Patricia Dueñas, líder global de Economía Circular de Iberostar Hotels & Resorts, habla en esta entrevista para Corresponsables sobre cómo la cadena hotelera integra la sostenibilidad y la circularidad en el centro de su modelo de negocio. La cadena hotelera internacional con presencia en 13 países apuesta por un modelo de turismo responsable basado en la ciencia, la innovación y la gestión sostenible de los recursos.
Patricia Dueñas detalla cómo la economía circular se ha convertido en un pilar clave de la estrategia de sostenibilidad de la compañía desde 2017, dentro del movimiento Iberostar Wave of Change. Explica los avances en la eliminación de plásticos de un solo uso, la reducción de residuos enviados a vertedero, la lucha contra el desperdicio alimentario, la digitalización de los procesos y la colaboración con proveedores y destinos para cerrar ciclos y fomentar la innovación circular. Además, aborda los aprendizajes de los proyectos de compostaje, la importancia de la formación de los equipos y los retos de futuro para avanzar hacia la neutralidad climática.
¿Qué lugar ocupa la economía circular en la estrategia de sostenibilidad de Iberostar?
La economía circular ocupa un lugar central en nuestra estrategia desde 2017. Iberostar fue pionera al situarla dentro de su agenda junto a otras dos áreas prioritarias: salud costera y pesca responsable. Para nosotros, la economía circular es una oportunidad para generar eficiencia, innovación y un modelo de negocio responsable y rentable que construya un legado a largo plazo.
Empezamos hace años con una agenda concreta basada en tres acciones principales: eliminar los plásticos de un solo uso de la experiencia del cliente —hito conseguido y mantenido desde 2020—, eliminar la generación de residuos enviados a vertedero —en lo que seguimos trabajando de forma sólida y continua—, y avanzar hacia la neutralidad climática, con una hoja de ruta pública que incluye los alcances 1, 2 y 3.
Esa hoja inicial ha evolucionado hasta nuestro movimiento Iberostar Wave of Change, que hoy abarca siete áreas principales: personas, economía circular, alianzas en destino, crecimiento responsable, naturaleza, pesca responsable y salud costera. La economía circular sigue siendo una parte central y una forma de impulsar nuestro propósito: generar un cambio positivo a través de un modelo de turismo responsable.
Queremos llevar este compromiso a nuestros clientes, empleados y destinos, apoyando nuestra promesa de marca de generar vacaciones felices y experiencias memorables.
¿Cuáles son las prioridades de la hoja de ruta presentada en la COP28?
Nuestra principal prioridad es integrar la circularidad dentro del modelo de negocio y extenderla no solo a los hoteles, sino también a los destinos donde operamos. Esto implica involucrar a los empleados —desde camareras de piso hasta jardineros y cocineros— para que comprendan qué significa la economía circular y cómo aplicarla en su día a día.
Trabajamos con protocolos de compra circular, apoyando a los departamentos operativos, especialmente a economatos y cocinas, donde se producen los mayores impactos. También incorporamos la circularidad en las fases de diseño y construcción, repensando materiales, espacios y procesos.
Otro pilar es la experiencia del cliente y del empleado: cómo hacer que la circularidad trascienda a las personas. Nos gusta decir que la economía circular está en el centro de la estrategia, pero que las personas están en el centro de la economía circular.
Finalmente, colaboramos con los destinos, entendiendo que cada uno es único y requiere soluciones específicas. La economía circular implica un cambio sistémico que solo puede lograrse de la mano de la cadena de valor, el sector hotelero y otros agentes locales.
¿Cómo abordan el reto del desperdicio alimentario en los hoteles?
El desperdicio alimentario es un reto estratégico que abordamos como prioridad. Es un desafío global, social y climático, pero también una gran oportunidad para generar eficiencia y valor.
Hemos apostado por la digitalización y la inteligencia artificial. Contamos con 60 equipos de IA instalados en nuestras cocinas, que nos permiten medir y analizar el desperdicio en kilos, costes y emisiones. Estos datos ayudan a los chefs a ajustar producciones, mejorar la satisfacción del cliente, controlar presupuestos y tomar mejores decisiones.
Además, acompañamos la tecnología con formación, buenas prácticas y manuales operativos. Empoderamos a los equipos, compartimos aprendizajes y fomentamos la colaboración sectorial. El desperdicio alimentario es un reto colectivo y trabajamos activamente con otras cadenas para compartir experiencias y soluciones.
¿Qué avances han logrado en la reducción de residuos enviados a vertedero?
Llevamos más de cinco años trabajando en este objetivo. Hemos logrado una reducción del 69% de los residuos enviados a vertedero respecto a 2021. Pero más allá de la cifra, lo importante es todo el trabajo detrás: la creación del primer departamento 3R del sector hotelero, centrado en reducir, reutilizar y reciclar.
Todos los residuos generados en los hoteles se pesan y categorizan mediante un sistema de datos y códigos QR que permiten un seguimiento exhaustivo. Se analizan sus orígenes, se hacen auditorías y se trabaja con los equipos de compras y economía para mejorar la eficiencia y la circularidad.
También colaboramos con los destinos. Cada lugar tiene su realidad y su regulación, por lo que adaptamos soluciones locales: compostaje en Brasil y República Dominicana, reciclaje textil en México o proyectos piloto de gestión de residuos orgánicos en Canarias y Fuerteventura.
Todo esto lo logramos gracias a una visión colaborativa, con una clara apuesta por la ciencia, los datos y las alianzas público-privadas.
¿Qué aprendizajes han obtenido con las experiencias de compostaje?
Lo primero es que cada destino es único. No es lo mismo trabajar en América que en EMEA: cambian los volúmenes, las regulaciones y las oportunidades. El aprendizaje clave es entender bien la realidad local y apoyarte en aliados que ya estén desarrollando proyectos.
Por ejemplo, en República Dominicana hemos logrado cerrar el círculo: reducir los residuos orgánicos, compostarlos y reutilizar ese compost en nuestros jardines. Es un caso muy bonito porque involucra a muchos equipos, desde cocinas hasta jardinería, y demuestra el impacto real del trabajo colaborativo.
Nos apoyamos en expertos locales y en datos para medir la calidad del compost, mejorar procesos y escalar aprendizajes. Como decimos en Iberostar, nos guía la ciencia y el dato. Nuestro departamento científico cuenta con 30 expertos que trabajan en esta visión de sostenibilidad y cambio positivo.
¿Cómo integran la circularidad en su relación con proveedores y cadena de suministro?
La cadena de suministro es clave. Se dice que el 80% del residuo se genera al diseñar un producto, así que trabajamos desde ahí. Hemos identificado y priorizado proveedores estratégicos con los que avanzamos hacia un modelo circular, apoyándonos en manuales, guías y protocolos.
Hemos desarrollado un protocolo de circularidad para packaging y trabajamos con expertos como Circle Economy o Forética. Buscamos acompañar a los proveedores en su propio proceso de transformación, desde las pymes hasta las grandes empresas.
Hay casos muy inspiradores, como la introducción de packaging circular, la compra de pescado responsable o soluciones sostenibles en frutas y verduras para eliminar los envases de un solo uso. Innovar también significa colaborar, compartir aprendizajes y traer soluciones que ya están funcionando en otros lugares.
¿Qué innovaciones en circularidad veremos en Iberostar en los próximos años?
Queremos seguir integrando la circularidad en la operación diaria para mejorar la eficiencia hídrica y energética. Trabajamos con una mentalidad de piloto y escalabilidad: probar, aprender y extender.
También veremos innovación en productos y experiencias. Queremos ofrecer servicios que sean circulares y mejoren la experiencia del cliente, como las fuentes de agua que sustituyen a los plásticos de un solo uso o las botellas reutilizables que los huéspedes pueden llevarse a casa.
Además, apostamos por la recuperación de recursos y la prolongación de la vida útil de materiales. Queremos impulsar talleres de reparación en los destinos y fomentar la reutilización textil o de mobiliario.
Apostamos por una innovación que combine la tecnología digital con el pensamiento circular. Aún queda mucho camino: el mundo solo es un 6,9% circular, así que tenemos una enorme oportunidad por delante.
Escucha la entrevista completa aquí
Accede a más información responsable en nuestra biblioteca digital de publicaciones Corresponsables y en el Caso Práctico de Iberostar en el Anuario Corresponsables 2025.

