Ana Antequera Pardo, Directora de Comunicación y Responsabilidad Social de Ebro Foods, reflexiona sobre la evolución de la Responsabilidad Social Empresarial y la Sostenibilidad en el contexto empresarial, un ámbito que ha experimentado una transformación notable en las últimas dos décadas. En esta entrevista, Ana nos comparte su recorrido personal y profesional, así como su perspectiva sobre los cambios y avances en estas áreas. Para ella, la Sostenibilidad ya no es una moda pasajera, sino una necesidad estratégica e integral en el modelo de negocio de las empresas.
En cuanto a su experiencia en Ebro Foods, Ana destaca que su punto de partida fue la Dirección de Comunicación en 2015, donde asumió también la Dirección de Responsabilidad Social. Desde entonces, su camino ha sido uno de constante aprendizaje debido a los rápidos cambios en el contexto empresarial y la Sostenibilidad. «Cada año trae nuevos retos, nuevas exigencias y nuevas oportunidades para hacer las cosas mejor», comenta Ana, subrayando el enfoque de Ebro Foods hacia una gestión responsable y la adaptación a las nuevas regulaciones.
Sobre Corresponsables, Ana valora positivamente el impacto que la organización ha tenido en la RSE a lo largo de los años: «Vuestra labor ha contribuido a visibilizar buenas prácticas, mantener viva la conversación sobre RSC, generar conocimiento y fomentar una cultura empresarial más comprometida con la Sostenibilidad y el impacto social«. En este sentido, subraya el papel de Corresponsables como un referente clave en la evolución de la RSE y como un aliado fundamental en la promoción de la Sostenibilidad en las empresas. «En nuestro caso, habéis sido también un altavoz importante para compartir avances, escuchar otras voces y seguir aprendiendo», agrega.
Con motivo del 20 aniversario de Corresponsables, Ana destaca la relevancia de la organización como motor de cambio en el panorama de la Responsabilidad Social Empresarial y la Sostenibilidad: «Corresponsables ha sido un actor clave para la evolución de la RSE en estas dos décadas», enfatiza, reconociendo su contribución en el impulso de la cultura de la Sostenibilidad en el ámbito corporativo.
A lo largo de la entrevista, Ana nos habla de los cambios significativos que ha observado en la RSE y la Sostenibilidad desde sus inicios, cómo estos conceptos han dejado de ser periféricos para convertirse en parte fundamental de la estrategia empresarial, y cómo la exigencia y profesionalización de estas áreas se han incrementado. “La Sostenibilidad ha pasado de ser un área periférica a estar integrada en la estrategia de negocio”, comenta, haciendo referencia al profundo cambio que ha experimentado este sector en los últimos años.
¿Cómo, cuándo y por qué comenzaste a interesarte e involucrarte en el ámbito de la Responsabilidad Social y Sostenibilidad?
Mi punto de partida fue desde la Dirección de Comunicación, y en 2015 asumí también la Dirección de Responsabilidad Social. A partir de ahí, ha sido un camino de aprendizaje constante, porque el contexto ha cambiado muchísimo en poco tiempo. Cada año trae nuevos retos, nuevas exigencias y también nuevas oportunidades para hacer las cosas mejor. Y aquí seguimos, intentando estar a la altura.
¿Cómo era el panorama de la RSE cuando comenzó en comparación con cómo es hoy?
Antes vivíamos un panorama más tranquilo. La discusión giraba en torno a si esto era una moda pasajera, cuál era el término correcto —RSE, Sostenibilidad, ciudadanía corporativa— y había más espacio para la reflexión, el diseño de estrategias y la creación de proyectos con calma.
«Cada año trae nuevos retos, nuevas exigencias y nuevas oportunidades para hacer las cosas mejor»
Hoy, en cambio, la Sostenibilidad ya no se discute: es un must en cualquier organización. El contexto ha cambiado radicalmente, y la regulación ha sido clave para que se le dé la importancia que merece.
Querida Ana, ¿cuándo conociste a Corresponsables? ¿Qué papel consideras que ha tenido en el impulso de la RSE en las últimas dos décadas?
Os conocí prácticamente al comienzo de trabajar en la empresa, todavía no tenía responsabilidad sobre los temas de RSC, pero vosotros ya erais un referente. En mi opinión habéis sido un actor clave para la evolución de la RSE en estas dos décadas.
«Vuestra labor ha contribuido a visibilizar buenas prácticas, mantener viva la conversación sobre RSC, generar conocimiento y fomentar una cultura empresarial más comprometida con la Sostenibilidad y el impacto social»
Vuestra labor ha contribuido a visibilizar buenas prácticas, mantener viva la conversación sobre RSC, generar conocimiento y fomentar una cultura empresarial más comprometida con la Sostenibilidad y el impacto social. En nuestro caso, habéis sido también un altavoz importante para compartir avances, escuchar otras voces y seguir aprendiendo.
¿Qué cambios significativos has observado en esta materia desde que comenzaste?
Uno de los cambios más evidentes es el nivel de exigencia y profesionalización. La Sostenibilidad ha pasado de ser un área periférica a estar integrada en la estrategia de negocio. También ha cambiado el rol de quienes trabajamos en este ámbito: ahora dedicamos gran parte del tiempo a reportar, medir y cumplir con marcos normativos, lo que, si bien es positivo en términos de rigor y transparencia, a veces limita la capacidad de impulsar nuevos proyectos con la agilidad de antes.
¿Cuáles consideras que han sido los hitos más importantes en la evolución de la RSE y la Sostenibilidad en estas dos décadas y qué factores crees que han impulsado estos cambios?
En estas dos décadas ha habido hitos muy relevantes en la evolución de la RSE y la Sostenibilidad. Uno de los más importantes ha sido la integración de estos temas en la estrategia de negocio, dejando atrás el enfoque filantrópico o accesorio. También destacaría la consolidación de marcos internacionales como los ODS, el auge de las finanzas sostenibles, y más recientemente, iniciativas como SBTi o el avance hacia modelos de reporte estandarizados como los de EFRAG o ISSB.
«La Sostenibilidad ha pasado de ser un área periférica a estar integrada en la estrategia de negocio»
En cuanto a los factores que han impulsado estos cambios, sin duda el contexto regulatorio ha sido clave, pero también la presión de los grupos de interés, el activismo de los consumidores, la evolución del mercado laboral y la creciente evidencia científica sobre el cambio climático. Todo ello ha generado un entorno en el que ya no se trata de si actuar o no, sino de cómo hacerlo.
¿Qué lecciones has aprendido, Ana, a lo largo de tu carrera en RSE?
He aprendido que la Sostenibilidad es una carrera de fondo, no un sprint. Que los cambios reales requieren constancia, escucha activa y mucha pedagogía interna. Que hay que saber construir alianzas, adaptar el lenguaje y encontrar el momento adecuado para impulsar cada avance.
¿Tienes alguna anécdota que refleje el espíritu y los desafíos de los primeros años de la RSE?
Recuerdo cuando presentar una memoria de sostenibilidad era casi un acto de fe. Había que explicar qué era, para qué servía y por qué tenía sentido dedicarle recursos. Hoy eso ya no se discute, pero en aquel momento requería mucha convicción y capacidad de persuasión.
Una de las experiencias más desafiantes fue coordinar el primer informe de sostenibilidad del Grupo. Plantear a las 34 sociedades filiales que tenían que rellenar cuestionarios detallados sobre recursos humanos, medio ambiente, cadena de suministro… fue todo un reto. No solo por la carga de trabajo, sino porque muchas no entendían aún el propósito de ese ejercicio.
«Corresponsables ha sido un actor clave para la evolución de la RSE en estas dos décadas»
Fue un proceso de mucha pedagogía interna, de escuchar, explicar y acompañar. Pero también fue el punto de partida para construir una cultura más compartida en torno a la Sostenibilidad.
¿Cuáles consideras que han sido los pioneros en esta materia?
En España, hubo empresas que entendieron muy pronto que la Sostenibilidad no era una tendencia, sino una transformación profunda del modelo empresarial. A nivel personal, dentro de mi propia Organización, me han inspirado profesionales como Blanca Hernández, que ha sabido combinar visión estratégica, compromiso social y capacidad de innovación, tanto en la Fundación Ebro, como impulsando proyectos como TuTechô desde una lógica de impacto real.
También me han marcado otras personas que, sin grandes focos, han trabajado desde dentro para transformar sus organizaciones con coherencia y perseverancia.
¿Puedes compartir algún caso de éxito que consideres emblemático en el campo de la RSE?
Más que un caso concreto, destacaría los procesos en los que se logra alinear a distintas áreas de la empresa en torno a un propósito común. Cuando Sostenibilidad deja de ser “el departamento” y pasa a ser parte de la conversación estratégica, ahí es donde se produce el verdadero cambio.
Ana, ¿cómo ves el futuro de la RSE y la Sostenibilidad? ¿Qué retos y oportunidades anticipas para las próximas dos décadas?
El reto será pasar del cumplimiento a la transformación. Ya no basta con reportar bien: hay que actuar con ambición, asumir compromisos valientes y acelerar la transición hacia modelos regenerativos. La oportunidad está en que cada vez hay más conciencia, más talento y más innovación al servicio de este cambio.
«Corresponsables ha sido un referente clave en la evolución de la RSE y la Sostenibilidad»
Para concluir, ¿qué papel crees que deben jugar las nuevas generaciones en la continuación de este legado?
Un papel protagonista. Las nuevas generaciones llegan con una mirada más sistémica, más exigente y más conectada con los grandes desafíos globales. Nuestro rol es facilitarles el camino, darles espacio y aprender también de su forma de entender el impacto.
Consulta más información responsable en las publicaciones Corresponsables y en el espacio de EBRO FOODS en Organizaciones Corresponsables 2025.

