La dicotomía compromiso-competitividad se ha colado en los debates, pero la respuesta es clara, la sostenibilidad es valor estratégico. Los datos hablan, contar con un análisis de los riesgos ESG (Environmental, Social & Governance) y desplegar las estrategias para abordarlos determinan el valor que los analistas e inversores conceden a las compañías, no solo en el corto, sino en el medio y largo plazo.
La apuesta es decidida, el 95% de las grandes empresas españolas incrementó su inversión ESG en 2024. Los datos lo respaldan, los mercados lo premian y la sociedad lo exige.
ESG: el motor de competitividad
La integración de principios responsables en la estrategia corporativa está redefiniendo el concepto de éxito empresarial. Y sus beneficios son medibles:
- Eficiencia operativa: Sectores como la construcción o la industria han logrado reducir hasta un 20% sus costes gracias a la optimización energética y el uso responsable de recursos.
- Talento con conciencia: El 80% de los jóvenes profesionales priorizan trabajar en empresas con propósito, donde generar un impacto positivo es una práctica diaria.
- Financiación verde: Los fondos de inversión y las entidades financieras están reorientando sus carteras hacia proyectos responsables, facilitando el acceso a capital en condiciones más ventajosas.
Casos de éxito: Infraestructuras que regeneran
Compañías como Sacyr, especializada en el desarrollo y gestión de infraestructuras, cotizada en el IBEX 35, refuerzan su compromiso con la sostenibilidad mediante la Ruta Sacyr Sostenible, integrada en su Plan Estratégico. Este modelo de gobernanza busca maximizar el impacto económico, social y ambiental del Grupo y se estructura en cuatro pilares con 19 programas, 51 objetivos y 83 líneas de acción.
En los últimos tres años, la compañía ha destinado más de 173 millones de euros a la protección del medio ambiente, con un crecimiento promedio anual del 9,18% entre 2021 y 2024. Solo en el último ejercicio, ha invertido más de 3,8 millones de euros en proyectos de innovación vinculados al ámbito medioambiental.
Como reconocimiento a estos esfuerzos, la compañía ha recibido por tercer año consecutivo una calificación “A” en Carbon Disclosure Project (CDP) por su labor contra el cambio climático. Este distintivo respalda sus ambiciosos objetivos estratégicos, validados por la Science Based Targets Initiative (SBTi) en el marco de su Estrategia de Cambio Climático. Además, gracias a su desempeño en protección y seguridad hídrica, forman parte de la banda de liderazgo de CDP Water por segundo año consecutivo.
Sacyr, a su vez, forma parte de la Comunidad de Medio Ambiente de la Asociación Española para la Calidad (AEC) y durante este año han intervenido como ponentes en el 1er Congreso de Sostenibilidad y Cambio Climático de la AEC —centrado en la CSRD y el Paquete Ómnibus—, dentro de la mesa de debate “Planes de transición climática: retos y oportunidades”.
Desde el nacimiento de la compañía, el cuidado del entorno natural es una prioridad en los proyectos que desarrollan. Cuentan con una metodología propia para el cálculo del balance de capital natural y una herramienta de medición de Servicios Ecosistémicos a través de imágenes satelitales. Este compromiso se evidencia también en su participación activa en foros de referencia, como en el Canal AEC, «Biodiversidad: de la medición a la acción corporativa«, compartiendo experiencia y conocimientos en la materia.
En 2025, la compañía actualizó su Marco de Financiación Sostenible, conforme a los principios de la International Capital Market Association (ICMA) y la Loan Market Association (LMA), para acceder a instrumentos verdes y sociales. La nueva versión incluye un nuevo KPI sobre emisiones de CO2 de alcance 3, validado por SBTi, reforzando la transparencia y alineando sus finanzas con los estándares de sostenibilidad internacionales.
El compromiso con la sostenibilidad exige una visión global y una ejecución local rigurosa. Con más de 15.000 empleados repartidos por todos los continentes y presencia en más de 20 países, Sacyr demuestra cómo una estrategia ESG bien integrada puede escalar internacionalmente. Su inclusión en el S&P Sustainability Yearbook 2025, que reconoce a las compañías con las mejores prácticas en sostenibilidad dentro de cada sector, refuerza su posición como referente en la gestión responsable de infraestructuras.
El compromiso del 95% de las grandes empresas españolas con el modelo ESG no es una cifra aislada: es la señal de un nuevo pacto empresarial. Uno en el que rentabilidad y responsabilidad no se excluyen, sino que se potencian mutuamente. Uno en el que crecer no significa agotar, sino regenerar. Porque en el siglo XXI, liderar no es solo generar beneficios. Es también dejar un legado.

