Desde la Fundación Pasqual Maragall trabajamos no solo para avanzar en la investigación científica, sino también para mejorar la vida de quienes conviven día a día con el Alzheimer. Desde el Área Social hemos puesto en marcha programas que ofrecen formación y apoyo emocional y psicológico tanto a las personas cuidadoras como a las que han recibido un diagnóstico reciente. Son iniciativas que alivian la carga, reducen la soledad y fortalecen la autonomía, con una premisa clara: cuidar la salud emocional es también cuidar la calidad de vida.
En el caso de las personas cuidadoras, el impacto es inmediato. Cuando aparece la enfermedad, la vida también cambia para quien cuida. Nos alarma saber que una de cada tres personas cuidadoras sufre depresión. Nuestro programa de acompañamiento virtual, llega a todos los rincones de España y combina ocho sesiones estructuradas, dinámicas de grupo y materiales prácticos para ofrecer información fiable y un espacio seguro para compartir. Este formato —flexible, accesible y guiado por profesionales— ayuda a gestionar la sobrecarga y mejorar el bienestar, con un efecto directo en la calidad del cuidado. También contamos con grupos terapéuticos estables en Madrid y Barcelona, donde acompañamos a las familias durante 14 sesiones.
En paralelo, lanzamos “Plenamente activas”, un programa presencial dirigido a personas recientemente diagnosticadas. Su objetivo es devolver voz y autonomía en un momento de gran incertidumbre. A través de grupos reducidos y ocho sesiones, trabajamos cómo afrontar el diagnóstico emocionalmente, la planificación de decisiones y el mantenimiento de una vida activa y social el mayor tiempo posible. La intervención se evalúa con metodología clínica antes y después de cada ciclo para garantizar que el modelo sea sólido, replicable y escalable.
Pero nuestra mirada va más allá de los encuentros de los grupos de intervención. La revolución digital nos abre una oportunidad única para democratizar el acceso al apoyo especializado. Desde la plataforma Área Alzheimer creamos un ecosistema digital que funciona como una extensión natural de nuestros programas, donde las familias, los profesionales y personas afectadas encuentran recursos rigurosos y, sobre todo, una comunidad que comprende su realidad y rompe el aislamiento.
La Plataforma requiere una inversión constante para ofrecer los contenidos de acuerdo a nuestros estudios de detección de necesidades. Con información médica contrastada, recursos audiovisuales que expliquen conceptos complejos de forma accesible, y herramientas prácticas que las familias puedan aplicar en su día a día.
Todos los programas comparten una misma lógica: poner a la persona en el centro y respaldar cada paso con evidencia. La experiencia demuestra que un acompañamiento oportuno y profesional no solo mejora el día a día, sino que también optimiza el uso de recursos sociales y sanitarios. Además, el aprendizaje entre iguales, escuchar y ser escuchado por quienes atraviesan situaciones similares, junto con la intervención terapéutica, multiplica el impacto de cada sesión.
Para el tejido empresarial, apoyar esta línea de trabajo supone una inversión de impacto social medible. Estos programas permiten reportar resultados con indicadores claros, se alinean con el ODS 3 (Salud y Bienestar) y con los estándares ESG, y refuerzan una narrativa corporativa basada en la cohesión social y el cuidado de las personas. No se trata únicamente de financiar sesiones: es acercar la ayuda allí donde ocurre la vida y construir redes de apoyo que perduren.
Por todo ello, el Área Social de la Fundación Pasqual Maragall es hoy un espacio de innovación con impacto directo, que complementa la investigación biomédica con una respuesta humana e integral. Acompañar es transformar: significa convertir la incertidumbre en decisiones, la soledad en comunidad y el desgaste en herramientas para vivir mejor.
Respaldar estos programas es apostar por el bienestar y la dignidad: ofrecer recursos a quienes cuidan, acompañamiento a quienes inician el camino de la enfermedad y mayor serenidad a las familias. Ahora es el momento de sumar esfuerzos en torno a una atención centrada en la persona, con base científica y en colaboración en red, para transformar la manera en que la sociedad acompaña este desafío.
Gracias por acompañarnos en este camino hacia un futuro sin Alzheimer.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: Día Mundial del Alzheimer