¿Cuál fue el principal motor que llevó a vuestra empresa a convertirse en una B Corp y qué beneficios tiene formar parte de esta comunidad de empresas con propósito?
En MUT llevamos muchos años trabajando para que nuestros proyectos minimicen su impacto ambiental y maximicen su impacto social. Pasar por el proceso de certificación B Corp nos obligó a poner sobre la mesa tanto nuestros avances como nuestras barreras. Es un ejercicio muy valioso para identificar qué estás haciendo bien y en qué aspectos aún queda mucho por mejorar como empresa. Además, formar parte de la comunidad B Corp nos permite aprender de los casos de éxito de otras compañías con las que compartimos propósito.
En el camino hacia la sostenibilidad, ¿cuáles han sido los desafíos, ya sea internos o externos, más complejos que habéis enfrentado? ¿Podríais compartir algún caso concreto y cómo lograsteis superarlo?
Uno de los retos más complejos para nosotros ha sido desarrollar un sistema de medición de impacto que sea tan preciso como eficiente. En el sector de los eventos, los datos son la prueba definitiva para saber cómo, cuándo y por qué estamos siendo sostenibles. Por eso, durante los últimos años hemos creado una herramienta pionera con hasta 157 métricas, 14 dimensiones de impacto y un sistema de ponderación por tipo de proyecto que recoge todas las decisiones tomadas en cada fase. Esto se traduce en el MUT Impact Dashboard, un informe detallado de impacto que ayuda a nuestros clientes a identificar claramente los puntos de mejora, tanto a nivel ambiental como social.
Si tuvierais que destacar vuestros tres grandes objetivos estratégicos para seguir evolucionando como empresa de impacto, ¿cuáles serían y qué acciones clave estáis llevando a cabo para alcanzarlos?
El primero es transformar la cadena de valor, ya que creemos que es la clave para un progreso real y sistémico. Por eso, en MUT hemos desarrollado un proceso de homologación de proveedores, asegurándonos así de estar alineados con toda nuestra red.
El segundo objetivo está directamente relacionado: mejorar el producto final en términos de sostenibilidad. Esto significa lograr eventos con una menor huella de carbono, mayor circularidad de materiales y una inclusión más activa de personas en situación de vulnerabilidad, entre otros aspectos.
Y el tercero, pero no menos importante, es fortalecer la cultura interna, la creatividad y eficiencia de nuestro equipo. Queremos generar ideas realmente rompedoras en términos de sostenibilidad, e inspirar al resto del sector a través del talento que tenemos en casa. En este camino, la inteligencia artificial se ha convertido en una aliada clave: nos permite optimizar procesos, potenciar el talento interno y garantizar que nuestra propuesta de valor siga siendo diferencial, poniendo la creatividad y la innovación al servicio de nuestros clientes.
Para una empresa que quiere comenzar el camino hacia convertirse en B Corp, ¿qué aprendizajes clave le compartiríais para evitar errores comunes y construir una estrategia de impacto sólida y auténtica?
Lo primero y más importante es que la dirección esté comprometida y alineada con esta decisión. La certificación debe asumirse como un proyecto estratégico, prioritario y con responsabilidad compartida entre todas las áreas de la empresa. A partir de ahí, es definir bien los objetivos y empezar. El camino se hace andando. Cada empresa tiene su propio ritmo y particularidades, pero algo que hemos aprendido es que contar con los partners adecuados marca la diferencia. En ese sentido, la comunidad B Corp es un excelente punto de partida para aprender de otras experiencias. Convertirse en una empresa de impacto positivo no es fácil: requiere compromiso, inversión, formación, innovación, constancia y mucha creatividad. Pero sin duda, vale la pena. No debemos olvidar que hacer las cosas bien no es una opción: es nuestra responsabilidad.
En un contexto donde muchas marcas se apropian del lenguaje de la sostenibilidad, ¿qué buenas prácticas implementáis para comunicar vuestro propósito de forma auténtica y genuina y evitar el greenwashing?
La mejor estrategia para evitar el greenwashing es, sin duda, la humildad. Para nosotros todo comenzó con una pregunta clave: ¿queremos crecer mucho o queremos crecer bien? Estamos muy orgullosos de nuestro propósito y de nuestra metodología, como comentábamos antes, pero también somos muy conscientes de nuestras limitaciones. Esa humildad es la que nos mantiene con los pies en la tierra y nos ayuda a comunicar solo aquello que podemos demostrar con datos reales.
¿Cómo os estáis preparando para superar con éxito los nuevos estándares del movimiento B Corp, que se publicarán este 2025?
Estamos haciendo lo que solemos hacer como agencia: seguir avanzando, seguir innovando y, sobre todo, seguir midiendo con precisión. La mejora continua forma parte de nuestro ADN. Y seguir colaborando y manteniendo una comunicación constante con BCorp. Este es un trayecto que se tiene que hacer en equipo.
Esta entrevista forma parte del Dosier Corresponsables: B Corp – Empresas con Propósito