¿Qué es el modelo efr y cómo se está aplicando actualmente en las organizaciones mexicanas?
El modelo efr es una certificación global impulsada por Fundación Másfamilia que reconoce a las organizaciones que promueven una cultura centrada en las personas, donde la conciliación o equilibrio entre la vida personal, familiar y laboral se instituye en una herramienta que traduce la gestión de personas en bienestar sostenible tanto para los colaboradores como para la organización que lo impulsa.
En México, se está consolidando como una propuesta innovadora en la gestión del talento. En el mundo contamos con más de 1.200 compañías certificadas, principalmente son empresas que entienden que el bienestar y la flexibilidad no son beneficios opcionales, sino palancas estratégicas para la competitividad y la atracción del talento. Actualmente, se está aplicando en sectores como consumo, servicios financieros, educación y salud, y estamos viendo cada vez más interés de empresas multinacionales y locales que desean alinear sus estrategias corporativas con prácticas de conciliación y balance y cultura responsable.
En su reciente publicación destacaron la importancia del equilibrio y la flexibilidad laboral. ¿Qué significa esto en la práctica para las empresas certificadas efr?
Significa pasar de la teoría a la acción, somos un modelo de gestión y no un monitor reputacional. En la práctica, las empresas efr implementan medidas concretas como horarios flexibles, trabajo híbrido, permisos parentales extendidos, apoyo psicosocial, e incluso programas para acompañar etapas vitales como la maternidad, la educación de los hijos, la distribución del balance para personas sin hijos o el cuidado de personas mayores.
El modelo efr permite que cada organización diseñe un sistema de conciliación a la medida de su realidad, pero con un marco sólido de gestión. Esto se traduce en confianza, autonomía y un liderazgo más humano, donde las personas pueden dar lo mejor de sí, sin tener que elegir entre su vida personal y su desarrollo profesional.
¿Cuáles son los principales beneficios que han observado en las organizaciones mexicanas que implementan el modelo efr, tanto a nivel organizacional como humano?
Los beneficios son visibles y medibles. A nivel organizacional, hemos observado una mayor retención de talento, reducción del ausentismo, mejora del clima laboral y mayor compromiso. Pero también hay resultados intangibles que son muy poderosos: equipos más cohesionados diversos e inclusivos, liderazgo con propósito y una marca empleadora más atractiva, especialmente para las nuevas generaciones y que hacen que inversionistas y talentos externos presten más atención a tu empresa.
A nivel humano, las personas reportan mayor satisfacción laboral, menos estrés, más sentido de pertenencia y una mejor calidad de vida. En contextos como el mexicano y latinoamericano, donde las redes familiares y comunitarias tienen un rol clave, esto se vuelve aún más relevante.
¿Qué barreras enfrentan hoy las empresas en México para adoptar políticas de conciliación y bienestar laboral?
Las principales barreras son culturales y estructurales. Muchas organizaciones aún operan bajo modelos rígidos, con liderazgos centrados en el control más que en la confianza. A veces se confunde la flexibilidad con pérdida de productividad, cuando es todo lo contrario. En un entorno socio-laboral donde se lleva operando muchas décadas de una forma existe una inercia que dificulta el cambio y la transformación
También existe una percepción de que implementar estas políticas requiere grandes inversiones, cuando en realidad, el modelo efr promueve acciones progresivas y adaptadas a cada contexto. Otro reto importante es la falta de formación en los líderes para gestionar desde la empatía y la corresponsabilidad, para todo ello Fundación Másfamilia al ser una organización sin ánimo de lucro los acompaña y asesora de la mejora manera de acuerdo a cada realidad organizacional.
¿Puede compartir un caso concreto de éxito en México que refleje el impacto del modelo efr en la cultura organizacional?
Claro, uno de los casos más inspiradores es el de una empresa del sector energético como Xignux que implementó el modelo efr como parte de su estrategia de sostenibilidad. o el grupo de seguros SOLUNION México.
Con la implementación del modelo iniciaron con una política de medidas de conciliación personalizadas según la etapa de vida de cada colaborador. En menos de un año, redujeron el ausentismo en un 35%, mejoraron su puntaje de clima laboral en un 22% y aumentaron el compromiso de liderazgo en prácticas de bienestar. Lo más relevante: que sus colaboradores dicen que son una empresa donde pueden “trabajar y vivir plenamente”.
¿Cuál es su visión sobre el futuro del bienestar laboral en México y el papel que jugará efr en ese proceso?
El futuro del bienestar laboral en México está en manos de organizaciones que apuesten por modelos más humanos, flexibles y sostenibles. Estamos ante un cambio generacional, donde las personas priorizan el equilibrio, el propósito y el cuidado de su salud mental. Las empresas que no se adapten corren el riesgo de perder relevancia en el mercado laboral.
El modelo efr tiene un papel clave como catalizador de ese cambio. No solo certifica, sino que acompaña, mide y visibiliza buenas prácticas. Nuestra visión es construir una red de empresas en LATAM que lideren desde el bienestar, la equidad y la corresponsabilidad, con impacto real en las personas, las familias y la sociedad y para eso estamos aquí por y para ustedes.
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