En el Día Mundial del Reciclaje, es oportuno reflexionar sobre cómo los materiales que elegimos para construir y rehabilitar nuestros edificios pueden marcar una diferencia significativa en la sostenibilidad del planeta. El de la construcción, precisamente, es uno de los sectores más activos en consumo de recursos y generación de residuos. Un sector responsable de aproximadamente un tercio de todos los residuos globales, y en el que, aún hoy, una gran parte de esos residuos acaba en vertederos. Esta situación demuestra una ineficiencia palpable en la reutilización de materiales.
Desde AFELMA, la Asociación de Fabricantes Españoles de Lanas Minerales Aislantes, creemos firmemente que la economía circular debe ser uno de los ejes prioritarios de la política ambiental en la edificación. No hablamos solo de un modelo deseable, sino de una exigencia si queremos que el sector de la construcción evolucione hacia un sistema más eficiente, competitivo y comprometido con el planeta.
El principio fundamental de la economía circular dicta que los productos deben utilizarse durante el mayor tiempo posible y, una vez lleguen al final de su vida útil, reincorporarse al ciclo productivo mediante su reutilización o reciclaje. Las lanas minerales (lanas de vidrio y lanas de roca), como solución de aislamiento térmico, acústico y de protección frente al fuego, son fieles a este principio.
Se trata de materiales duraderos, cuya vida útil supera la de un edificio, compuestos de hasta un 80% de materiales reciclados y 100% reciclables al final de su uso. Además, están libres de gases de efecto invernadero, lo que refuerza su valor desde el punto de vista ambiental. Sus residuos pueden ser reutilizados como materia prima en el sector de la construcción o por otras industrias, reduciendo la extracción de materiales vírgenes y cerrando de manera efectiva el círculo de la sostenibilidad.
Nuestro sector ha demostrado capacidad de innovación y responsabilidad ambiental, pero es imprescindible contar con un marco normativo y económico que facilite el despliegue de soluciones circulares. En base a nuestra experiencia técnica y operativa, desde AFELMA proponemos una hoja de ruta con medidas concretas que no solo cumplan con los estándares de eficiencia energética, sino que también contribuyan a la salud y el bienestar de las personas. Creemos que la innovación en materiales de construcción es clave para enfrentar los desafíos ambientales actuales. Por ello, apoyamos la investigación y el desarrollo de soluciones que integren la sostenibilidad en cada etapa del ciclo de vida del edificio.
La economía circular en la construcción debe involucrar a toda la cadena de valor: fabricantes, constructoras, propietarios, usuarios, administraciones públicas y gestores de residuos. Si cada uno de ellos integra principios de economía circular en su toma de decisiones, lograremos una transformación real.
La edificación circular es viable, necesaria y estratégica. Impulsa la innovación, genera nuevas oportunidades industriales y nos permite avanzar hacia un modelo más resiliente y descarbonizado. Las lanas minerales, como material aislante duradero, reciclable y con gran capacidad de reintegración en procesos industriales, son un ejemplo claro de cómo podemos diseñar productos pensando no solo en su utilidad, sino también en su segunda vida.
En este Día Mundial del Reciclaje, hacemos una llamada a todos los actores del sector de la construcción para que consideren el impacto ambiental de los materiales que utilizan. Juntos, podemos avanzar hacia una edificación más sostenible, resiliente y comprometida con el futuro del planeta.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: Día Mundial del Reciclaje 2025