enfoque tangible, con un impacto real, que no depende de una transición tecnológica que aún está por completarse.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: Día Internacional Contra el Cambio Climático

