Miguel Ángel Avendaño, Director de Marketing de Grupo Atlantigo, grupo empresarial formado por Intermundial, Servisegur, Mana y Tourism&Law, cuatro compañías interconectadas que trabajan en sinergia para ofrecer soluciones integrales en seguros y servicios especializados para la industria turística, habla para Corresponsables sobre la evolución de su compañía hacia un modelo de negocio sostenible, integrando la sostenibilidad en todas las áreas de la organización y del sector turístico.
Además, detalla el origen y los objetivos del sello Soy Sostenible, el valor transformador de los Premios de Sostenibilidad Turística que impulsa la Fundación Intermundial, los aprendizajes de las iniciativas premiadas, el contenido del Manifiesto del viajero responsable y la importancia de las alianzas para construir un turismo más consciente, colaborativo y regenerativo.
¿Cómo describiría la evolución del compromiso de Grupo Atlantigo con la sostenibilidad a lo largo de su historia?
La sostenibilidad en Grupo Atlantigo ha evolucionado de una forma muy natural, porque empezó de manera genuina, casi espontánea, con acciones puntuales. Allá por 2012 comenzamos a organizar el premio a la excelencia hotelera con Fitur, que sigue siendo hoy en día nuestro colaborador.
Poco a poco fuimos pasando de acciones puntuales a lo que tenemos ahora: una estrategia transversal en la que la sostenibilidad está implicada en todas las áreas de la compañía, incluso en el negocio. Hemos pasado de un modelo en el que la sostenibilidad podía parecer algo simbólico a tener hoy un modelo de negocio sostenible.
Como digo muchas veces, no se trata tanto de plantar árboles —que es lo primero en lo que pensamos al oír “sostenibilidad”—, sino de construir un sector turístico que genere beneficios a largo plazo y esté centrado en las personas. Es decir, que todas las personas que forman parte de la cadena de valor del turismo se vean beneficiadas, crezcan como individuos y como sociedad. Eso es lo que permite un turismo más sostenible como modelo de negocio y más capaz de abordar proyectos relacionados con la sostenibilidad en sentido amplio. Un sector fuerte es un sector preparado para desarrollar una actividad cada vez más sostenible.
En su campaña “Viaja diferente y dale la vuelta al mundo. Hazlo sostenible”, han lanzado el sello “Soy sostenible”. ¿Qué objetivos persigue este sello?
El principal objetivo es visibilizar el compromiso real. Soy Sostenible, aunque sea un símbolo o un logo, representa un compromiso, una implicación, un movimiento. Cuando una persona o empresa obtiene el sello, está diciendo que está comprometida y realizando acciones alineadas con nuestra visión de la sostenibilidad en el turismo.
El propósito es identificar y reconocer a viajeros, agencias y, en general, a toda la cadena de valor del turismo, implicándolos en la construcción de una comunidad que apueste por la sostenibilidad.
Nos hemos dado cuenta de que solos es imposible alcanzar la sostenibilidad en el turismo. Ese gran objetivo es muy ambicioso y abstracto, y una sola compañía no puede conseguirlo porque puede actuar sobre un área concreta, pero no sobre todo el sector. Por eso tratamos de reforzar esa transformación colectiva. Creemos que no se trata tanto de grandes acciones, sino de pequeñas acciones que cada individuo puede llevar a cabo, y que, sumadas, implican un gran cambio.
Desde la Fundación Intermundial impulsan premios que reconocen iniciativas de sostenibilidad. ¿Qué valor tiene este tipo de reconocimientos para transformar el sector turístico?
Lo primero es inspirar con casos reales. Cuando comenzamos a estructurar nuestra estrategia transversal de sostenibilidad, nos dimos cuenta de que el discurso era importante, pero no podíamos quedarnos solo en él. Los premios hablan a través de la experiencia: ponen sobre la mesa casos reales de éxito en la aplicación de la sostenibilidad, no solo como símbolo, sino como modelo de negocio.
Demuestran que la sostenibilidad es rentable, que no es un gasto, sino una forma de crecer, tanto para las empresas como para las comunidades turísticas. Desde la Fundación Intermundial tratamos de ser un conector que movilice al sector. Aunque por nosotros mismos no podamos llegar a todo, estamos en contacto con todos los actores del turismo y podemos crear sinergias que permitan desarrollar proyectos más grandes o inspirar a quienes aún no están tan implicados.
Queremos demostrar que sostenibilidad y crecimiento empresarial no son conceptos enfrentados, sino compañeros inseparables. Si el sector no crece, si el negocio no se fortalece, no podremos abordar proyectos reales de sostenibilidad.
En la última edición de los Premios de Turismo Responsable y Sostenible, se reconocieron prácticas muy diversas. ¿Qué aprendizajes destacaría de los ganadores de 2025?
Uno de los aprendizajes más claros es que la sostenibilidad empieza escuchando a aquellos que viven en el destino. El caso de la cadena hotelera Minor, por ejemplo, demuestra la importancia de las personas, que a menudo olvidamos cuando hablamos de sostenibilidad. También el proyecto TUR4all Travel, que incorpora el factor inclusión y recuerda que todos debemos estar implicados, sea cual sea nuestro papel en la cadena de valor del turismo.
Otro ejemplo es el de Vueling, con Optipath, que muestra cómo la tecnología puede ponerse al servicio de la sostenibilidad y ayudar a reducir el impacto ambiental. Hemos tenido también el proyecto de gestión inteligente, que aborda la sostenibilidad desde la estrategia y no desde acciones puntuales, muy en línea con lo que nosotros mismos intentamos hacer.
El proyecto de Japonismo es otro gran ejemplo. Además de ser un altavoz, demuestra que el contenido digital también puede ser una herramienta de cambio, ayudando a entender qué es la sostenibilidad y cómo cada uno de nosotros puede contribuir a mejorar el sector turístico. Y el caso de Civitatis, por último, nos recuerda que la sostenibilidad también tiene una dimensión solidaria.
Si lo analizas, todos estos ejemplos nos llevan a la misma conclusión: la sostenibilidad real no es una acción aislada, sino un conjunto de muchas acciones interconectadas que requieren colaboración. Es una forma diferente de pensar el turismo, haciéndolo viable y beneficioso para todos.
Han lanzado el Manifiesto del Viajero Responsable. ¿Qué mensaje clave buscan trasladar a los turistas con este documento?
Tanto el manifiesto como la campaña transmiten un mensaje muy claro: no queremos dejar de viajar, queremos hacerlo de una manera diferente, más consciente. No se trata de dejar de coger aviones o coches, sino de ser conscientes de nuestras decisiones y actuar desde esa conciencia.
Por ejemplo, apoyar a negocios locales, cuidar el entorno, respetar el patrimonio cultural, abrir la mente y entender la cultura que se visita. Todo esto también hace sostenible el turismo, porque lo hace posible y beneficioso. Cada pequeña decisión, como elegir un guía local o moverse en transporte público, transforma un viaje y crea una experiencia más humana, respetuosa y conectada con el lugar.
El manifiesto propone viajar con los ojos abiertos, con la mente despierta y dejando una huella positiva. Siempre decimos que hay que dejar huella, pero que esa huella sea buena, tanto para el destino como para el propio viajero. También nos gusta destacar que no se trata solo de la huella que dejas en el destino, sino de la que el destino deja en ti. El viaje transforma, y muchas veces, lo aprendido durante el viaje te inspira a mejorar tu propio entorno al regresar.
¿Qué papel juegan las alianzas con organizaciones del sector en la promoción de un turismo responsable y regenerativo, y cuáles son las más destacadas?
Creamos alianzas cada año cuando trabajamos los conceptos de turismo responsable y sostenible. Son continuas y abarcan desde nuestros partners y clientes hasta creadores de contenido. Las alianzas son fundamentales, porque el turismo es un sistema interconectado, y sin colaboración el cambio es imposible.
En la campaña actual, por ejemplo, colaboramos con influencers y con Pablo Nemo, imagen de la campaña, que encarna la experiencia de la sostenibilidad durante el viaje. En el caso del sello Soy Sostenible o de los Premios RSC Hotelera y Turismo Responsable, también generamos alianzas: no se trata solo de entregar un sello, sino de acompañar, conectar proyectos y fomentar colaboraciones que impulsen el cambio colectivo.
Mirando al futuro, ¿cuáles son las prioridades del Grupo Atlantigo para seguir impulsando la sostenibilidad en el turismo?
Nuestra prioridad es seguir integrando la sostenibilidad en toda nuestra propuesta de valor. Somos un grupo de empresas que ofrece una solución completa para los viajes. Dentro de esa estructura, articulada por la tecnología y los servicios, queremos que la sostenibilidad esté presente en toda la cadena.
Incluso estamos trabajando en desarrollar soluciones aseguradoras responsables desde nuestro ámbito de acción. Pero, sobre todo, desde la Fundación, queremos seguir observando, promoviendo esta visión, actuando como conector entre los actores del sector y, a través de la escucha y la colaboración, seguir evolucionando nuestra propuesta y ayudando a que otros evolucionen también en su compromiso con la sostenibilidad.
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