La arquitectura ha evolucionado a lo largo de la historia, adaptándose a los cambios culturales, sociales y tecnológicos. En el contexto actual, más que una disciplina que responde a necesidades estéticas y funcionales, se enfrenta a un compromiso profundo con la salud y el bienestar de quienes habitan los espacios que crea. En este escenario, las soluciones innovadoras, como la cerámica fotocatalítica, están marcando una diferencia clave en la creación de entornos más saludables y sostenibles.
La cerámica como material activo y sostenible
La cerámica ha sido utilizada desde tiempos antiguos gracias a su durabilidad y versatilidad. Tradicionalmente, las superficies cerámicas han destacado por sus propiedades de resistencia, facilidad de mantenimiento y estética. Sin embargo, en la actualidad, la cerámica ha evolucionado para incorporar nuevas propiedades que la convierten en un aliado estratégico en la lucha por la sostenibilidad y la salud. Un ejemplo claro de esta evolución es la tecnología Active Surfaces® de Iris Ceramica Group, que integra funciones fotocatalíticas activas en la superficie del material, mejorando su desempeño más allá de lo convencional.
La ciencia detrás de la fotocatálisis
La fotocatálisis es una tecnología basada en la capacidad de ciertos materiales, como el dióxido de titanio (TiO₂), para descomponer sustancias contaminantes al estar expuestos a la luz. En la cerámica fotocatalítica, esta propiedad se activa con la luz natural o artificial, descomponiendo contaminantes, virus, bacterias y compuestos orgánicos volátiles. Lo más sorprendente de esta tecnología es que sigue actuando incluso en la oscuridad, gracias a la presencia de iones de plata en la superficie, lo que le otorga propiedades bactericidas y antivirales permanentes.
Beneficios para la salud y el medio ambiente
Uno de los principales beneficios de la cerámica fotocatalítica es su capacidad para mejorar la calidad del aire. Las superficies de Active Surfaces® pueden neutralizar contaminantes como los óxidos de nitrógeno (NOx) y los compuestos orgánicos volátiles (COV), que son comunes en los ambientes urbanos y en espacios cerrados. Al actuar como un purificador activo, las superficies cerámicas ayudan a reducir la carga contaminante, mejorando la salubridad tanto en interiores como en exteriores sin la necesidad de sistemas adicionales.
Además de su acción purificadora del aire, la cerámica fotocatalítica tiene un impacto directo en la higiene de los espacios. Investigaciones científicas han demostrado que estas superficies son efectivas para eliminar microorganismos dañinos, incluyendo bacterias como Escherichia coli o Staphylococcus aureus, y virus como H1N1, H3N2 y hasta el SARS-CoV-2. De hecho, en estudios recientes, se observó que la exposición a luz ultravioleta reducía hasta un 94% la carga viral de este último, lo que convierte a esta tecnología en un recurso esencial en lugares con altos requisitos sanitarios como hospitales, escuelas y oficinas.
Eficiencia en mantenimiento y limpieza
Otra de las características destacadas de las superficies cerámicas fotocatalíticas es su comportamiento superhidrófilo, lo que significa que repelen la suciedad, facilitando su eliminación. En el caso de las fachadas exteriores, la simple acción de la lluvia es suficiente para mantener las superficies limpias, lo que reduce el consumo de agua y productos de limpieza. Este comportamiento hace que el mantenimiento sea más económico y menos contaminante, contribuyendo a la sostenibilidad en la gestión de los recursos.
Además, gracias a su capacidad para eliminar los malos olores, estas superficies mejoran el confort sensorial en los espacios. El principio fotocatalítico descompone las moléculas responsables de los olores desagradables, lo que ayuda a mantener un ambiente más saludable y agradable, especialmente en entornos con ventilación limitada.
Innovación respaldada por la ciencia
La tecnología fotocatalítica aplicada a la cerámica ha sido objeto de numerosos estudios científicos, que han validado su eficacia y propiedades. Publicaciones de renombre, como Science y el International Journal of Molecular Sciences, han reconocido los resultados superiores de las superficies Active frente a materiales convencionales, incluso en condiciones de luz artificial o baja luminosidad. Estas investigaciones certifican que las cerámicas fotocatalíticas no solo mejoran la calidad del aire y la higiene, sino que también contribuyen al bienestar general de los ocupantes de los espacios.
Un futuro más saludable con cerámica fotocatalítica
La cerámica fotocatalítica es una clara muestra de cómo la innovación en materiales puede transformar la arquitectura y mejorar la calidad de vida de quienes habitan los espacios. A través de soluciones como Active Surfaces®, la cerámica no solo sigue cumpliendo con su papel tradicional como material resistente y versátil, sino que también se convierte en una herramienta activa para la sostenibilidad y la salud ambiental. Esta tecnología representa un paso adelante hacia una arquitectura más responsable, que no solo construye espacios, sino que también protege y promueve el bienestar de las personas y el entorno.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: Arquitectura Saludable