Tormentas virulentas, incremento de la temperatura, inundaciones excesivas… Es innegable que el cambio climático está modificando las tendencias meteorológicas, obligándonos a vivir con más frecuencia sucesos extremos que no podemos controlar. Este es solo uno de los retos a los que nos enfrentamos cada uno de nosotros. Las organizaciones no son tampoco ajenas a ello: uno de los principales retos a los que nos enfrentamos desde el sector asegurador es el cambio climático.
También es un desafío el responder a la creciente exigencia normativa, al igual que a la demanda del consumidor, cada vez más concienciado sobre la importancia de la sostenibilidad y de cómo cada gesto cuenta.
Todo ello son retos significativos, pero, sobre todo, son una oportunidad. Todos estos desafíos nos obligan a ser un sector más resiliente, creativo, innovador, exigente y humano.
Un ‘tiempo loco y absolutamente impredecible’ nos brinda la oportunidad de reflexionar en cómo adaptar nuestras soluciones para que, por un lado, puedan proteger a nuestros clientes de cara a nuevos acontecimientos. Un ejemplo podría ser cómo gracias al IoT (Internet of Things) podemos preparar nuestros hogares con antelación gracias a alertas tempranas. Mientras que, por el otro, también podemos aprovechar la ocasión para diseñar soluciones más respetuosas con el medioambiente, convirtiéndonos así en actores que trabajan por revertir la situación climática actual. Hablo de alternativas sostenibles a la movilidad (asistencia a vehículos eléctricos y vehículos de movilidad personal).
La creciente exigencia regulatoria, junto a la demanda de los usuarios, son la combinación perfecta de presión para ser más estrictos y rigurosos con nuestra oferta. La época en la que se decía que el Marketing creaba necesidades ya no existe: las marcas debemos adelantarnos a las necesidades y exigencias actuales, ofrecer soluciones que serán esenciales mañana.
He mencionado solo tres retos, dejando voluntariamente un cuarto para el final: los empleados. Todas las empresas dependen de sus colaboradores; gracias a ellos las compañías tienen esencia, alma y ‘algo’ que ofrecer a sus clientes. Pero, sobre todo, los empleados están vinculados con la Sostenibilidad porque igual que los clientes demandan, los trabajadores también. Son personas a las que hay que cuidar no solo buscando ‘retención del talento’, sino por el efecto multiplicador que tienen en la sociedad. En el caso de Allianz Partners, reconozco que puede que de todos los desafíos a los que nos enfrentamos este sea el más exigente y al que nos enfrentamos haciendo un despliegue de medidas y acciones que garanticen su bienestar emocional y físico, tanto dentro como fuera del trabajo.
La sostenibilidad es cosa de personas y el sector asegurador es para lo que existe: proteger y cuidar.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: la sostenibilidad en el sector del seguro