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Virginia Luca de Tena, Directora de la Fundación Mahou San Miguel, comparte su visión sobre la evolución de la Responsabilidad Social y la Sostenibilidad en las últimas dos décadas. A lo largo de su trayectoria, ha sido testigo de cómo estas prácticas han dejado de ser algo complementario para convertirse en un pilar fundamental de la estrategia empresarial.
«Siempre he tenido una inclinación personal por las cuestiones sociales», comenta Virginia Luca de Tena, quien comenzó su carrera en una asociación dedicada a las personas con discapacidad intelectual. «Allí descubrí el poder transformador de las alianzas y cómo el trabajo en red puede generar un impacto real en la vida de quienes más lo necesitan.» Desde entonces, ha dedicado su carrera a proyectos en los que la Responsabilidad Social y la Sostenibilidad son los ejes fundamentales de su labor.
Reflexionando sobre el panorama de la RSE, asegura que «hoy, la Responsabilidad Social ya no se entiende como algo complementario, sino como un pilar esencial dentro de la estrategia de las empresas». Este cambio se debe, en gran parte, al compromiso de las nuevas generaciones, quienes, según Virginia, «están demostrando una sensibilidad especial hacia la Sostenibilidad, la diversidad y la igualdad de oportunidades.»
En relación con el impacto de Corresponsables, Luca de Tena destaca la labor que ha realizado la plataforma a lo largo de sus dos décadas de existencia. «Enhorabuena por estas dos décadas de compromiso social, en las que habéis servido de altavoz para todas aquellas voces que merecían ser escuchadas y aquellas iniciativas que han nacido con el fin de fomentar la inclusión y la Sostenibilidad«, comenta, reconociendo el papel fundamental que Corresponsables ha tenido en visibilizar las mejores prácticas en el ámbito de la RSE.
Además, explica cómo en la Fundación Mahou San Miguel, a lo largo de los años, el trabajo colaborativo ha sido uno de los mayores avances: «Hoy ya no se trata de actuar en solitario, sino de tejer alianzas duraderas con entidades sociales, administraciones públicas, empresas y ciudadanía», subraya, y añade que «la digitalización ha facilitado una conexión más ágil entre los diferentes equipos y entidades, lo que ha permitido medir de manera más precisa los resultados de nuestras acciones.»
Virginia también destaca los hitos más importantes de la RSE en los últimos años, afirmando que uno de los avances más significativos ha sido «la consolidación de la medición de resultados, con indicadores de impacto social más precisos», que permiten evaluar mejor los resultados de las iniciativas impulsadas. Según ella, este enfoque ha sido fundamental para continuar impulsando proyectos que generan un impacto real en las comunidades donde opera la empresa.
Virginia, ¿cuándo y por qué comenzaste a interesarte e involucrarte en el ámbito de la Responsabilidad Social y Sostenibilidad?
Siempre he tenido una inclinación personal por las cuestiones sociales. Este interés se incrementó cuando, hace más de veinte años, comencé mi trayectoria laboral en una asociación dedicada a las personas con discapacidad intelectual. Allí descubrí el poder transformador de las alianzas y cómo el trabajo en red puede generar un impacto real en la vida de quienes más lo necesitan. Desde entonces, he desarrollado mi trayectoria en proyectos donde la Responsabilidad Social y la Sostenibilidad son ejes fundamentales.
«Siempre he tenido una inclinación personal por las cuestiones sociales»
Creo que la Responsabilidad Social es una forma de entender la vida, un compromiso con la creación de un mundo más justo, equilibrado y sostenible para todos, que trasciende las acciones concretas que se impulsan desde las organizaciones, aunque esta labor es, por supuesto, sumamente importante. Hoy, desde la dirección de Fundación Mahou San Miguel, tengo la oportunidad de seguir impulsando ese compromiso, consolidando la parte más humana de la compañía y trabajando junto a entidades y profesionales que comparten nuestros valores.
¿Cómo era el panorama de la RSE cuando comenzó en comparación con cómo es hoy?
El panorama de la RSE ha evolucionado significativamente desde que comencé en este ámbito gracias, en gran medida, al contexto social actual, que requiere también de un compromiso mayor de agentes sociales como son las empresas. Las nuevas generaciones son, de hecho, grandes impulsoras de este cambio. Están demostrando una sensibilidad especial hacia la Sostenibilidad, la diversidad y la igualdad de oportunidades.
Actualmente, la Responsabilidad Social ya no se entiende como algo complementario, sino como un pilar esencial dentro de la estrategia de las empresas. Por ello, están adoptando un enfoque más social en su manera de operar, otorgando a la RSE un papel estratégico dentro de su estructura y su propósito.
«El trabajo en red puede generar un impacto real en la vida de quienes más lo necesitan»
En nuestro caso, Mahou San Miguel es una organización con alma, con conciencia del papel que juega en su entorno y en Fundación, el compromiso social es el eje central de nuestro trabajo. Buscamos generar un impacto positivo real en las comunidades en las que operamos, especialmente en las zonas en las que la compañía cuenta con centro de producción, lo que permite crear cambios de valor en nuestro entorno. Las estrategias de voluntariado que llevamos a cabo involucran a los propios profesionales de la compañía, inculcando así una cultura de responsabilidad social que alcanza cada día a más y más personas.
¿Cuándo conociste a Corresponsables? ¿Qué papel consideras que ha tenido en el impulso de la RSE en las últimas dos décadas?
Conocemos a Corresponsables desde hace bastante tiempo, pero realmente fue hace un par de años, justo coincidiendo con nuestro décimo aniversario, cuando pudimos descubrir más de cerca la amplia labor de visibilidad y sensibilización que realiza en torno al impulso de la Responsabilidad Social Corporativa. En este sentido, enhorabuena por estas dos décadas de compromiso social en la que habéis servido de altavoz para todas aquellas voces que merecían ser escuchadas y aquellas iniciativas que han nacido con el fin de fomentar la inclusión y la Sostenibilidad.
«Enhorabuena a Corresponsables por estas dos décadas de compromiso social, en las que habéis servido de altavoz para todas aquellas voces que merecían ser escuchadas»
Querida Virginia, ¿qué cambios significativos has observado en esta materia desde que comenzaste?
El cambio más relevante ha sido la consolidación del trabajo colaborativo como vía para multiplicar el impacto. Hoy ya no se trata de actuar en solitario, sino de tejer alianzas duraderas con entidades sociales, administraciones públicas, empresas y ciudadanía.
En Fundación Mahou San Miguel, por ejemplo, colaboramos con distintas entidades con foco en los diferentes ámbitos en los que la Fundación tiene presencia, como empleo, formación y voluntariado. Esta red de alianzas nos permite aprender, innovar y llegar mucho más lejos.
«Hoy, la Responsabilidad Social ya no se entiende como algo complementario, sino como un pilar esencial dentro de la estrategia de las empresas»
En estas alianzas, la digitalización ha adquirido un papel esencial, consolidándose como un motor clave en esta evolución, ya que ha facilitado una conexión más ágil entre los diferentes equipos y entidades y la posibilidad de medir de forma más precisa los resultados de nuestras acciones.
Además, las compañías han invertido y ganado mucho terreno en transparencia, eficacia y medición del impacto, lo que permite, a su vez, ser más responsables y coherentes con nuestros valores.
¿Cuáles consideras que han sido los hitos más importantes en la evolución de la RSE y la Sostenibilidad en estas dos décadas y qué factores crees que han impulsado estos cambios?
Diría que el mayor avance ha sido la consolidación de la medición de resultados, con indicadores de impacto social más precisos, que nos ayudan a evaluar mejor los resultados de nuestro trabajo. Aunque nuestra labor está centrada en las personas y no en los números, es fundamental poder evaluar la eficacia de nuestros proyectos para, cuando sea necesario, reajustar recursos y destinarlos a donde más se necesitan. Y, por supuesto, el aumento de las alianzas como consecuencia del incremento también del número de entidades comprometidas con la inclusión e inserción de los diferentes colectivos vulnerables y la Sostenibilidad.
¿Qué lecciones has aprendido a lo largo de tu carrera en RSE?
La principal lección que he podido aprender en estos años es que las alianzas son el motor de cualquier proyecto transformador, porque permiten sumar capacidades, compartir aprendizajes y avanzar juntos hacia objetivos comunes.
«Hoy ya no se trata de actuar en solitario, sino de tejer alianzas duraderas con entidades sociales, administraciones públicas, empresas y ciudadanía»
A través de la construcción de estas alianzas estratégicas, se pueden llevar a cabo iniciativas multidisciplinares y diversas. Este enfoque colaborativo enriquece los proyectos y ayuda a mantener nuestro conocimiento de la actualidad y seguir evolucionando como entidad. Porque cuando trabajamos en alianza, el impacto positivo se multiplica.
Virginia, ¿cómo ves el futuro de la RSE y la Sostenibilidad? ¿Qué retos y oportunidades anticipas para las próximas dos décadas?
Aunque se están dando importantes pasos en este ámbito, creo que el futuro pasa por una RSE más transversal, innovadora y medible, en la que las empresas integren la Sostenibilidad en todos sus procesos y decisiones.
Los grandes retos estarán en seguir impulsando la igualdad de oportunidades y el bienestar de las personas en un contexto global muy complejo.
Pero también veo grandes oportunidades: la digitalización, la colaboración público-privada y la implicación de las nuevas generaciones nos permitirán avanzar hacia un modelo empresarial más humano, comprometido y sostenible.
¿Qué papel crees que deben jugar las nuevas generaciones en la continuación de este legado?
Un papel absolutamente protagonista, creo que las nuevas generaciones llegan con una mirada mucho más consciente y exigente en materia social y ambiental, y tienen mucho que aportar.
La inserción de estos jóvenes comprometidos en las empresas está impulsando también una mayor sensibilidad hacia las necesidades sociales. Están siendo los encargados de fortalecer una cultura de responsabilidad más integrada y coherente. Las problemáticas medioambientales y otras causas sociales han potenciado su conciencia y su deseo real de generar cambio.
«Las nuevas generaciones están demostrando una sensibilidad especial hacia la Sostenibilidad, la diversidad y la igualdad de oportunidades»
Por ello, es esencial contar con ellos, escucharlos y ofrecerles las herramientas y oportunidades necesarias para canalizar ese compromiso. Son una fuente de inspiración y una fuerza transformadora capaz de construir una sociedad más justa, sostenible e inclusiva.
Accede a más información responsable en nuestra biblioteca digital de publicaciones Corresponsables y en la Buena Práctica de la Fundación Mahou San Miguel en el Anuario Corresponsables 2025.