Aleatica reafirma su compromiso con el desarrollo sostenible y el bienestar de las comunidades vecinas a sus proyectos. A través de acciones concretas de alto impacto social y ambiental, la empresa consolida su papel como socio confiable y agente de transformación positiva en el entorno de la autopista Atizapán-Atlacomulco (AT-AT), una de las obras de infraestructura más relevantes para la conectividad del país.
Con una inversión superior a $25 mil millones de pesos, AT-AT es una autopista estratégica de 77 kilómetros que conecta el centro con el norte del país y reduce en más de una hora los tiempos de traslado hacia Guadalajara y descongestiona el corredor México–Querétaro. Esta vía contribuye al crecimiento económico regional con la generación de más de 48,000 empleos directos y 100,000 indirectos.
Desde hace cinco años consecutivos, la vía es una Empresa Socialmente Responsable (ESR), distintivo otorgado por el Centro Mexicano para la Filantropía (Cemefi) a las organizaciones que demuestran un compromiso voluntario, público y constante con la gestión ética, el bienestar de sus comunidades, el cuidado del medio ambiente y la calidad de vida de sus colaboradores.
AT-AT incorpora desde la etapa de diseño de la infraestructura vial un estudio de doble materialidad, una herramienta que identifica los temas más relevantes tanto para el entorno social y ambiental como para el desempeño financiero del proyecto. Esta metodología es clave para tomar decisiones con intención, anticipar riesgos y definir acciones de alto impacto. Gracias a este enfoque, AT-AT se convirtió en la primera autopista reforestada antes de entrar en operación y cuenta con un sistema de monitoreo comunitario que alinea sus decisiones con las expectativas locales.
Como parte del pilar social de AT-AT, Aleatica acompaña a las comunidades cercanas en la creación de 17 proyectos productivos sostenibles. Uno de ellos es el invernadero de jitomates en Santa Ana Jilotzingo, actualmente en operación. Con una superficie de 1360m2, tiene una capacidad estimada de producción anual de 20 toneladas de jitomate con hasta dos cosechas anuales. Equipado con sistemas de riego por goteo, cisterna y bodega, aprovecha al máximo los recursos hídricos y promueve un modelo de autogestión comunitaria para fortalecer la soberanía alimentaria y la economía local. La comunidad eligió el jitomate por ser un cultivo de alta rentabilidad y costo-efectividad. El proyecto incluye capacitación técnica especializada en agricultura sostenible, brindada por una organización experta en el sector.
En Aleatica alineamos nuestras decisiones con el bienestar de las comunidades y sus entornos. Actuamos como un gran vecino desde la etapa inicial de planeación y diseño de la infraestructura vial al integrar la sostenibilidad no como un complemento, sino como el motor que da sentido y propósito a cada vía que operamos.
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